El sábado por la mañana, dos jóvenes mantuvieron una pelea en la plaza San Martin de la localidad de Cipolletti (Río Negro), luego de salir del boliche Kpela. Allí se hicieron presentes efectivos policiales que, en un principio, no se dispusieron a separarlos, sino que uno de ellos disparó provocando heridas de gravedad a uno de los jóvenes.
A la víctima de 22 años, identificada como Matías Vásquez, lo alcanzó una bala de estruendo. El arma fue disparada por Franco Aguila, de la Comisaría Cuarta de Cipolletti. El rifle en cuestión es una escopeta.
El estado de la víctima y de la causa
El joven se encuentra en “estado crítico”, ya que la bala que impactó en su cuerpo le produjo la fractura de cuatro costillas y la perforación en uno de sus pulmones. Pese a esto, el hospital en donde se encuentra internado no tiene camas disponibles en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), por lo que se encuentra internado con respirador en una sala de observación de la guardia.
En tanto, el implicado tiene una causa por “Lesiones gravísimas agravadas”, presentada por el fiscal jefe Santiago Márquez Gauna y la fiscal Rocío Guiñazú Alaniz.
Según testigos de la escena, los jóvenes mantenían una pelea en dicho lugar hasta que la policía llegó, y uno de ellos lanzó disparos al aire y dos a quemarropa. Con estos últimos tiros, hirió de gravedad a Vázquez.
Cabe destacar que el efectivo fue trasladado a una dependencia de la Comisaría Cuarta, hasta que el servicio penitenciario disponga de un lugar. Esta situación provocó enojo entre les vecines y familiares, ya que la dependencia ya tenía múltiples denuncias por casos de abuso de autoridad y gatillo fácil.
Cipolletti y una historia repetida
Matías Vázquez no es el único caso de gatillo fácil en Cipolletti. El 9 de agosto de 2020, Franco Cabrera fue baleado en la cabeza, produciéndole muerte cerebral, producto de una persecución por efectivos de la comisaría cuarta en el Barrio Costa Norte.
En la investigación del caso de este joven, desvincularon al Jefe de la Comisaría Cuarta, Juan Osvaldo Huanque, y a cuatro de los uniformados partícipes en la persecución, ya que, el disparo salió de un arma reglamentaria.
La historia de Cipolletti cuenta con un gran historial de abuso de poder por parte de la policía. En 2011, Nicolás Scorolli, un joven de 16 años, fue asesinado por un cabo de la policía provincial que le disparó en la cabeza, cuando fue interceptado por conducir un auto robado.
Pese a las graves denuncias que les vecines de la localidad de Cipolleti han hecho, la policía sigue actuado con impunidad. Ya no solo aplica el gatillo fácil, sino que también tapan causas de femicidios como el triple crimen de las hermanas González y Verónica Villar.
El 9 de noviembre de 1997, Verónica Villar (22 años) y las hermanas González, Paula (17 años) y María Emilia (24 años) fueron secuestradas, asesinadas y descartaron sus cuerpos en la zona de Los Olivillos.
La justicia condenó a Claudio Kielmasz y Hugo González Pino en julio de 2001 por el “secuestro agravado” de las jóvenes. El Superior Tribunal de Justicia anuló la condena de González Pino y avaló la hipótesis de la participación de otros tres sujetos, nunca identificados.
Por este hecho, les vecines denunciaron la participación de policías de la localidad en una red de prostitución, ya que, en una de las investigaciones apareció la escucha telefónica de un proxeneta con un efectivo. En esta causa no se juzgó a ningún efectivo.