Brittney Griner, de 31 años, es basquetbolista y juega en Phoenix Mercury, equipo que milita en la Women ‘s National Basketball Association de los Estados Unidos. La estrella de la NBA femenina (WNBA) es lesbiana, queer y activista por los derechos de la colectividad LGBTIQ+. El pasado viernes comenzó el campeonato donde Brittney debería participar, pero una insólita razón no le permite hacerlo.
El pasado 17 de febrero, en el aeropuerto de Moscú-Sheremétievo, la policía local encontró, presuntamente, aceite de cannabis en sus valijas y decidió arrestarla. Griner estaba por tomar un vuelo para regresar a su país luego de jugar en Rusia. Su detención recién se hizo pública el 5 de marzo. Todo esto sucedió mientras la guerra entre dicha nación y Ucrania se encontraba en su momento más crítico.
Para un país como el presidido por Vladimir Putin, la figura de Brittney puede resultar controversial; desde 2013, existe la ley anti-propaganda de relaciones “no tradicionales” en Rusia. En pocas palabras, es una norma que prohíbe hablar de homosexualidad en dicho territorio. Además, existen testimonios de personas que se han manifestado contra estas medidas y han sido reprimidas por las fuerzas o detenidas.
El viernes, la justicia rusa anunció que Griner permanecerá bajo prisión preventiva al menos un mes más. Razón por la que, en Estados Unidos, su país natal, la preocupación no ha dejado de acrecentarse y muchas figuras han exigido la libertad de la basquetbolista.
En tanto, Rusia es un país líder en la lucha contra las drogas. Allí existen leyes que establecen hasta 15 de años de prisión por llevar discursos sobre estas sustancias en internet. Fue Putin quien incentivó la mayoría de las normas que rigen en su nación respecto a este tema. No obstante, se han registrado malos tratos por parte del personal de salud hacia quienes son adictes o consumidores de drogas y recurren a consultas médicas.
¿Qué opina el gobierno de Biden sobre la detención?
El presidente norteamericano Joe Biden calificó a Brittney Griner de ‘prisionera política’. “El Gobierno estadounidense continuará realizando gestiones para proveer un apoyo adecuado a la señorita Griner”, manifestaron desde el Departamento de Estado. En ese marco, el caso de la mujer de 31 años pasó a la Oficina del Enviado Presidencial Especial para Asuntos de Rehenes, que se encarga de negociar la libertad de rehenes y detenides estadounidenses considerados injustamente detenidos. Además, un funcionario visitó a la jugadora en marzo.
Por otra parte, Nneka Ogwumike, presidenta de la Asociación de Jugadoras de la WNBA, se manifestó al respecto en una entrevista: “Estamos realmente más preocupados por su salud y su seguridad. Sobre todo su salud mental. Estamos escuchando que ella está bien, pero la queremos en casa. La realidad es que ella está ahí por una cuestión de género”.
El pedido de libertad de Brittney
La NBA no quedó exenta de este reclamo y han ocurrido varios episodios que involucraron a la basquetbolista. Chris Paul, figura del mismo club que Brittney, habló sobre el tema: “Creo que todos la quieren, y ella es una gran parte de la comunidad. Todos la apoyamos y solo queremos llevarla a casa lo antes posible”. La institución tomó la decisión de usar las iniciales del nombre de la jugadora en una calcomanía durante cada partido. El mensaje del equipo fue ‘honrar’ a Brittney en su cancha por el resto del campeonato.
Front and center. #WeAreBG pic.twitter.com/PJmQCPHNNp
— Phoenix Suns (@Suns) May 10, 2022
La impronta de Brittney en el básquet
Es la jugadora más alta de la WNBA, con 2,03 metros. También consiguió el récord de más mates realizados por una mujer en un partido de la liga profesional. Llevó al seleccionado de EE.UU a ganar la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y de Tokio 2020.