En la vida nada es para siempre y dentro del fútbol no hay excepción, más allá de las diversas profesiones. A inicios de semana se retiró de la dirección técnica el brasileño Luiz Felipe Scolari, uno de los mejores entrenadores de los últimos 20 años.
El adiós de Luiz Felipe Scolari
Con una trayectoria enorme como DT, pero una corta como futbolista, le puso punto final a su relación con el fútbol. Su último pasó fue en el Club Athletico Paranaense, subcampeón de la Copa Libertadores 2022.
De este modo, “Felipao”, como suelen llamarlo, le dijo adiós a la profesión a sus 74 años. La decisión se dio luego del último partido del Brasileirao, donde su equipo ganó 3-0 al Botafogo.
Asimismo, pone punto final al trabajo del entrenador brasileño más representativo de los últimos tiempos. Con 40 años de trayectoria vivió miles de momentos buenos y malos, cosechó un total de 27 títulos y un paso por 18 clubes y siete países distintos. También estuvo presente en 1.700 partidos, de los cuales ganó más de 800 de ellos.
“Mi carrera termina de buena manera, con la promesa que le hice al presidente”, sostuvo el técnico en relación a la clasificación a la próxima Copa Libertadores.
A su vez, añadió que “estoy muy feliz. Así fue mi vida y terminó muy bien. Viví todo lo que no esperaba ganar en el fútbol”. Aunque deja de lado los principales focos, seguirá ligado al club de Curitiba en la dirección deportiva, pero sin influir de forma directa en el mercado de pases.
Dentro de sus anhelos pendientes está dirigir en Argentina, ya que siempre hizo eco de que le hubiese gustado dirigir a Boca. Además, en más de una ocasión, confesó que Carlos Bianchi era uno de sus grandes ídolos y referentes al momento de estampar sus métodos.
No obstante, durante toda su carrera, Felipao nunca fue consolidado como un entrenador brasileño vinculado al “Jogo Bonito”. Esto debido a que apuntaba más a la relevancia del trabajo táctico.
Solo una trayectoria logró reconocimiento
El oriundo de Passo Fundo, Brasil, tuvo una carrera como futbolista poco trascendente y con pocos años de duración. Su debut como defensor se dio en 1973 en Caxias, club en que estuvo hasta 1979.
Ya para 1980 pasó a Juventude, aunque ese mismo año jugó también en Novo Hamburgo durante el cierre de la temporada. En 1981 tuvo un paso por Alagoano, momento en que se retiró de manera profesional. En total jugó durante 8 años y no logró ningún título.
Como entrenador inició su trayectoria en 1982 en Alagoano, club en el que dejó un grato recuerdo mientras fue futbolista. Al igual que como jugador, el inicio de su carrera de técnico se compone de equipos y países de poco renombre. Al siguiente año tuvo breves pasos por Juventude y Gremio Esportivo, para luego tener su primera experiencia en el fútbol internacional. En tanto, en la temporada 1984-1985 fue el entrenador del Al-Shabab de Arabia Saudita.
A la siguiente temporada regresó a Brasil para hacerse cargo de Esporte Clube Pelotas, además de tener un segundo ciclo en Juventude y Gremio entre 1986 y 1987. Para el siguiente año llegaría a Goiás, pero al poco tiempo se iría para Kuwait para dirigir al Al-Qadsia y luego la selección del país.
Luego, en 1990 retornó a su país natal para dirigir al Coritiba y, al siguiente año, al Criciúma. También en 1991 pasaría a Al-Ahli de Arabia Saudita y en 1992 volvería al Club de Kuwaití.
La mejor etapa de su carrera
En el año 1993 llegaría a Gremio de Porto Alegre, institución en la que se quedaría hasta 1996 y donde tuvo su mejor momento como técnico. En 1997 tuvo un pequeño paso por el Júbilo Iwata de Japón pero ese mismo año desembarcó en Palmeiras, otro gigante brasileño. Luego de tres temporadas pasó al Cruzeiro, donde se quedó por un año. Ya que desde 2002 hasta 2008 estuvo al mando de dos selecciones nacionales importantes, Brasil y Portugal.
En la temporada 2008-2009 tuvo su primera y única experiencia europea de peso al convertirse en entrenador del Chelsea de Inglaterra. Para la siguiente campaña llegó a Uzbekistán, otra liga de muy poco renombre, donde estuvo al frente del Bunyodkor.
Más tarde, y luego de dos años sabáticos, regresó al ruedo en 2012 como DT de Palmeiras. Allí duró poco porque ese mismo año también volvió a la Selección Nacional de Brasil. No obstante, en la “Verdeamarela” se quedó hasta 2014.
Luego de su segundo paso por el combinado nacional tuvo un nuevo paso por Gremio, en 2014-2015, y más tarde sumaría un nuevo club. Ya para 2015-2016 se fue a China con el fin de hacerse cargo del Guangzhou Evergrande.
Más tarde llegaron importantes retornos en Palmeiras (2018-2019), Cruzeiro (2020-2021) y Gremio en 2021, para finalizar su carrera este año como técnico del Athletico Paranaense.
Entre sus títulos cosechó seis conquistas en campeonatos regionales entre 1982 y 2001, luego conquistó un total de 14 campeonatos nacionales. En Kuwait obtuvo la copa nacional; en China fueron cuatro ligas locales, una copa y una Supercopa china.
Por su parte, en Brasil logró cuatro copas brasileñas y dos torneos domésticos. Además ganó la Liga de Uzbekistán. En cuanto a lo internacional ganó la Copa Libertadores con Gremio (1995) y Palmeiras (1999). Además obtuvo la Copa Mercosur de 1998 con el “Verdao” y la AFC Champions League con el club chino.
Un mundo aparte con la Selección Nacional
Dentro de sus 40 años de trayectoria como entrenador tuvo tres pasos por una selección nacional, dos en la de Brasil, su país natal, y una en Portugal. La primera fue en junio del 2001 con la Verdeamarela, luego de lograr un gran reconocimiento con la consagración en la Copa Libertadores en dos oportunidades. Para esa ocasión fue partícipe del Mundial del 2002, donde se consagró campeón del mundo.
Para sorpresas de muchos, renunció luego de la consagración como lo había anunciado en la previa del partido definitorio. De manera inmediata, a fines del 2002 tomó las riendas de la selección portuguesa, donde estuvo durante 6 años consecutivos.
En ese lapso participó de las Eurocopas de 2004, donde fue subcampeón, y la del 2008, donde quedó eliminado en cuartos de final. Además estuvo en el Mundial del 2006, campeonato en el que perdió en semifinales.
Tras el torneo del 2008 le puso punto final a su estadía en el combinado europeo, pero no a sus oportunidades al frente de una selección. Cuatro años más tarde tendría su segundo ciclo con Brasil cuando se oficializaba su llegada a fines del 2012.
En dicho ciclo se consagró campeón de la Copa Confederaciones 2013 y cayó en semifinales en el Mundial de 2014 por 7-1 contra Alemania. Así, tras la estrepitosa derrota y de perder el tercer puesto decidió dar un paso al costado. Felipao vivió las dos caras dentro de la conducción de un combinado nacional.