
Este jueves, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires le dio una primera sanción a la Ley que busca frenar la construcción de torres en dos polígonos de los barrios porteños de Belgrano y Núñez. Esto se dio luego de diversos reclamos de vecines que estaban en contra de que se levantaran torres en estos lugares que tradicionalmente se caracterizaron por ser barrios de casas bajas.
Cómo empezó todo
El nuevo Código Urbanístico (CUR) se aprobó en 2018. El cambio esencial que trajo el nuevo Código es que se eliminó el límite de cuánto se podía construir sobre cada terreno. Hubo un aumento de densidad en el terreno. Y algunos barrios, entre ellos Belgrano y Núñez, de repente se llenaron de cervecerías o polos gastronómicos. Además de, claro está, torres de una altura considerable.
“El actual código urbanístico generó un incremento generalizado a la capacidad constructiva en toda la ciudad, perjudicando a los barrios de casa baja, de densidad baja”, nos comentó Jonatan Baldiviezo, integrante del Observatorio del Derecho a la Ciudad.
Además, indicó que “Esas construcciones lo que van a generar, en algunos barrios, son consecuencias negativas a niveles sociales y de calidad de vida y al ambiente”. Otro cambio fue que, cuando alguno de los edificios linderos supera la altura máxima que va a tener la construcción, se puede igualar la altura de dicho edificio.
Intentos de cambio en el código
La norma que tuvo una primera sanción este jueves, tuvo 31 votos positivos del bloque oficialista de Vamos Juntos, acompañados por la UCR-Evolución. Además, contó con cinco votos negativos de la bancada de La Libertad Avanza y 20 abstenciones del Frente de Todos y del Frente de Izquierda.
Las zonas en las cuales se intentan frenar la construcción de torres son las zonas conocidas como Lomas de Núñez. Y un sector del Bajo Belgrano, que, gracias al nuevo Código Urbanístico, sufrieron con los cambios llevados adelante por inmobiliarias, que intentan imponer en dichos barrios residenciales e históricamente de casas bajas, grandes torres y locales gastronómicos.
“El CUR no trajo ninguna ventaja para la ciudad de buenos aires, pero sí generó oportunidades de especulación inmobiliaria”, nos dijo Baldiviezo. Son muchos los barrios que sufren el mismo problema, pero les legisladores escucharon los reclamos de los barrios de Belgrano y Núñez y los llevaron al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, específicamente al área de planificación urbana.
Luego de eso, se redactaron dos proyectos para dejar sin efecto lo establecido en el Código Urbanístico aprobado en 2018 y así evitar que en esos dos polígonos sigan construyéndose torres.
Cuáles son los proyectos
La primera propuesta es llevada adelante por el presidente del bloque Vamos Juntos, Diego García Vilas. Y contempla a la zona del «Nuevo Belgrano», delimitada por las calles Sucre, Migueletes, Monroe, Ramsey, Blanco Encalada, Cazadores, Mendoza, Dragones, Juramento, Húsares y Echeverría.
Allí, no se van a poder llevar adelante construcciones que no sean casas unifamiliares ni tampoco pueden llegar a la zona comercios gastronómicos. Lo que sí puede hacerse con construcciones de hasta seis pisos.
Baldiviezo nos comentó que “Es un gran paso, una gran victoria” que se diera lugar al reclamo de les vecines. “Es el reconocimiento de la identidad de los barrios”, agregó, pero al mismo tiempo, afirmó que “Es una problemática que afecta a varios barrios”.
La otra iniciativa es llevada adelante por la legisladora de la UCR Manuela Thourte. Es en base al polígono delimitado por las calles Vedia, las vías del Ferrocarril Mitre, y las calles Vilela y Cuba». Este barrio es conocido como «Lomas de Núñez». En este barrio no se podrán construir edificios de más de dos pisos ni se podrá igualar la altura de construcciones lindantes ya construidas.
Las voces de legisladores
El legislador Matías Barroetaveña, del Frente de Todos, pidió, durante el debate, «hacernos cargo de que el CUR que votaron acá fracasó”. Además, manifestó que “estamos obligados a discutirlo convocando a la ciudadanía para enmendar los problemas que generó».
García Vilas, por su parte, admitió que «una norma general que abarcó más de 13 mil manzanas, pudo tener efectos no deseados en algunos barrios específicos», por lo cual sostuvo que «es nuestra obligación resolver estos temas que le preocupan a los vecinos».
El legislador del Frente De Todos Javier Andrade señaló que los vecinos de Belgrano «lograron que la transformación pare». Esto fue en alusión al eslogan publicitario del Gobierno porteño «La transformación no para».
«Esta iniciativa surgió de vecinos que se movilizaron y se acercaron para plantear la necesidad de conservar su identidad barrial», contó a su turno Marcela Thourte, legisladora de UCR-Evolución.
Claudia Neira, también del Frente De Todos, indicó que «estamos hablando parcialmente de la zona, tomando una sola parcela y ni siquiera abordándola toda. No hay un plan de detalle ni un diagnóstico”. La diputada calificó al proyecto como insuficiente, porque «no estamos abordando toda la normativa».
Gabriel Solano, del Frente de Izquierda, aseguró que “lo que se discute viene a convalidar la denuncia que hicimos cuando se aprobó este Código”. Finalmente, Ramiro Marra, legislador de La Libertad Avanza, enfatizó su rechazo al proyecto expresando que «no respeta la propiedad privada».