El ex mediocampista de River Plate y de la Sub-20 de la Selección Argentina, Ezequiel Cirigliano, continúa detenido desde el pasado 15 de agosto, día en el que fue aprehendido en la vía pública por efectivos policiales.
Durante el arresto, efectuado en la localidad bonaerense de Caseros, se le sustrajo una pistola 9mm. Según contó su madre, el ex jugador la portaba para hacerse daño.
¿Cuál es la situación de Ezequiel Cirigliano?
La joven promesa futbolística atraviesa un cuadro de depresión desde hace 10 años. Razón por la que hoy su carrera profesional está en juego. Si bien Cirigliano cuenta con apoyo familiar, aún no puede superar uno de sus problemas de salud mental.
Luego de su arresto, se le imputaron tres causas: “tentativa de robo calificado por el uso de arma de fuego”; “violación de domicilio” y “portación ilegal de arma de guerra”. Por dichos delitos se encuentra detenido en una celda con capacidad de ocho personas, sin embargo, lo cierto es que en la misma hay 18.
Además Cirigliano se encuentra a la espera de que la Unidad Fiscal 07 de San Martín decida qué hacer ante las imputaciones que se le realizaron. En los próximos días, la justicia dará una resolución. En tanto, su madre pide la intervención de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y de Futbolistas Agremiados para pedir su liberación y que sea tratado por especialistas.
En diálogo con C5N, Flavia, la madre de Ezequiel Cirigliano, expresó: “Mi hijo sufre depresión desde hace más de 10 años. Desde la pandemia para acá, no la puede manejar”.
A su vez, detalló que “en diciembre de 2021 tuvimos que ponerle una psiquiatra que lo medicó. Él se puso bien y pudo irse con su mujer e hija a jugar a Italia. Pero a los dos meses abandonó todo y se vino a mi casa otra vez, sólo, y se tiró en una cama. Dijo que no quería jugar nunca más”.
La carrera de Cirigliano
Adrián Ezequiel Cirigliano, nació el 24 de enero de 1992. A sus 18 años debutó en la primera división bajo el trabajo del DT Leonardo Astrada, desde allí supo hacerse camino en el fútbol. Bajo el rol de mediocampista, continuó en el equipo del millonario mientras competía en la Primera B Nacional. La joven promesa jugó con algunos grandes de River como, Jonatan Maidana, Leonardo Ponzio y Fernando Cavenaghi.
La contracara de la promesa futbolística fue y es la depresión. “Cuando jugó en Atlético Tucumán, un psiquiatra le diagnosticó depresión y principio de esquizofrenia”, contó su mamá. Al mismo tiempo, agregó que “él siempre necesitó saber qué era lo que le pasaba y yo no tenía explicación, solo le pedía que se deje ayudar”.
Su debut en la primera división de River fue a los 18 años, en abril del 2010, triunfo que lo llevó a tener la suerte de portar la banda de capitán en varias oportunidades. Además, en 2009 participó en los Mundiales Sub 17, Sub 20, en 2011 y fue medalla de plata en los Juegos Panamericanos 2011.
Es así que, luego de su paso por River, clubes como el Manchester United y el Manchester City tenían el perfil del mediocampista como una opción sólida. En el 2012 fue transferido a préstamo al Hellas Verona de Italia. En el transcurso de su estadía, uno de los objetivos del futbolista era ir a visitar a su papá, Adrían, que se encontraba detenido en una Unidad Penitenciaria de dicho país.
Dos años más tarde, en el 2014, regresó a la Argentina, pero no fue seleccionado para volver a River.
A lo largo de su carrera, pasó por el FC Dallas de la MLS. En nuestro país jugó en Tigre; Atlético Tucumán y tuvo un breve paso por Godoy Cruz. Asimismo estuvo en el Zacatepec de México y en el San Luis Quillota de Chile.
Sus últimos pasos fueron en la cuarta categoría de Italia en la Società Sportiva Dilettantistica Cynthialbalonga, donde firmó en febrero de este año y solo jugó dos partidos.
Una imputación en medio de problemas de salud mental
Sobre el día de su detención, la madre del joven señaló: “Esa noche salió a ver un partido, cerca de la casa de mi hija, y lo detuvieron con un arma”, contó Flavia. A su vez, agregó que “si realmente él tenía esa arma, yo estoy segura, y se puede demostrar, que él se quería hacer daño”.
Cabe mencionar que algunas versiones cuentan que el futbolista disparó en la vía pública. Sin embargo, no hubo videos de vigilancia que las comprueben. De esta manera, habrá que esperar a la justicia para que decida sobre la salud del ex jugador de fútbol, quien se sabe padece depresión.
La propia madre contó que esa versión fue demostrada por los propios testigos del hecho que no realizó violación a ninguna propiedad. “A dos cuadras (de su vivienda), lo agarró la policía. Lo lastimaron muchísimo, le tiraron gas pimienta, le pegaron y casi le quiebran una muñeca”, detalló.
Ante esta situación, la madre manifestó que el futbolista le confesó al perito psiquiatra que “se quiere matar”. Cabe destacar que quienes padecen de depresión deben ser tratados por especialistas para poder sobrellevar uno de los problemas de salud mental más habituales en la sociedad.
“Creo que es el momento para que lo ayuden, lo liberen y lo pueda llevar a internar a una clínica”, pidió la madre del ex mediocampista, quien espera su pronta liberación ayudarlo a tratar su problema de salud mental.
La necesidad de implementar la Ley de salud mental
En Argentina, la Ley 26.657 de Salud Mental se sancionó el 25 de noviembre del 2010 y busca asegurar el derecho a la protección de la salud mental de todas las personas. Por ello, Cirigliano debe ser contenido y contemplado bajo esta normativa.
Su paso futbolístico dejó huellas por su gran talento con la pelota, sin embargo, la depresión lo llevó a perder oportunidades laborales. Por otra parte, los médicos y psiquiatras que lo atendieron demostraron que el padecimiento de él es real. Por esta razón, su madre exige que sea internado para que su salud no empeore.
Uno de los puntos fundamentales de esta ley es que, el Estado reconoce a las personas con padecimiento mental y sus derechos. Es decir, reconoce que tienen derecho a recibir atención sanitaria; social integral y humanizada. Esto último, a través del acceso gratuito, igualitario y equitativo con el objeto de asegurar la recuperación y preservación de la salud.
El paciente tiene el derecho a no ser identificado ni discriminado por un padecimiento mental actual o pasado; derecho a recibir un tratamiento personalizado en un ambiente apto con resguardo de su intimidad y el derecho a ser acompañado antes, durante y luego del tratamiento por sus familiares.