Este jueves será una jornada histórica para el fútbol argentino, ya que marcará el inicio de la Asistencia Arbitral por Video (VAR) en la Copa de la Liga. Así, la implementación del nuevo sistema comenzará desde las 21.30hs, en el partido entre Colón y Aldosivi.
El mismo estará ubicado en el nuevo edificio que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) posee en Ezeiza. Allí, el colegiade encargado del VAR se comunicará con el juez principal de cada encuentro. La sala de video estará también integrada por un especialiste técnico, un árbitre asistente del principal, y un ex árbitre. El encargado de estrenar este mecanismo en el país será Mauro Vigliano.
Esta herramienta, que la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) implementó desde la previa del Mundial 2018, se utilizará en Argentina para cuatro cuestiones concretas.
La primera de ellas tiene que ver con jugadas de gol. Aquí se verificará si la pelota salió de los límites del campo en la jugada previa o si cruzó en su totalidad la línea de gol. Además, se evaluará si hubo falta del atacante o fuera de juego previo a la anotación.
También el VAR entrará en acción para ayudar al árbitre en situaciones de error de identificación. Es decir que, si el juez principal le saca una tarjeta, ya sea amarilla o roja, al jugador equivocado, la asistencia le marcará el número correcto del infractor.
Vale aclarar que, al igual que sucede en otras ligas del mundo, el apoyo tecnológico no intervendrá en jugadas de posible tarjeta amarilla. Sí lo hará en las de tarjeta roja directa. Las expulsiones por doble amarilla quedarán en total criterio del árbitre que está en campo de juego.
Además de las jugadas de gol, también se podrá consultar a la asistencia de video en situaciones de penales. No sólo para advertir una posible infracción del atacante o un fuera de juego, sino también para que el colegiade revise en el monitor si existen dudas sobre la jugada. También se le comunicará al juez si la falta ocurrió dentro o fuera del área.
La asistencia de video en el fútbol
Con el objetivo de reducir el margen de error y aportar justicia, en el siglo XXI la FIFA probó diversas herramientas tecnológicas. Uno de los primeros pasos se dio en 2005, cuando en el Mundial Sub 17 disputado en Perú, se jugó con un balón que poseía un microchip. El mismo indicaba cuándo la pelota traspasaba la línea de gol. Sin embargo, este objeto no fue utilizado en la Copa del Mundo de mayores de 2006 ya que la entidad consideró que esa tecnología aún no estaba lista al 100%.
No obstante, en Sudáfrica 2010 un hecho resultó trascendental para el futuro. Durante el partido entre Inglaterra y Alemania, los árbitros no advirtieron que la pelota cruzó la línea de gol tras un disparo de un futbolista inglés al arco. Esto reavivó el debate sobre el uso de herramientas que ayuden al cuerpo arbitral.
Fue así que cuatro años más tarde, en Brasil, cada juez contó con un reloj que, a través de un sistema de cámaras y sensores, avisó cada vez que el balón cruzó las líneas.
Tras ese camino previo, la FIFA decidió en 2016 la implementación del VAR, la cual tuvo dos años de prueba. Su primer campeonato oficial fue el Mundial de Clubes en esa temporada. Allí hubo problemas de coordinación entre árbitros y el asistente de videos, sumado a las críticas que se generaron a partir de las extensas interrupciones del juego.
De todos modos, luego de esa irregular experiencia, el sistema mejoró su imagen en el Mundial de Rusia 2018. No sólo se perfeccionó el mecanismo en general, sino que se aumentó el porcentaje de aciertos en las decisiones arbitrales. Según un informe del principal ente del fútbol, durante la fase de grupos existió un 99.3% de aciertos gracias al VAR.
La tecnología en otros deportes
En algunas disciplinas el apoyo tecnológico tuvo un proceso más rápido de adaptación y aceptación. En el tenis, por ejemplo, el sistema denominado Ojo de Halcón, fue revolucionario. Desde 2006, cada jugadore contó con posibilidades de desafiar al juez de línea ante fallos dudosos. Este moderno aporte se diseñó para señalar el pique de cada pelota.
En el rugby, por su parte, el TMO (Television Match Official) tomó fuerza desde principio de este siglo, y a pesar de algunos errores controvertidos, aportó calidad en la aplicación del reglamento. Otro deporte en el que el uso de la tecnología es clave es el fútbol americano. La Liga Nacional de Estados Unidos (NFL) utiliza con éxito el video arbitraje desde 1999.
En donde este tipo recurso es más reciente, pero crece día a día, es en el hockey sobre césped. Allí, la herramienta está disponible desde 2010, y se implementa para jugadas de gol, córner corto y penal. En tanto que, en el basquetbol, la National Basketball Association (NBA) posee desde 2014 un Replay Center con múltiples cámaras que sirve de ayuda para los árbitres.