La vida como hombres es un documental que comienza con la pregunta sobre cuándo sus protagonistas se convirtieron en hombres. En una serie de entrevistas con siete varones, el director de la producción, Juan Branz, repone distintas miradas sobre el mandato de la masculinidad hegemónica y patriarcal.
¿Qué prácticas y mitos sostienen y dan por sentado? ¿Cómo se relacionan con sus pares? ¿Qué costos tiene explorar otras masculinidades posibles? Son algunos de los ejes planteados en el documental. Para conocer más sobre la obra, Nota al Pie dialogó con Juan Branz.
“Fijate lo frágil que será la modelación de nuestra identidad masculina que debemos certificarla todo el tiempo”, sostuvo el director.
En este sentido, los entrevistados comparten sus biografías marcadas por imposiciones socioculturales: ser, parecer, sentir y vivir como hombres en sociedades urbanas contemporáneas. El documental recorre sus historias en búsqueda de una respuesta a la pregunta inicial: ¿cuándo fue que se convirtieron en hombres?
El documental
El film surgió luego de muchos años de trabajo académico sobre las masculinidades. En el marco de la Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales (IDAES) de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), Branz, en conjunto con otros colegas, desarrolló un trabajo de articulación territorial con varones en el área de Reconquista.
En diciembre de 2020 le propuso a José Garriga crear un guión y dirigir un documental sobre biografías masculinas. “La idea era historizar los modos de sociabilidad masculinos, ponerles cuerpo, caras, gestos, palabra, hacerlos carne”, contó el director.
Luego de años de trabajo en el territorio buscaron construir otro registro, el del producto audiovisual, para poder participar en la discusión político/pública. “Vimos una necesidad de trascender ciertas fronteras del trabajo de campo, en donde construimos datos, relaciones, teoría”, explicó.
La película, financiada por la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación, se rodó durante la pandemia, en 2021, y finalizó con el trabajo de postproducción este año.
El docente e investigador aseguró que la producción estuvo pensada, en primer lugar, para trabajar desde las aulas en las escuelas secundarias, en el marco de la Educación Sexual Integral (ESI).
A su vez, el director contó que “están muy contentes con la circulación de la película”. En este marco, el documental ya fue compartido en centros culturales; en la Unidad Penitenciaria Nº 48 de José León Suárez; en varias facultades; en un festival de cine y con compañeres de militancia política.
Al respecto, Branz comentó que “cada comunidad se detiene en alguno o algunos testimonios más que en otros, de acuerdo a cierta identificación con la biografía narrada”. También reflexionó acerca de lo positivo de obtener “más preguntas que certezas”.
Luego de todas las presentaciones, las conclusiones son las mismas: “Todos, todas y todes somos reproductores de ese sistema de dominación masculina”. En ese sentido, reflexionó que “debemos ejercitar la reflexividad para cambiar un orden social y cultural muy cruel, en donde todes perdemos”.
Masculinidades
La masculinidad hegemónica patriarcal es una construcción social y cultural que implica ciertos mandatos, costos y privilegios. La vida como hombres busca conocer y comprender dónde se da la construcción de esas masculinidades en las infancias y en la adolescencia.
Los testimonios de los entrevistados dan cuenta de cómo es ser hombre en los clubes de deporte; el sindicalismo; la fábrica; la escuela; la universidad y la cárcel. De esta manera abren interrogantes para seguir comprendiendo cómo es la relación entre la masculinidad, la violencia y la cultura.
Para Branz, el deporte, principalmente el fútbol, es central en la formación de las masculinidades. “Pensemos que aún el deporte sostiene imágenes, símbolos y representaciones desde donde se construye la idea de un ‘ciudadano deseable’: varón, heterosexual, valiente, viril, entre otras características”, explicó.
En este sentido, el director planteó que el deporte fue un espacio fundamental para modelar identidad a fines del siglo XIX y principios del siglo XX en Argentina, a través de los clubes. En la misma línea, celebró que “la militancia de movimientos de mujeres y diversidades, comenzó a hacer tambalear esa forma cultural del deporte”. De esta forma, se cuestionó el androcentrismo y el binarismo.
Otro punto central del documental gira en torno a la poca sensibilidad que se les permite a los hombres. Para Branz esto repercute de manera “trascendental”, por lo que reflexionó sobre el concepto de prueba ante los otros. “Siempre estamos probando y certificando la prueba de otros y la mayoría de las veces echamos mano a las violencias como parte del repertorio de acción”, manifestó.
Sobre el director
Juan Branz es Licenciado en Comunicación Social y Doctor en Comunicación por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), donde es docente de grado. Además, se ha desempeñado como investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y en la Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de San Martín (EIDAES).
Sus temas de investigación están vinculados al género y a la clase social. En este marco, en 2018 publicó el libro Machos de verdad. Masculinidades, deporte y clase en Argentina.