El pasado sábado 3 de diciembre, se realizó el 31° Congreso Ordinario de la Federación Universitaria Argentina (FUA). El mismo tuvo como objeto reunir a diversos claustros estudiantiles de universidades públicas. En ese sentido, la jornada de renovación de autoridades se realizó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Tras una pausa producto de la pandemia, la FUA eligió una nueva representante estudiantil. Con el 65% de la participación de les delegades de la asamblea y con 322 votos a favor, la Lista 3, liderada por Piera Fernández de Piccoli, resultó ganadora.
“Vinimos no solo a revalidar las autoridades […] sino también a debatir y definir cuáles son los lineamientos que todo el movimiento estudiantil debe encabezar en los años que se vienen”, manifestó Piera Fernández, candidata del Frente Reformista.
La nueva presidenta del órgano, que nuclea a todos los centros de estudiantes de universidades públicas del país, aseguró: “Vamos a transformar las universidades para ponerlas en el siglo XXI”.
En el marco del festejo por las elecciones, la contracara del congreso es la falta de consensos de los movimientos con participación estudiantil. Pese a la crisis económica del país y un ajuste que también ataca los bolsillos de les jóvenes que invierten en su educación, la Federación Universitaria Argentina no se pronunció al respecto.
Respecto a esto, el Movimiento Nacional Reformista y el Movimiento Universitario Sur manifestaron: “Tenemos una FUA desentendida del contexto de crisis social y económica, con altos índices de pobreza”. “Desconociendo este panorama, la Federación Universitaria Argentina se mostró quieta y muda ante las situaciones de vulneración de derechos que se hizo patente con el recrudecimiento de la desigualdad”, culminaron.
Nota al Pie dialogó con Tomas Battaglino, Referente Nacional del Movimiento Universitario Sur, sobre la situación de miles de estudiantes, la lucha universitaria y la falta de compromiso por parte de la Federación Universitaria.
¿Cuál es la posición que toman frente a esta nueva votación?
Primero, el énfasis que nosotros ponemos es el de hacer una federación a espaldas de los intereses de los estudiantes. Hoy, la Federación Universitaria Argentina es una herramienta vaciada.
Vos le preguntas a cualquier joven argentino que es la FUA y no van a saber que responderte. Es una vidriera que responde a los intereses sectoriales de la Franja Morada, del radicalismo como del kirchnerismo. En ese marco, para nosotros la elección de la Federación Universitaria era un momento importante.
Para nosotros, esta federación, donde hacemos esta lectura de que hoy en día está vaciada, es una herramienta muy importante para movilizar al movimiento estudiantil. Con respecto al congreso de ayer, hecho después de cuatro años, celebramos que por fin se pudo hacer. Pero fue un congreso lleno de irregularidades.
¿Cuál es el escenario económico de les estudiantes hoy en día?
Nosotros salimos a decir que, desde nuestro posicionamiento, estamos en un escenario en donde las juventudes están muy castigadas por las políticas que lleva adelante el actual gobierno nacional.
Estamos en un escenario donde las juventudes atraviesan situaciones de pobreza. Nos encontramos con altísimas tasas de desempleo o trabajo precario. Cada vez hay más dificultad en el acceso a la cultura y una salud que está en total crisis. Puede ser muy complejo para las juventudes, especialmente en el ámbito educativo.
El movimiento estudiantil hoy atraviesa, tanto las universidades como las escuelas públicas, una crisis de financiamiento y de ajuste brutal. Además, prevemos que el año que viene eso seguirá en aumento.
Para nosotros, el movimiento estudiantil tiene que pararse contra el ajuste de las universidades y contra el FMI. También, contra los discursos de la derecha para poder acceder a una educación pública gratuita y de calidad.
¿Hubo alguna transformación en la participación estudiantil?
Hubo una transformación muy fuerte en los modos de participación después de la pandemia, resurgieron nuevas solidaridades en los barrios. Si se quiere, nuevas formas de participación y de solidaridad en el movimiento estudiantil. Además, surgieron otras maneras de hacer militancia.
Esta reivindicación es esta lucha que es tan necesaria, fundamentalmente contra el ajuste y contra el ajuste educativo. Nosotros en este contexto de pandemia, como Movimiento Sur, una de las iniciativas que llevamos adelante en todo el país fueron las ollas populares y el reparto de viandas a estudiantes que lo necesitaban.
Estas acciones o iniciativas tienen que ver con una visión de que la universidad debe brindar todas las posibilidades para que los pibes estudien. En los últimos años, hubo enormes retrocesos y se vio reflejado en las tasas de deserción. Las cuales, lamentablemente, aumentan cada vez más.
Cada vez más pibes y pibas del país ven más lejana la posibilidad de poder pensar en la educación superior y eso es un escenario preocupante. Creemos que herramientas como la FUA tienen que ser espacios de lucha y de participación, para lograr que muchos puedan acceder y mantenerse en la educación superior.
¿Qué posición tomó la Federación Universitaria Argentina frente a la situación actual del país?
No se ha posicionado en nada en estos últimos cuatro años. Lo único que hicieron fue sacar un comunicado por la guerra de Ucrania. O sea, una federación totalmente desentendida de los problemas que pasan los pibes.
Por más que hoy tenemos una federación parada y alejada, creemos que desde ahí es donde nosotros tenemos que empujar transformaciones y, justamente, denunciar la inacción que tiene la conducción de Franja Morada. Creemos que es necesario hacer todos los esfuerzos para construir una nueva mayoría que ponga a la FUA en un lugar de mayor protagonismo en la realidad argentina.
Estos últimos cuatro años, la Federación no salió ni una vez a la calle para manifestarse ni tampoco lo hizo por otros medios institucionales. La FUA no se utilizó para nada. Solo se usó como un lugar declarativo o como un lugar para posicionar a militantes. Esto hace que la Federación Universitaria Argentina no sea una herramienta transformadora, sino una vidriera para intereses sectoriales. Los cuales hoy están muy lejos de lo que necesitan o de lo que les pasa a los estudiantes.