El pasado viernes 30 de septiembre, la banda Guns N’ Roses se presentó en el estadio Monumental de River Plate ubicado en el barrio porteño de Nuñez.
El show comenzó a las 20 con la presentación de Airbag que hizo vibrar al público con sus canciones para calentar motores. Al cabo de una hora, se volvería a escuchar a los Guns luego de cinco años con “It’s So Easy”. Cabe mencionar que, al principio, el nivel del sonido no era estable, lo que generó un clima tenso.
La banda estadounidense iba a estar presente en el Lollapalooza 2020, pero dicho show fue cancelado como todos los demás por la pandemia de COVID-19 iniciada en marzo de aquel año.
Incluso, esta cancelación tan grande debido a la importancia del festival, generó que el público de dicha banda esperara extasiado por volver a escucharlos.
Un regreso esperado por casi un año
Luego del aviso con un año de anticipación, llegaron con un show de casi tres horas para deslumbrar junto con la guitarra del clásico Slash; una clave infaltable como la voz de Axl Rose y el bajo de Duff McKagan. Sin embargo, los artistas fueron quienes quedaron aún más fascinados por les fans de Argentina y expresaron: “Qué publicó increíble”.
En el medio del show, Axl Rose le pidió al público que hiciera espacio y dejara que el resto que se encontraba más cerca del escenario pudiera disfrutar. Mediante una traducción expresó: “No queremos que nadie se haga daño. Queremos que todos pasen un buen momento”
Por otro lado, cabe destacar que el famoso guitarrista sorprendió al vestir su longeva galera y sus rizos tan peculiares que cumplen un rol especial: cubrir su rostro. Un fenómeno musical que cuando toca en vivo, hace que el público y el tiempo se pierda; donde lo único que resalta es su guitarra.
Asimismo, de una manera más opaca resaltó también McKagan lanzando grandes acordes que se unían al mismo tiempo que la muralla sonora del baterista de la banda, Frank Ferrer. Sin ir más lejos, se presentaron un total de 29 temas característicos, acompañado de baladas que daban pequeñas pausas a los solos de guitarras.
Los Guns N’ Roses, tan clásicos como sus temas
“It’s So Easy” y “Mr. Brownstone”, canciones del álbum Appetite for Destruction, fueron la intro de una noche inolvidable. Luego, los integrantes de la banda tocaron “Chinese Democracy”; y, al pasar la noche, deslumbraron con “Welcome to the Jungle”, junto con el solo de Slash para dar comienzo al tema especial “Sweet Child O’mine”. Los clásicos continuaron con “Paradise City”; “Patience” y “November Rain” .
Tras más de dos horas y media de puros éxitos el recital finalizó con “Knocking on Heaven’s Door” y “Nightrain”, además de la acústica “Wichita Lineman”.