Desde el próximo miércoles 10 de agosto a las 20 horas, se presentará en el Teatro Regio (Avenida Córdoba 6056, CABA) el grupo teatral La Zaranda con la obra “La batalla de los ausentes”. En dicha representación buscan visualizar a los sobrevivientes de una guerra que nadie recuerda.
Según relataron desde el grupo a modo de metáfora, “Más que son, fueron. Sobrevivientes de una guerra que nadie recuerda, por más que no cejen en su intento vano de ganar una batalla contra el olvido. Magnificando aquellas escaramuzas, meras efemérides que a nadie interesan”.
En esta oportunidad, los tres personajes principales que estarán en la función intentan reflejar a través del humor, cómo fueron sus vidas en combate. Dando a entender que ellos son quienes quedan luego de semejante batalla atravesada. Una manera particular de mostrar como queda un ejército al caer los hombres.
Sin embargo, desde La Zaranda expresan que “Su lenguaje es su desarbolada bandera en un mundo que amenaza el sentido poético de la existencia”. Y así, incluso se enfrentan a un combate sin sentido.
De este modo, convierten a los protagonistas en tres farsantes que tienen como acto de resistencia el uso de la fe y la dignidad, “Simplemente, derrotados nunca vencidos”. Nota al Pie diálogo con el director de la obra Paco de La Zaranda para que cuente en detalle de que trata la historia y demás.
¿De dónde surge la planeación de esta obra?
No existe una planificación propiamente dicha. La obra siempre surge de la necesidad de encontrarnos ante el hecho creativo, algo que va madurando en nosotros, en este caso el encerramiento de la compañía a consecuencia del Covid 19, hizo que surgiera la necesidad del reencuentro.
Y desde un acto de reflexión profunda, ahondamos en un texto que una vez más Eusebio Calonge (testaferro de la compañía) puso en nuestras manos. Razón que nos generó que pudiéramos junto a él, ir poco a poco sacándolo a la vida del escenario. En ese reencuentro nació “La batalla de los ausentes”.
¿Que inspiró a La Zaranda para llevar esta temática al teatro?, ¿qué pueden destacar de la obra en el público y en ustedes?
Lo que nos inspira siempre en una obra es la poética que llevamos dentro. En esta ocasión las trincheras son, nunca mejor dicho, las trincheras que después de más de cuarenta años tenemos dentro.
En este caso, trincheras metafísicas que nos sitúan en la batalla que libramos primero contra nosotros mismos y luego contra diferentes extractos del poder. Esta complicidad con nosotros, se sitúa en una complicidad que genera, que el público se sienta partícipe de la batalla. Y por lo tanto, esté (presente) en el combate de que la cultura no se convierta en un estercolero.
¿Por qué el nombre “La batalla de los ausentes»?, ¿cómo fue la selección de los actores?. Al mismo tiempo, ¿cómo surge el guión de esta historia/obra?, ¿tuvieron resultados positivos?
Porque (decir) los ausentes, es decir todos. Los que de alguna manera entregaron su vida a la búsqueda de la belleza, a encontrar un sentido poético de la existencia. Estos forman parte de la misma batalla, y de ese mismo modo estamos obligados a dejar una luz prendida por ellos y para ellos. Es decir, para los que vendrán.
En el caso de la selección de los actores no hubo una como tal. Los tres actores son el núcleo fijo de la Zaranda. En relación a los resultados positivos, si hablamos del Covid, te diré que tuvimos positivos y negativos.
Y si hablamos de la batalla, cada espectador tendrá que contarlo. Personalmente, aparte de las excelentes críticas que recibió el trabajo, te diré que no creo en los resultados. La batalla está perdida ,siempre derrotados, nunca vencidos.
La Zaranda (Teatro inestable de Ninguna parte)
El grupo La Zaranda hace más de cuatro décadas que está en el mundo teatral. Siempre acompañados de una amplia labor creativa que le ha dado un gran prestigio a nivel internacional. Asimismo, lo que los caracteriza es tener como recursos el drama ante todo al igual que la búsqueda de una poética trascendente sin perder la cotidianidad.
Entre otras cosas, utilizan el uso simbólico de los objetos, la expresividad visual, la encarnación de textos en situaciones teatrales y la plasmación de personajes vivos. Su método de trabajo consta de un riguroso proceso de creación en comunidad.