Este jueves por la noche, el Estadio Juan Carmelo Zerillo fue el escenario del horror. Gimnasia recibía a Boca Juniors por la 23º fecha del torneo local. Apenas nueve minutos alcanzaron para que la Policía reprimiera a la gente que quería ingresar al partido y convirtiera un evento deportivo en un hecho terrorífico.
Aún sin datos oficiales del expendio, Gimnasia tenía permitido vender entradas para no socios hasta minutos antes de que comience el partido. Además de la lucha por el campeonato, el encuentro cobraba importancia por la clasificación a las copas internacionales. Es por esto, que el club intentó explotar la capacidad de un estadio que solamente con socios iba a estar repleto.
Ante un estadio lleno y con cientos de personas esperando para ingresar, las fuerzas represivas del Gobierno bonaerense optaron por usar gases lacrimógenos y generar un ambiente de corridas y desesperación. Unas horas antes, a metros del estadio albiazul, la Policía persiguió a tiros a un estudiante privado de su libertad que había ido a la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) para rendir un examen.
Un muerto y herides producto de la violencia policial
Tras la represión, se confirmó la muerte de un hombre de 57 años, identificado como César “Lolo” Regueiro. Falleció en camino al Hospital San Martín, luego de haber forzado un portón para lograr salir del estadio. Fue un reconocido hincha del club que jugó en las divisiones inferiores. También defendió los colores de Villa San Carlos.
Además, se consignaron varies herides por los gases lacrimógenos y las balas de goma. Desde Provincia se informó que durante la madrugada del viernes se registraron consultas de siete personas en el Hospital San Juan de Dios; una en el Hospital San Roque de Gonnet; tres en el Hospital Sor María Ludovica y siete en el Hospital Gutiérrez.
Este modo de operar por parte de las fuerzas es moneda corriente en el fútbol. En 2013, también en La Plata, tres efectivos fueron desafectados por ser responsables de la muerte de un hincha de Lanús en un partido ante Estudiantes. La decisión tomada por el Gobierno provincial fue prohibir las hinchadas visitantes, una medida que aún sigue vigente.
¿Quiénes son los culpables?
Hay dos factores a tener en cuenta: la responsabilidad de la dirigencia de Gimnasia por el expendio de localidades y la violencia con la que actuó la Policía. Sergio Berni, ministro de Seguridad bonaerense, afirmó que “van a ser echados” los responsables del operativo de seguridad del partido. Esta mañana, el jefe del operativo fue separado a pedido de Axel Kicillof, según difundieron desde la gobernación.
Sin embargo, el funcionario habló con la prensa y eligió desligarse de la responsabilidad por lo acontecido: “Mi renuncia está todos los días a disposición del gobernador (Kicillof), pero acá hay responsables que tenían una función de llevar adelante el operativo que no ha sido bien resuelto”.
Además, Berni responsabilizó a Gimnasia porque, según él, “por cada entrada que vendió la AFA, había 20 de cortesía”. También, explicó que “el control de las entradas no lo hace la policía, sino el mismo club que hizo la vista gorda”.
También se debe destacar que, horas antes del evento deportivo, se había designado un nuevo jefe departamental de la Policía de La Plata. El elegido fue Sebastián Perea, un excomisario.
Esta mañana, el Gobierno provincial emitió un comunicado al respecto: “Nos comprometimos a transformar la Policía de la Provincia, a mejorar sus condiciones laborales, su equipamiento y su formación para darle un mayor grado de profesionalidad. En ese camino estamos, claro que falta mucho aún pero no vamos a permitir que se incumplan normas básicas establecidas para el desempeño de las fuerzas de seguridad”.
La postura de Gimnasia y la AFA
Gabriel Pellegrino, presidente de la institución deportiva, culpó a la seguridad por los hechos: “La capacidad del estadio lo determina la policía, lo mismo el cierre de puerta. La responsabilidad es de la seguridad, sino, ¿para qué está?”.
Desde la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) repudiaron “enérgicamente” los hechos y expresaron su “compromiso de continuar trabajando para erradicar esta clase de episodios que empañan la fiesta del fútbol”.
Respecto al encuentro entre Gimnasia y Esgrima de La Plata y Boca Juniors, aún no hubo una resolución sobre la posible reprogramación o suspensión del encuentro.
Por otra parte, desde el ente máximo del deporte argentino anunciaron la reprogramación de los partidos de Ferro – Almagro y Brown de Adrogué – Almirante Brown. Ambos correspondientes a la 37° fecha de la Primera Nacional.