Sebastián Solé anunció su retiro de la Selección Argentina de Vóley. En su mensaje de despedida, que publicó en su cuenta de Instagram, dijo que “llegó el momento de dedicarle tiempo a mis seres queridos, a mi físico, a mi futuro”. En agosto del año pasado, en los Juegos Olímpicos de Tokio, obtuvo, junto con el resto de sus compañeros, la medalla de bronce imponiéndose a Brasil en el partido por el tercer puesto.
Sus inicios
Sebastián Solé nació el 12 de junio de 1991 en Rosario. Se interesó por el vóley gracias a su hermano mayor, Emanuel. Se formó en el club Centro Rosario Sonder.
En 2010 llegó al Club Bolívar, donde jugó por tres temporadas hasta el 2013. En su primer año, obtuvo el Oro en el Sudamericano de Clubes.
En 2009 arrancó su historia con la Selección Argentina. En dicho año, integró la Selección juvenil en el Mundial de Pune, en India. Allí obtuvo la medalla de bronce. Estuvo en categorías juveniles hasta 2011, momento en el que jugó la Liga Mundial de Vóley con Argentina en Gdańsk, ciudad de Polonia. Allí terminaron en el cuarto puesto. También en ese año jugó y ganó la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos en Guadalajara, ciudad de México.
Solé olímpico
Sin dudas que el salto con la Selección Argentina y su primera cita importante lo dio en 2012 cuando disputó sus primeros Juegos Olímpicos que se disputaron en la ciudad de Londres. En dicha oportunidad, perdieron en cuartos de final contra la Selección de Brasil. Fue la primera cita importante para una joven camada de jugadores.
En 2015 llegó su primera alegría deportiva junto con la Selección Argentina al obtener la medalla de oro en los Juegos Panamericanos en Toronto, ciudad de Canadá. En la final se impusieron a Brasil.
Un año más tarde, llegaron sus segundos Juegos Olímpicos esta vez en la ciudad de Río de Janeiro, en Brasil. En esta oportunidad, Argentina perdió en cuartos de final contra Brasil. «Nos tenemos que ir con la cabeza bien arriba. Todos los partidos jugamos bien”, dijo Sebastián Solé a TyC Sports una vez terminado el partido. “Es triste porque termina una preparación de cuatro años. De acá en adelante nuestros rivales van a entrar a jugarnos con más respeto, porque tenemos equipo y el año que viene vamos a seguir con todo», agregó.
La frutilla del postre en Tokio
Pese a todo lo conseguido hasta ese momento, no hay duda de que el 7 de agosto del 2021 no sólo quedará en la memoria de Sebastián Solé, sino también en la de todo un equipo y cuerpo técnico argentino y, además, de todo el público que siguió de madrugada cada uno de los partidos de esa Selección en Tokio. Ese día Argentina se jugaba el tercer puesto, la medalla de bronce, nada más y nada menos que contra Brasil. En la semifinal, Argentina perdió contra Francia, pero tenía la oportunidad de sacarse rápido la espina enfrentando a su clásico rival.
Y, finalmente, pudieron lograr el sueño. Eso que cuatro años antes no pudieron hacer, esta vez, en Tokio, sí se pudo. Era el broche de oro para Sebastián Solé después de tres Juegos Olímpicos en los que no había podido conseguir ninguna medalla olímpica para el país.
“Esta es una medalla que vale mucho más que el oro, es de diamante. Es difícil el deporte y estar al nivel de los grandes equipos y enfrentamos a seleccionados que acostumbran a estar ahí”, aseguró en declaraciones a TyC Sports. Después agregó “Es una alegría inmensa, hace mucho tiempo venimos empujando”.
La duda sobre su retiro y su posterior confirmación
Si bien todo era alegría, al mismo tiempo, Sebastián Solé advirtió: «Puede que sea mi último partido, no lo sé; tengo ganas de darle bola a mi familia, disfrutar de ella». Dichas declaraciones tienen un motivo: mientras Sebastián se encontraba jugando con Argentina, fue padre; y su mujer no tuvo un embarazo sencillo, en el cual Sebastián Solé no pudo estar presente, ya que se encontraba entrenando con la Selección.
Pasado el tiempo, el rosarino finalmente confirmó su decisión de retirarse de la Selección y, ante los rumores de que lo hacía para irse a jugar con la Selección de Italia, ya que tiene la doble ciudadanía, en su mensaje de despedida, aclaró: “Mi camiseta es y será la albiceleste. ¡Aguante Argentina, carajo!”.