Este jueves tuvo lugar una marcha pautada por la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR). Esta organización de cartoneres forma parte de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP). Pasado el mediodía, se esperaba una reunión con Lucas Llauradó, director de la Dirección General de Operación de Reciclado. El encuentro tenía como fin tratar varias problemáticas, sin embargo esa reunión nunca llegó.
Desde las distintas agrupaciones se convocó una movilización, previa a la reunión, para exigir la apertura de paritarias. Además, los reclamos incluyen el mantenimiento de centros verdes y el reintegro del sueldo de les trabajadores que fueron estafados por una prueba piloto que hicieron desde el Gobierno de La Ciudad, encabezado por Horacio Rodríguez Larreta.
A pesar de los puntos mencionados, la reunión jamás pudo ser concretada. La infantería y la policía de la ciudad cerraron las puertas del lugar impidiendo el ingreso, lo que llevó a les manifestantes a dirigirse hacia el Parque Lezama. Una vez allí fueron emboscades por la propia infantería, quienes reprimieron y detuvieron a seis integrantes de la organización.
«La Policía de la Ciudad reprimió y detuvo a seis compañeros y compañeras en la movilización pacífica que estábamos llevando adelante desde la Federación y Amanecer de los Cartoneros por paritarias y mejoras en los Centros Verdes de la ciudad. Nos encontramos en estado de alerta y movilización y exigimos la inmediata liberación de nuestros compañeros y compañeras ¡Ni un preso o presa más por luchar!», expresó la FACCyR en su página de Facebook.
Más tarde, la Policía de la Ciudad detuvo a otres seis manifestantes. Según las declaraciones brindadas a Télam, les cooperativistas se concentraron ante la fiscalía porteña, Combate de los Pozos 155, exigiendo la libertad de sus compañeros.
La represión en primera persona
Nota al Pie charló con Leonor Larraburu. Leonor es referente y dirigente de las organizaciones de cartoneros y del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE). En diálogo con este medio, Leonor relató paso a paso la persecución sufrida el día jueves.
“La reunión estaba pautada para las dos de la tarde. Cuando llegamos nos cerraron las puertas en la cara y la infantería se cruzó delante de ellas. Estábamos haciendo el corte en Saavedra y Barracas con los compañeros que habían cobrado 5 mil pesos cuando les correspondía 31 mil. Vimos a toda esa cantidad de policías e infantería y decidimos retirarnos del lugar” comenzó relatando Larraburu.
Cuando llegaban al Parque Lezama se produjo la emboscada y la represión brutal. “Quedaron (los micros) cruzados en toda la avenida como se puede ver en las fotos, nos secuestraron todo lo que estaba adentro y no nos dejaron mover más” relató indignada.
Luego, comenzaron las amenazas. “La policía nos dijo que la zona estaba liberada y que si no bajábamos nos iban a empezar a pegar, yo estaba hablando con él cuando la infantería lo corre y dan la señal de avance. Ahí es cuando se produce todo lo que se ve en las fotos y vídeos”, expresó.
El estigma de los cartoneros y las cartoneras
“Automáticamente nos empiezan a pegar” dijo Larraburu. Y agregó que “a una compañera la arrastraron dos cuadras del pelo hasta el móvil. Fue directamente una cacería, nos corrieron con las motos por la plaza mientras nos gritaban ‘vayan a laburar’”.
Por último, aseguró que movilizarán todo lo que tengan que movilizar mientras siga habiendo detenidos y la fiscalía no libere a los mismos. Hoy se produjo una nueva marcha. A su vez, se brindó una conferencia de prensa explicando lo sucedido y exigiendo respuestas por parte del gobierno de la ciudad.
“¿Por qué ese mal trato? ¿Por qué esa violencia con un sector que solo fue a reclamar sus derechos? Nos cagaron a palos, nos detuvieron compañeros y pretenden que no nos plantemos en la puerta de una fiscalía para exigir la liberación de los detenidos. Queremos la renuncia del director y toda su comisión” concluyó la dirigente.
Finalmente, el día de hoy, jueves 6 de mayo, a las 17 hs. les detenides lograron ser liberades, y pudieron reencontrarse con sus familias y compañeres.