El fútbol está sumergido en el Mundial de Qatar, pero los clubes no dejan de lado la próxima temporada con el 2023 en el horizonte. En el fútbol de Perú no solo se piensa en lo deportivo, sino también en lo económico, en base a los derechos televisivos. Con ése concepto en el centro hay un conflicto entre varios clubes y la Federación Peruana de Fútbol (FPF) desde hace ya unos días. Ante esta situación, la propia Federación amenazó con posibles descensos, lo que podría afectar a Alianza Lima.
Esta problemática surge a partir de que la FPF tiene un acuerdo con la cadena 1190 Sports, pero ciertas instituciones sostienen otro con Gol Perú. El club más grande del fútbol inca y uno de los más importantes de Sudamérica, Alianza Lima, firmó un contrato millonario con la segunda cadena. Esta maniobra no gustó para nada en la Federación, la cual marcó la cancha con los tapones de punta mediante una advertencia más que importante.
La misma hace referencia a que aquellos clubes que no cumplan con el nuevo reparto de derechos podrían sufrir graves consecuencias, lo que incluye el descenso. El máximo ente del fútbol peruano se expresó en una nota de prensa con la intención de que haya una sola compañía encargada para transmitir los partidos. En ella se detalló que “la obligatoriedad de presentar suscrita la declaración de conformidad y compromiso la cual detalla con claridad los derechos de la competición”.
El concepto en el que se hizo hincapié en la nota abarca tanto los derechos televisivos como de marketing, activos de marca, audiovisuales, datos, entre otros. Por otro lado, el texto también sostiene: “Esperamos la participación de todos los clubes de la Liga 1 2023”. A lo que agregaron: “Buscamos la centralización de los derechos de TV para que los clubes tengan los recursos necesarios para poder desarrollarse”.
Palabras claras para Alianza Lima
Con el objetivo de que todo quede claro, el manuscrito informa que la Federación pretende que los clubes tengan mejor participación internacional. “La FPF busca aumentar la competitividad de la Liga 1 para que los clubes peruanos estén preparados para competir internacionalmente”, remarca. De este modo es cuestión de esperar la resolución de un conflicto que traerá cuerda para hablar y que puede producir un sacudón en el fútbol incaico.
Para profundizar sobre el tema y no dejar lugar a las excepciones, el vocero legal de la FPF, Carlos Caro, fue quien dio su postura. “Durante todo este proceso, se ha mantenido informado a los clubes porque son socios del proyecto”, explicó. Además, bajo la misma línea, añadió que “sin embargo, la situación es clara. Si no respetan los estatutos, no podrán participar de la siguiente temporada de la Liga 1”.
Frente a esta inamovible determinación, también destacó que “esto puede generar un descenso, como lo estipula el nuevo reglamento”. Para cerrar enfatizó que todo apunta a la posibilidad de que si algún club no va en la misma línea y sintonía puede sufrir un desenlace deportivo catastrófico. Por lo que para el 2023 puede haber varios descensos a la Liga 2 desde el escritorio de la FPF.
Por su parte, Jean Marcel Robilliard, secretario general de la FPF, confirmó que el proyecto que confeccionaron la Federación junto a 1190 Sports será novedoso en el país. En cuanto a ello, sostuvo que la obra en cuestión tendrá un alcance de manera masiva y con transmisiones de la más alta calidad.
“Contamos con un producto atractivo, con transmisiones de calidad donde se potencia la exposición y visibilidad de los clubes participantes, jugadores y marcas”, sentenció. Incluso resaltó que así podrán llegar a más hinchas en el Perú y en el extranjero.
El inicio de la discordia
El de los derechos televisivos en el fútbol es un tema delicado que sucede en varios países, pero en Perú parece que no va a ser fácil solucionarlo. El detonante de la problemática se dio por la reciente firma de Alianza Lima, el club más grande del país, con la cadena Gol Perú. El acuerdo entre ambas partes fue divulgado por el medio La República como contenido de sus plataformas digitales.
Los números que acordaron son de 12 años por 17 millones de dólares (1,5 millones anuales); algo impensado para el fútbol peruano. Al respecto, a los mismos “Blanquiazules” le resultó una cifra más que satisfactoria en comparación con la que le ofreció 1190 Sport.
Hoy por hoy, hay una extensa nómina de instituciones con contrato vigente para con el Consorcio del Fútbol Peruano, quien espera una medida del máximo rector del fútbol nacional. Este capítulo de la disputa por los derechos televisivos podría acarrear aún mayor intervención de las altas autoridades.
Otros casos de clubes que descendieron por escritorio
En el folclore del fútbol es moneda corriente hablar del “escritorio” como partícipe de ciertas circunstancias sospechosas dentro o fuera de la cancha. No es muy común que sucedan descensos desde allí por las cuestiones de los derechos televisivos de cada competencia pero si por otros aspectos. Por lo general se producen tras irregularidades a nivel institucional en lo deportivo como en lo económico. En 2019 hubo un caso en Italia que sorprendió a más de uno.
Hace tres años se especulaba con la vuelta de un histórico a la máxima categoría, el Palermo. Pero de manera inesperada terminó en la tercera división. El “Rosanero” debía disputar la promoción por el ascenso a la Serie A pero la Federación Italiana de Fútbol lo descendió a la Serie C desde el escritorio. El motivo fueron unas series de irregularidades en la gestión de las cuentas del club, las cuales fueron realizadas por exdirectivos en aquel entonces.
Al igual que el conjunto siciliano, otro club italiano sufrió la pérdida de la categoría desde el escritorio en 2005. En este caso fue la poderosa Juventus, institución más ganadora del fútbol italiano, por fraude deportivo al confirmarse influencia en las designaciones arbitrales para diversos partidos. En ese escándalo, bautizado como “Calciopoli”, se vieron involucrados otros equipos. Pero solo la “Vecchia Signora” sufrió el descenso a la Serie B.
Incluso, en la actualidad, la “Juve” está bajo investigación por irregularidades financieras, lo que provocó la renuncia total de la directiva del club. En caso de ser sancionados podría ser un escándalo mayor al de 2005 y como castigo sufrir otra vez un descenso de manera administrativa. En varios casos de esta índole, los clubes suelen apelar a tiempo de la advertencia y evitar así grandes calamidades deportivas. Aunque la historia mostró que el dinero no siempre lo compra todo.
Un caso peculiar
Existen también situaciones opuestas que incluyen el escritorio para salvar a un equipo del descenso, y en este caso el beneficiado fue el mismo Alianza Lima de Perú. Resulta que en el 2020 el club blanquiazul finalizó el torneo en zona de descenso pero un largo y arduo trabajo de apelaciones cambió su destino. Luego de recurrir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), se determinó que FC Carlos Stein le debía plata a sus jugadores desde hacía varios meses. Por ello se le quitó dos puntos que modificaron el desenlace de la temporada. Por lo que Alianza Lima evitó la pérdida de categoría tras 82 años en Primera. Aún así el país al siguiente año tuvo otra controversial polémica con dos clubes distintos, pero bajo la misma sintonía de irregularidades y con el descenso como sanción.