El próximo domingo 20 de noviembre comenzará la Copa Mundial de Fútbol Qatar 2022. No obstante, no todo es color de rosa. El país, ubicado en Medio Oriente, es gobernado por un emirato absolutista que pone muchas trabas por sobre la libertad de expresión y los derechos humanos. Sus políticas y métodos de aplicación resultan muy extrañas y chocantes para quienes viven en países occidentales.
En Qatar existe la sharía, un código de conducta que rige todos los aspectos de la vida de les musulmanes. Esto incluye: cultos, moral, las cosas que tienen permitidas o prohibidas, y las reglas separadoras entre lo que consideran el bien o el mal.
La situación más difícil en la sede mundialista la atraviesan las mujeres. Se encuentran sometidas a una tutela masculina que ni siquiera les permite tomar decisiones propias. Además, deben conseguir el permiso de sus tutores masculinos para casarse, estudiar, acceder a empleos gubernamentales, viajar al extranjero y recibir atención en salud reproductiva.
Con respecto al fútbol, será la primera vez que el seleccionado de Qatar participe en una Copa del Mundo. Su máximo logro fue el título que obtuvo en 2019 en la Copa Asiática, donde venció a Japón en la final. El actual entrenador del conjunto es el español Félix Sánchez Bas.
Las diversidades sexuales y el contacto físico
Una de las normas más indignantes tiene que ver con el rechazo absoluto hacia la comunidad LGBTIQ+. Existen sanciones para quienes mantienen relaciones no heterosexuales, que van desde las multas hasta la prisión.
El responsable de la organización del Mundial, Nasser Al-Khater, recordó estas normas pero aseguró que permitirán «asistir a los partidos» a les aficionades que pertenezcan a dicha comunidad. Sin embargo, advirtió que las muestras de afecto públicas en Qatar están prohibidas «para todos», sin importar la sexualidad.
Otra regla que regirá en el torneo será la que limita el contacto entre hombres y mujeres qataríes con les visitantes. Como parte del anuncio, se remarcó la vital importancia de esperar a que sean los locales los que tomen la iniciativa.
Pautas a seguir en Qatar
- Las mujeres deben cubrir rodillas y hombros con su vestimenta. No se puede usar escote ni hacer topless.
- Los varones deben evitar el uso de pantalones cortos en centros comerciales
- Está prohibido consumir pornografía.
- No se puede beber alcohol en lugares públicos o estadios. Sólo se puede comprar y consumir en comercios habilitados por el Gobierno.
- No se puede comer carne de cerdo.
- Está prohibido dar demostraciones de afecto en público, como tomarse de la mano o dar un beso.
- No se puede capturar material fílmico o fotográfico que sea considerado «insultante e insensible» para la cultura qatarí. Es considerado un crimen punible por la ley local.
Sobre los derechos humanos
Catar aplica castigos penales, como la pena de muerte, para delitos que atenten contra la seguridad nacional. La flagelación se utiliza para quienes consuman alcohol o tengan relaciones sexuales extramatrimoniales.
Además, el Gobierno quiere proteger a toda costa el orden actual y no comprometer sus valores culturales ni su estilo de vida, permitiendo que ciudadanos extranjeros se conviertan en una parte permanente de la sociedad. Las ciudadanías se otorgan en situaciones muy excepcionales.
Muchas personas son llevadas a este país con la promesa de trabajo digno y bien remunerado; pero al instalarse allí se encuentran con situaciones diferentes donde hay esclavitud y abusos.
De los 3 millones de habitantes de Qatar, sólo el 10% son nacidos allí. El resto de la población se compone de personas del subcontinente indio: India, Pakistán, Bangladesh, Nepal, Sri Lanka, entre otros países.