Hoy se cumple un nuevo aniversario de la muerte de Juan Castro. El reconocido conductor, del exitoso programa periodístico “Kaos en la Ciudad”, permaneció tres días internado en el Hospital Fernández; y falleció de un paro cardíaco, en la madrugada del 5 de marzo de 2004, luego de haberse arrojado por el balcón del primer piso de su departamento, ubicado en el barrio porteño de Palermo.
Las especulaciones sobre su muerte no tardaron en llegar, y durante mucho tiempo alimentaron el morbo de una televisión decadente a la que el conductor siempre supo ganarle la pulseada. Primero con su trabajo, y luego con la sinceridad de mostrarse públicamente tal cual era. Capaz de declarar sin tapujos, por ejemplo, su relación problemática con el consumo de cocaína por el que había sido internado un mes antes del triste momento en el que perdió la vida.
TV de vanguardia
Juan Castro era inteligente, talentoso y sensible. Dueño de una personalidad especial y sincera que lo hacía ganarse el cariño y la admiración del público. Capaz de defender ante cualquiera su verdad y su forma de entender y sentir el periodismo.
Inició su carrera cuando tenía apenas 16 años, en la Rock & Pop, como asistente de producción de Feedback, un programa radial conducido por Mario Pergolini y Ari Paluch.
Al terminar el secundario estudió locución en el Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica (ISER) y cursó la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires, sin llegar a concluirla.
En 1991 hizo su debut televisivo en el programa Crema americana, que se emitía por América TV. Desde allí en adelante no pararía. Trabajó en Telefé Noticias; y en Zoo, las fieras están sueltas, por América TV. En 2000 por ese mismo canal condujo junto a Fernando Carnota, Lorena Maciel, Ricardo Ragendorfer y Marcelo Gantman el ciclo periodístico Unidos y dominados.
En 2002 desembarcó finalmente en Kaos en la Ciudad, programa en el que desplegó un profundo e incisivo tratamiento de temas que en esa época no marcaban agenda: sexualidad, marginalidad y drogas.Todo en el marco de un país que intentaba recuperarse de la crisis del 2001 y una televisión cargada de programas de entretenimientos.
El ciclo se emitió por Canal 13 los jueves a las 23. Acompañado por Martin Ciccioli, Carla Czudnowsky, Ronnie Arias, María Julia Oliván y Martín Jáuregui, lograron un rating impensado llegando a ganarle el primer puesto a Videomatch, el popular programa conducido por MarceloTinelli, entre lo más visto de la televisión criolla.
En radio hizo programas como El mañanero con Verónica Lozano y Mix urbano, un magazine de música electrónica.
También trabajó como modelo publicitario y condujo el reality show Confianza Ciega.
El dolor de su muerte
Era demasiado joven para morir. Tenía 33 años y, en lo laboral, su carrera estaba pasando por su mejor momento. Sin embargo, en su intimidad combatía contra demonios que él mismo supo definir como llamas infernales que lo atrapaban a pesar de su resistencia.
Su muerte generó durante muchos años una serie de especulaciones y polémicas, pero la causa judicial a cargo de la jueza Susana Castañera determinó que Juan Castro «terminó con su vida» por un «episodio de delirium fatal», producto de su adicción.
A 18 años de aquel triste día Juan Castro continua vivo en la memoria de las generaciones que disfrutaron de su valentía y sinceridad en una televisión en la que “caretearla” y quedarse en la banalidad eran moneda corriente.