La selección argentina, dirigida por Lionel Scaloni, puso segunda ante México en el Estadio Lusail, en el marco de la Copa del Mundo en Qatar. Luego de la caída en la primera fecha ante Arabia Saudita, la “Scaloneta” estaba obligada a ganar si pretendía seguir con vida de cara a los octavos de final. Con el triunfo se metió en la pelea contra los polacos por el primer puesto del grupo.
En los días previos al trascendental encuentro, el técnico argentino probó variantes en la táctica y nombres para encontrar el mejor once inicial. Es así que el viernes pasado por la noche les comunicó a los jugadores quiénes iban a jugar de arranque. En total planteó cinco cambios con respecto al partido del debut: tres en defensa y dos en el mediocampo.
En la línea de abajo ingresaron Lisandro Martínez por Cristian Romero, Gonzalo Montiel por Nahuel Molina y Marcos Acuña por Nicolás Tagliafico. Por el lado de los mediocampistas, salieron Leandro Paredes y Alejandro Gómez, para que sean titulares Guido Rodríguez y Alexis Mac Allister, de manera respectiva. Por último, tanto el arco como la zona de ataque no recibieron ninguna modificación para el inicio del partido.
Con la mirada puesta en lo que viene, Argentina definirá todo contra Polonia el próximo miércoles. Si consigue otra victoria, se queda con el grupo y evita así cruzarse con Francia en la siguiente instancia. En caso de otro resultado, se verá otra vez las caras frente a su verdugo de la edición de Rusia 2018. Lo que es seguro es que todo depende de los dirigidos por Scaloni.
Primer tiempo: se jugó a no cometer errores
Durante el primer cuarto de hora no hubo emociones ni aproximaciones claras de ninguno de los equipos y pasó sin destello alguno. El inicio del cotejo tuvo a Argentina con la intención palpable de buscar el gol con manejo de pelota. Mientras tanto, los mexicanos esperaban el error rival y salir de contra en velocidad con la explosión de sus atacantes. Hubo más faltas intransigentes en la mitad de la cancha que pases asociados, concretos o en profundidad.
En los siguientes 15 minutos, el trámite del partido no se modificó en lo absoluto. Argentina siguió con el manejo total de la pelota y México se quedó al asecho para jugar de contragolpe. Para destacar solo hubo mejor juego colectivo en los pases de ambos bandos pero que finalizaron las jugadas con centros pasados o sin destino. En este lapso de tiempo, el cuadro azteca recibió la primera tarjeta amarilla por una dura infracción en campo argentino.
El último tercio del primer tiempo no cambió su rumbo y siempre se mantuvo lejos de las áreas. A pesar de lo pobre que ambas selecciones propusieron, la “Albiceleste” tomó la iniciativa en los últimos diez minutos y logró avanzar metros en el campo de juego. La más clara llegó a los 40’ con un cabezazo de Lautaro Martínez que salió alto y desviado del arco mexicano.
A los 41’, la “Tricolor” realizó la primera variante, su capitán, Andrés Guardado, solicitó el cambio por lesión y en su lugar entró Erik Gutiérrez. Cerca de dos minutos después llegó la primera amonestación argentina, Gonzalo Montiel cometió una falta sobre la medialuna. De esa infracción México tuvo la primera clara pero Emiliano Martínez atenazó bien el disparo. Se adicionaron cinco minutos pero el espectáculo no se modificó y finalizó la primera etapa en silencio.
Segundo tiempo: a todo o nada
La segunda mitad arrancó como terminó la primera, con la iniciativa tomada por parte de Argentina y con el objetivo de llegar al arco rival. Antes de los cinco minutos salió la segunda amarilla para los mexicanos, el reemplazo del capitán, Erik Gutiérrez, le entró fuerte a Lionel Messi en cercanía al área. El propio rosarino se hizo cargo del tiro libre pero se fue alto y lejos. En los primeros diez minutos del complemento, Ángel Di María se convirtió en el más punzante de todos.
A los 57’ Scaloni realizó la primera modificación al meter en la cancha a Enzo Fernández en lugar de Guido Rodríguez, sin peso en el medio. Con menos de media hora en juego, a los 62’, el técnico argentino tocó de nuevo el equipo con dos cambios. Salió Montiel para el ingreso de Molina y también el “9”, Martínez, para dejarle su lugar a Julián Álvarez, puesto por puesto.
A continuación, Argentina se puso arriba en el marcador gracias a su “10” y así se ilusiona con llegar a octavos. Lionel Messi logró desmarcarse fuera de la medialuna a los 63’ y con un zurdazo bajo venció a Guillermo Ochoa. Los ánimos cambiaron y México se desordenó, al punto de sumar otra amarilla tres minutos después, en esta ocasión fue para Héctor Herrera.
El entrenador albiceleste gastó los cambios a los 68’ para tratar de cerrar el partido, aunque aún restaban más de 20 minutos de juego. Ingresaron Romero y Exequiel Palacios en lugar de Di María y Mac Allister. El lateral derecho, Molina, tuvo un disparo a los 70’ que no tuvo destino pero Argentina se acomodó en defensa para no correr riesgos.
Por su parte, Gerardo Martino, técnico de México, tocó el equipo para buscar el empate y evitar la eliminación temprana. Predispuso la salida de Hirving Lozano para el ingreso de Roberto Alvarado. Messi se puso el equipo al hombro y complicó a toda la defensa mexicana, la cual solo pudieron detenerlos con infracciones.
A falta de tres de los 90 reglamentarios y justo en el peor momento de la Scaloneta, apareció Fernández para sellar el triunfo. El ex River marcó un verdadero golazo desde fuera del área con un derechazo al ángulo de Ochoa, quien no pudo hacer nada. Con seis minutos de adición, México estaba envuelto en la desesperación y no pudo hacer pie en la cancha. Por su parte Argentina hizo bien su trabajo, sin brillar pero con superioridad se impuso y sigue en carrera.