El pasado miércoles 26 de octubre, tuvo lugar en la Cámara de Diputades un largo e intenso debate que terminó con la media sanción del proyecto de Presupuesto para el 2023, con 180 votos a favor, 22 en contra y 49 abstenciones.
El día de ayer, el proyecto comenzó a ser analizado por les legisladores de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, en la Cámara de Senadores. Allí estuvieron presentes funcionarios del Ministerio de Economía, para exponer y resolver dudas acerca de la iniciativa
Los secretarios de Programación Económica, Gabriel Rubinstein; de Hacienda, Raúl Rigo; y de Finanzas, Eduardo Setti, fueron los encargados de defender el proyecto. La Comisión vuelve a reunirse hoy a las 15 horas, y la intención del Gobierno es obtener dictamen para debatir el proyecto en el recinto dentro de dos semanas.
El oficialismo está cerca de hacer ley un plan de gobierno ajustado a las disposiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que insta al Ministerio encabezado por Sergio Massa a llevar a cabo medidas de reducción del gasto público a costa de la grave situación social.
La argumentación del Presupuesto
Los datos centrales sobre la ‘’ley de leyes’’ para el próximo año son el gasto total de casi $29 billones, con un déficit fiscal del 1,9%. La inflación sería menor a la del 2022, ubicándose en el 60% y el 70% de los recursos serían destinados a políticas sociales.
“Considero totalmente realista y factible bajar la inflación al 60 por ciento, haciendo cosas aparte en la política fiscal. No estamos inmersos en un plan de estabilización. Cuando hablamos de un 60 o 70% de inflación, es que estamos coqueteando con la híper, pero reducimos ese riesgo mediante distintas acciones”, aclaró Rubinstein.
“Vamos en camino hacia el equilibrio fiscal y a pensar en llegar a la macroeconomía que logramos hace 20 años, cuando llegamos a tener un superávit fiscal de 3 puntos del PBI. Hoy tenemos 6000 millones de reservas netas. Entonces teníamos 40 mil millones”, sostuvo el funcionario.
A propósito de la presencia de legisladores opositores, Rubinstein agregó que “los dirigentes políticos deberían reconocer los distintos errores que nos llevaron a perder las reservas, a endeudarnos y a tener déficits muy altos”.
Por su parte, el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, destacó que “el Poder Ejecutivo viene llevando adelante una política tributaria que busca profundizar la recaudación de aquellos tributos o impuestos de naturaleza progresiva a los efectos de fortalecer la recaudación, dañando lo menos posible la actividad económica”.
En tanto, el secretario de Finanzas, Eduardo Setti, destacó que la Argentina “no tiene un problema de deuda, sino de perfil de deuda.La deuda es totalmente sostenible, pero deberíamos ir alargando la curva para tener una de corto, mediano y largo plazo, como ocurre con todos los países ordenados”, concluyó.
Bajo las órdenes del FMI
El candidato a presidente por el Movimiento Libres del Sur, Jesús Escobar, argumentó que este proyecto “es el presupuesto del FMI. Un presupuesto de ajuste, que nuevamente busca el equilibrio fiscal sobre la base de sacarle a los que menos tienen”. En este sentido, aseveró que “se sacan las partidas de gasto social mientras que se mantienen beneficios como, por ejemplo, el de los jueces”.
El presupuesto, influenciado por los intereses del organismo transnacional, tiene el objetivo primordial de lograr el equilibrio de las cuentas fiscales, dejando el desarrollo y la mejora de la calidad de vida de les ciudadanos en segundo plano.
A modo de ejemplo, no está estipulado en el plan de gobierno del año próximo la actualización de los programas alimentarios, aún cuando los alimentos sufrieron en algunos casos aumentos de precios superiores a la inflación general. Este es un dato alarmante considerando que más de la mitad de les niñes y adolescentes del país no pueden acceder a una alimentación digna.