La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) reclamó que se realice de manera urgente otra autopsia del cuerpo de Daiana Abregú. El 5 de junio la joven había sido demorada por “disturbios en la calle”. Horas más tarde, fue encontrada muerta en un calabozo de la comisaría de Laprida.
Además, en su calidad de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura de la Provincia, la CPM solicitó medidas de preservación del cuerpo, que continua en un depósito del cementerio local.
Ante la incertidumbre del caso, a finales de junio la Fiscalía General de Azul le solicitó al fiscal que lleva adelante la causa, Juan Ignacio Calonje, que revise su negativa a una nueva autopsia.
Cabe mencionar que, tras las falencias de la primera, se aconsejó que la nueva autopsia se lleve a cabo con la aplicación del protocolo de Minnesota. Éste debe seguirse en casos de muertes bajo custodia del Estado.
Sin embargo, Calonje sigue sin considerar el pedido de la fiscalía. Tampoco se ocupó en conservar el cuerpo de manera adecuada en una cámara de frío. Ante la denegación, denuncian que la demora del fiscal afecta pruebas que pueden resultar valiosas e irreproducibles.
El caso
Daiana Abregú tenía 26 años y estaba por mudarse junto con su hijo de 9 a la ciudad de La Plata. Pero la madrugada del domingo 5 de junio, la policía de Laprida la demoró por una contravención.
Según el personal policial, Daiana había causado disturbios en la calle y por eso la encerraron en un calabozo de la Estación Comunal. Alrededor de las 15:30 horas de ese día la encontraron ahorcada con su campera.
La versión que presentó la policía sostiene que, apenas encontraron el cuerpo, el subinspector llamó a emergencias médicas. El paramédico intentó reanimar a la joven y 20 minutos después confirmaron su muerte. La familia fue notificada cerca de las 18:30 horas de ese mismo domingo y desde entonces descreen de la teoría policial.
“Según ellos se suicidó a las tres de la tarde pero nos avisaron a las seis. Primero se enteró todo el pueblo y después nosotros”, dijeron sus padres en conversación con los medios.
Semanas después de la muerte de la joven, el viernes 17 de junio, autoridades de la Policía Bonaerense decidieron remover a toda la cúpula policial de Laprida. Por el momento, la causa se investiga como “averiguación de causales de muerte”.
La inoperancia del fiscal
Para la autopsia, Daiana Abregú falleció por un paro cardíaco por asfixia mecánica y no presentaba otra lesión externa. En tanto, desde la Comisión Provincial por la Memoria aseguran que la joven “murió bajo custodia estatal y existen pruebas en el expediente judicial que podrían involucrar a funcionarios policiales en su muerte”.
“El titular de una unidad fiscal especializada en violencia institucional no puede desconocer los principios de celeridad ni la aplicación de los estándares internacionales de investigación que debe guiar su accionar”, remarcaron sobre el accionar de Calonje.
A su vez, agregaron que “llama la atención que un fiscal designado para investigar la violencia institucional no ordene ni controle la aplicación de los protocolos elementales reconocidos internacionalmente para estos casos”.Por último, acerca de la actuación del Ministerio Público Fiscal, desde la CPM aseguraron que “la negligencia, sumada a la desidia, la falta de diligencia y celeridad” generan las condiciones “para que nunca sepamos la verdad sobre la muerte de Daiana y así pueda quedar impune”.