Entre las consecuencias que desencadenó la pandemia, abundan los casos de personas que perdieron su trabajo y se reinventaron para salir adelante. Tal es la historia de “Todo o Nada”, una cooperativa de cuatro mujeres del partido bonaerense de La Matanza que abrieron un bar en el shopping de la localidad de González Catán.
Nota al Pie habló con una de las integrantes de la cooperativa, Débora Ceballos, para conocer más detalles acerca de cómo lograron concretar la inauguración del bar y las adversidades que tuvieron que enfrentar.
En cuanto al surgimiento de “Todo o Nada”, Ceballos recordó: “Cuándo cerró todo por la pandemia, a la vuelta nos encontramos con que o aceptábamos la indemnización con el local o nos quedábamos sin trabajo”.
“Así fue que arriesgamos firmar la renuncia con el temor de que sea una estafa y que no existiera el contrato de que nos cedían el local, pero al final fue como nos dijeron. Nos quedamos con el local y solamente las heladeras”, amplió la entrevistada.
En ese momento, Ceballos (González Catán), Nadia Galara (Pontevedra), Karen Horodeski (Gregorio de Laferrere) y Wanda Chávez (Isidro Casanova), se encontraron ante la encrucijada de seguir adelante o rendirse. Sin embargo, su perseverancia y su espíritu colectivo las motivó a continuar.
Un camino de superación
Ante las circunstancias en las que se encontraban, las jóvenes se organizaron para decidir cómo salir adelante con su emprendimiento. “Cuando nos vimos en esa situación, nos pusimos en campaña para ver cómo podemos empezar a hacer plata”, comentó la entrevistada.
Al respecto, la emprendedora recordó que “como teníamos licuadoras, empezamos vendiendo licuados y budines que hacíamos nosotras con lo que comprábamos. Los primeros cuatro meses fueron así; remarla. Y hasta que pudimos conseguir la cafetera y nos salió el monotributo fueron meses muy duros”.
A lo largo del tiempo que les llevó poder salir a flote, las fundadoras de “Todo o Nada” no estuvieron solas. En ese sentido, Ceballos subrayó: “Por suerte, encontramos gente que creía en nuestro potencial y que nos escuchó y nos apoyó”.
“Una de las personas que más creyó en nosotras fue el dueño del shopping, que nos impulsó a que nos animemos a llegar a estar a donde estamos hoy. Nos dio tiempo; nos dejó acomodarnos hasta que pudimos firmar el contrato y no nos cobraba alquiler”, destacó.
De está manera, el esfuerzo que le significó al grupo de mujeres el salir adelante sirvió como disparador para la identidad de “Todo o Nada”. “El nombre lo pensó Wanda. Cuando empezamos, ella dijo ‘chicas nosotras firmamos nos lanzamos a ir por todo o nada’ y así salió el nombre”, precisó Ceballos.
El fruto del esfuerzo colectivo de las integrantes de “Todo o Nada”
Tras superar las adversidades y la crisis que supuso la pandemia, la cooperativa de mujeres unió fuerzas. De esta forma, logró retomar la marcha con el local de 30 metros cuadrados. A su vez, sus integrantes lo cuadruplicaron en tamaño y pudieron inaugurarlo hace apenas un mes.
“Todo o Nada” es un bar/confitería que funciona en Catán Shopping, en el partido de La Matanza. Las jóvenes que llevan adelante el emprendimiento trabajan desde las 10 hasta las 2 de la mañana con el propósito de brindarle a les clientes una experiencia única y de disfrute.
En ese aspecto, la entrevistada se refirió a lo qué significó para ella y sus socias la apertura del local. “La inauguración la vivimos con nervios y viendo qué cosas hay que ajustar, las nuevas que podemos hacer y con un montón de proyectos más a futuro”, expresó.
De esta manera, Ceballos hizo hincapié en la consigna que comparte junto a sus compañeras en relación al local. “Siempre estamos pensando que la gente que vaya se sienta cómoda, que pase un buen momento y pueda comer algo rico”, manifestó.
“Que la gente venga a festejar que se recibieron o cualquier fecha especial y que tengan un lindo recuerdo de nuestro local es lo que a nosotras nos llena el corazón”, afirmó una de las fundadoras de “Todo o Nada”.