Durante la madrugada de este lunes, ocurrió otro femicidio en la provincia de Mendoza, esta vez en la localidad de Rivadavia. Hugo Osvaldo Sosa ingresó a la casa de Melisa Ríos, su ex pareja, e intentó asesinarla. Como ella no se encontraba allí, en su lugar mató a sangre fría a Karen Ríos, la hermana de la joven. Además, hirió de gravedad a su ex suegra y a otras dos personas.
Les familiares de las jóvenes confirmaron que el hombre era violento y ya había amenazado de muerte a su ex pareja. La causa quedó en manos del fiscal Carlos Giuliani, de Junín-Rivadavia, quien junto al jefe de la UFI, Mariano Carabajal, encabezan la investigación. La principal hipótesis apunta a una equivocación por parte del femicida.
Los hechos
Sosa, de 41 años, tiene un hijo en común con su ex pareja; y, tras su separación, en reiteradas oportunidades había amenazado con asesinarla. Según confirmó la tía de la víctima, la última advertencia la habría realizado el domingo pasado. Horas más tarde fue a su casa a cumplir sus palabras, pero no la encontró.
El agresor se habría escondido con un cuchillo en las inmediaciones de la vivienda e ingresado una vez que uno de los familiares dejó la puerta del garaje abierta. Ya dentro de la casa, fue a la habitación de su expareja pero no se encontraba allí, por lo que atacó a su hermana menor, quien dormía en la cama.
Según la autopsia, el cuerpo de la joven tenía cuatro heridas de arma blanca en su cuerpo, tres de ellas en el hombro y brazo izquierdo, y una en el pecho, la cual causó su muerte. Además, de las manos de la víctima rescataron pelos que le habría arrancado a su agresor al intentar defenderse.
Escena y diagnóstico
En la escena también estaba Adriana Salguero (45), la madre de las jóvenes, quien recibió un puntazo en el cuello cuando quiso defender a Karen. La menor de las víctimas es una hermana de 16 años, quien recibió cortes pero se encuentra estable. A su vez, el novio de la joven asesinada, identificado como Rodrigo Altamirano (21), también fue atacado con un cuchillo.
Según se informó desde el hospital, la madre de la joven asesinada fue diagnosticada con “heridas cortantes en el cuello, hombro, omóplato izquierdo y maxilar superior izquierdo”, por lo que fue derivada al quirófano en estado “muy delicado”.
El femicida salió corriendo con intenciones de escapar y fue alcanzado por el novio de Karen. El hombre finalmente quedó detenido por el crimen. Este martes fue imputado como autor del delito de homicidio agravado por alevosía y por transversalidad. Esto significa matar a un tercero con el objeto de provocar sufrimiento a su pareja o expareja.
Pedido de justicia y represión
Tras conocerse el ataque, amigues y familiares de las víctimas se manifestaron en las redes sociales y pidieron justicia. “Hoy te apagaron tus ganas de salir adelante”, escribió una amiga de Ríos en Facebook. “Eras tan joven y tenías tantas metas por cumplir, y un desgraciado te arrebató todo”, escribió otra a través de Twitter.
En paralelo, la familia de Karen reveló este martes que horas antes del crimen intentaron denunciarlo. Sin embargo, contaron que en dos comisarías no quisieron tomarles la denuncia.
Este martes, tras el asesinato de la joven, marcharon para pedir justicia por Karen y reclamar medidas contra la violencia de género. Sin embargo, la respuesta de la policía fue la represión. Les manifestantes fueron atacades con balas de goma y gases y detenides.
Segundo femicidio en la provincia
Este no es el primer femicidio que ocurre en la provincia de Mendoza. Hace dos semanas, Agostina Trigo salió de su casa rumbo a una entrevista laboral y nunca regresó. La joven, quien vivía en el barrio Buen Orden de San Martín, le dijo a su familia que “iba y volvía”, pero días más tarde encontraron su cuerpo en un descampado.
Los asesinatos de Karen y Agostina se dan en un contexto nacional en el que ocurre un femicidio cada 35 horas. Desde el Observatorio Ahora que sí nos ven, informaron que, en lo que va de 2022, hubo 147 femicidios.
Dentro de los datos más relevantes, 35 femicidas se dieron a la fuga; mientras que otros 27 se suicidaron. Además, 24 víctimas habían realizado al menos una denuncia y 16 tenían medidas de protección.