Les trabajadores de Amazon en Nueva York han logrado aprobar la formación del primer sindicato de la empresa multimillonaria en Estados Unidos a partir de una votación. Les empleades del depósito de Staten Island JFK8 llegaron a la sindicalización con 2.654 votos y 2.131 en contra, según el recuento federal de relaciones laborales.
Para la compañía, que se oponía a cualquier forma de organización laboral de sus empleades desde su creación 27 años atrás, significa un hecho histórico. Además de representar una gran victoria para la lucha por los derechos laborales en Estados Unidos.
La iniciativa de la creación y la lucha por el sindicato Amazon Labor Union (A.L.U) fue liderada por Derrick Palmer, trabajador de la instalación, y su ex compañero de trabajo, Christian Smalls. Este último fue despedido en 2020 por ayudar a organizar una huelga en protesta por los deficientes protocolos de seguridad por el coronavirus fijados por la empresa.
Sin embargo, para A.L.U la victoria todavía no está asegurada. Según los diagnósticos, se esperan discusiones más intensas entre el nuevo sindicato y la corporación. Amazon está cubriendo todas las instancias, pruebas y documentos para intentar anular las elecciones. Mientras el sindicato intentará ganar otra votación que parece más difícil en Staten Island. Además, el foco está en las otras instalaciones de Amazon, se evalúa si es posible que se repita una situación de sindicalización, y en ese caso, cómo responderá la empresa.
Nació un sindicato
La creación del sindicato fue consecuencia de una larga lista de reclamos hacia la corporación y las condiciones salariales y laborales, sobre todo el funcionamiento de Amazon durante la pandemia. Entre los problemas más destacados se encuentran: la tasa de rotación anual de personal altísima del 150%; sistemas defectuosos que provocaron que algunes trabajadores perdieran beneficios, o incluso, empleos; un enfoque de administración de estricto monitoreo que ha promovido la cultura del miedo y la baja confianza.
Smalls expresó esta semana que el sindicato estaba preparado para exigir cambios amplios en las condiciones laborales de Amazon: tanto en seguridad, salario y beneficios. Sin embargo, la campaña carece de un objetivo específico y motivador, como la lucha por el salario mínimo. Como así fue en 2018, cuando aparecieron las presiones políticas de la Campaña Nacional del salario mínimo, Amazon se vio obligado por presiones sociales y políticas a aumentar los salarios a 15 dólares por hora. Llegando hoy el salario inicial a un promedio de más de 18 dólares por hora.
Además, las políticas más conflictivas de la empresa se remontan a la visión original de Jeff Bezos, fundador y director ejecutivo de Amazon. De Bezos, proviene el modelo de empleo a corto plazo, con pocas oportunidades de crecimiento, y el uso de tecnología para contratar, monitorear y gestionar trabajadores.
«La victoria sindical en Amazon en Staten Island es una señal de que los trabajadores estadounidenses ya no aceptan más la explotación. Están cansados de trabajar más horas por salarios más bajos. Quieren una economía que funcione para todos, no solo para Jeff Bezos», ponderó el congresista demócrata Bernie Sanders.
Escenario de conflictos: desafíos por delante e intenciones
Tanto Amazon como el nuevo sindicato tienen el mismo desafío por delante: enfrentar la lista de quejas de les trabajadores con la empresa. Mientras Smalls y les nueves referentes organizades están pensando cómo llevar adelante sus políticas mientras intentan expandir la sindicalización a otras instalaciones, la corporación está recolectando todo el cuerpo legal necesario para anular las elecciones.
Para lograr la impugnación de la votación, la empresa debería demostrar que las condiciones de les trabajadoras son buenas y cumple con los acuerdos necesarios garantizando los derechos laborales. Y de esta manera, probar que los problemas fueron generalizados y contaminaron la votación, así lo explicó Wilma Liebman, exdirectora de la Junta Nacional de Relaciones Laborales.
Andy Jassy, el director ejecutivo de la empresa, este jueves en la primera carta escrita hacia los accionistas desde que asumió, reconoció la amplitud de los problemas. “Hemos investigado y creado una lista de lo que creemos que son los 100 principales puntos débiles de la experiencia de los empleados y los estamos resolviendo sistemáticamente”, expresó.
Por otro lado, Smalls contó que trabajadores de más de cien instalaciones diferentes de Amazon se han puesto en contacto con A.L.U, interesades en organizarse en sus sedes. Además, anunció que el sindicato planea expandirse a nivel nacional.
El mes pasado, en otra elección anulada, les trabajadores de una instalación de Amazon en Alabama rechazaron por pocos puntos la sindicalización, aunque el margen es lo suficientemente estrecho como para que los resultados no se conozcan hasta que se lleguen a cientos de votos impugnados.