Memorias, estudios críticos, artículos de revistas y documentales han celebrado el legado de El Padrino (The Godfather). En el año de su quincuagésimo aniversario, Paramount+ estrena The Offer, una miniserie sobre su realización. El cast está encabezado por Dan Fogler, en la piel de Francis Ford Coppola, Matthew Goode como su jefe, el carismático directivo de Paramount Studios, Robert Evans, y Miles Teller como Albert S. Ruddy, el productor que impulsó el film.
La serie lleva a principios de la década del ‘70. Ruddy era una cara nueva y Paramount lo eligió para producir la película en parte debido a su joven ambición y su historial de completar películas por debajo del presupuesto. El film lo lanzó a la fama, pero su producción no estuvo exenta de problemas. «Cada día de hacer El Padrino fue el peor día de mi vida», sostuvo el productor de 92 años. Esta miseria parece estar plasmada en la serie.
El programa también le dará a Bettye McCart el protagonismo que se merece. Fue la aliada y defensora más cercana de Ruddy durante los puntos irregulares de la producción. Se destacó como la principal voz femenina en una producción dominada en gran medida por hombres.
Quizás la mayor amenaza para la realización de la película fue el mafioso italoamericano Joe Colombo. El mismo, un jefe de la mafia, se opuso con vehemencia a que los medios presentaran a su gente como mafiosos y odiaba la atención a su línea de trabajo. En cuanto a cómo la obra llegó al público, incluso frente a las amenazas del crimen organizado, aún es un misterio.
The Offer sin duda será una versión oscura, cómica y emocionante de un drama muy real de Hollywood, que ofrece la mirada interna al infierno de producción de una de las mejores películas jamás realizada.
El colapso del sueño americano
Cuando Mario Puzo completó su primer borrador de la novela El Padrino, es poco probable que supiera que años más tarde se adaptaría a la que es considerada una de las mejores producciones del séptimo arte.
“Creo en Estados Unidos” fueron las primeras palabras pronunciadas en la película. Estas configuran la historia que refleja la locura, la gloria y el fracaso del American Dream, junto con la decadencia moral de la juventud optimista. El Padrino le dio una mirada cínica a ese sueño. En un momento en que Estados Unidos estaba envuelto tanto en la crisis por la guerra de Vietnam como en el escándalo Watergate. Ayudó a abrir la puerta a historias más duras y críticas en lo que se conoció como el ‘’Nuevo Hollywood de los años 70’’.
La elección de un director que venía de una serie de fracasos de taquilla, junto a un cast de poca relevancia, encabezado por un marginal de la industria como Marlon Brando, habían destinado a la película a un fracaso prematuro. Pero a pesar de esto, El Padrino creó magia en la pantalla y fue aclamada como un clásico instantáneo.
La forma en que la obra retrata la violencia también cambió las reglas del juego. Caballos degollados, jóvenes esposas embarazadas explotando por los aires y una interminable ráfaga de balas. La violencia brutal estuvo presente en todo momento, pero demostró ser una parte vital y válida de la narración.
La película también cambió el sistema estelar de la década de 1970. Como Don Vito Corleone, Brando ganó el Oscar al Mejor Actor, premio que rechazó como forma de protesta a la discriminación contra los pueblos orignarios estadounidenses. Durante el resto de esa década y los años siguientes, Pacino, Caan, Keaton, Shire, Robert Duvall y John Cazale dominaron la pantalla.
El audaz riesgo de la Parte II
La ola de cambio continuó dos años después con El Padrino: Parte II (1974). Coppola nuevamente asumió riesgos audaces al estructurar la película como una precuela y una secuela del original. Explicaba primero cómo los Corleone se establecieron en Estados Unidos y luego cómo creció el imperio bajo el control de Michael. La decadencia moral de Michael fue la fuerza convincente de la historia, ya que el antiguo hijo dorado de la familia se transformó en un monstruo.
La película fue un éxito y su estrella emergente fue Robert De Niro, quien ganó un Oscar por interpretar al joven Don Vito Corleone. En los Oscar, la Parte II batió récords: ganó seis de las estatuillas y fue la primera secuela en ganar la Mejor Película. De Niro y Brando se convirtieron en los únicos actores en ganar por interpretar el mismo papel.
Todo en el tiempo
Cuando llegó El Padrino: Parte III en 1990, había pasado demasiado tiempo desde las películas originales. A pesar de las altas expectativas, decepcionó en muchos frentes. Las críticas más duras fueron por la actuación de Sofia Coppola como la hija de Michael, Mary, en una trama enrevesada que intentaba combinar una historia de redención con una historia de corrupción en el Vaticano.
Pero lo que sí tenía a su favor fue la actuación estelar de Andy García como el temperamental hijo de Sonny, Vincent Mancini, que le valió una nominación al Oscar. La Parte III obtuvo siete nominaciones al Oscar, pero a diferencia de sus predecesoras, no ganó ninguna.
Un grito silencioso
El interminable y silencioso grito de terror de Michael en las escaleras del teatro es escalofriante. Resultó un final poderoso, pero el viaje para llegar allí fue demasiado impredecible.
La película sufrió comparaciones con la obra de Scorsese Buenos muchachos (Goodfellas) que solo se había estrenado unas semanas antes en 1990. La ironía es que es poco probable que Buenos Muchachos se hubiera hecho alguna vez si no fuera por el éxito anterior de El Padrino. Incluso años más tarde, el camino para Tony Soprano de la televisión había sido pavimentado por el clásico dirigido por Coppola.
La trilogía El Padrino y la miniserie The Offer estarán disponibles en Paramount+ a partir del viernes 29 de abril.