El pasado 7 de diciembre, el Grupo Editorial Sur (GES) sufrió un incendio en su depósito en Anchorena 371, ubicado en la localidad de Abasto. En este contexto, la casa editora lanzó una campaña de Preventa Solidaria en donde se busca que, quienes estén interesados, puedan acceder a la compra de un libro para ayudar.
En consecuencia, durante el incendio se prendieron fuego más de 4.000 ejemplares que se encontraban en stock en el depósito de la editorial. Esto llevó al lanzamiento de la campaña para que los libros vuelvan a ser reeditados.
Entre los ejemplares que se quemaron se encuentran libros de poesía y narrativa de autores como: Alberto Szpunberg, Diego Capusotto, Osvaldo Lamborghini, Miguel Gaya, Laura Yasán, Rodolfo Edwards, Washington Cucurto, entre otros.
“No se quemaron las novelas, los ensayos, las biografías, se quemaron miles de páginas donde estaban impresas esas palabras, pero no se quemaron las palabras. El sello no se quemó. Se quemaron libros”, expresó en un comunicado la editorial.
En la preventa solidaria que lanzó la editorial se pueden hallar ensayos como: “Derrota y esperanza”, “Un folletín argentino”, de Horacio González, “Mi congreso de la lengua”, de Carlos Ulanovsky.
Además, habrá libros testimoniales como: “Los desaparecidos de Racing” o “Mocasines”, de Jorge Giles y colecciones dedicadas a la salud, comunicación, infantiles y deportes.
“Lanzamos la Campaña de Preventa Solidaria para recuperar esos casi 4.000 libros que vamos a imprimir de nuevo. Les pedimos que compren 1 libro en Grupo Editorial Sur”, destacaron.
Nota al Pie dialogó con Pablo Campos, uno de los titulares independientes del Grupo Editorial Sur (GES), quién detalló cómo surgió la idea de la campaña.
Resurgir después de las cenizas
En este contexto, la editorial lanzó la campaña de Preventa Solidaria que tendrá vigencia hasta el 17 de enero. Los libros que se compren en el sitio oficial serán recibidos entre los 3 y 5 días, salvo los que deban ser reimpresos, que tardarán unos 20 días.
“Todo libro está hecho a partir de lo perdido, de lo que se rompió, de lo que ya no. Y también todo libro está hecho de esperanza. Nuestra verdadera materia prima no es el papel, no es la tinta, sino que es la pérdida y también es la esperanza” precisaron en el comunicado de prensa.
Tras el incendio iniciado a las 11am, trabajaron una docena de unidades del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME), varias dotaciones de bomberos, patrulleros de la Policía de la Ciudad y Defensa Civil para cubrir la zona. El fuego se inició en una planta baja de 10 metros de frente por 5 metros de alto.
“Recibimos un aviso acerca de un incendio, al llegar al lugar nos encontramos con un depósito donde se desarrollaba fuego de manera muy violenta […] había todo tipo de objeto», declaró el comandante y director de bomberos, Walter Martínez.
Cabe destacar que, el lugar ubicado en Anchorena y Valentín Gómez, funciona como un depósito denominado “baulera”, en donde diversas personas guardaban sus artículos. Cabe destacar que, pasadas las 13 el fuego fue controlado y se notificó que no había peligro de derrumbe.
En el lugar se encontraron restos de papel, madera, electrodomésticos y telas, producto del incendio. Además, se trabajó para la evacuación del personal que trabajaba en dicho lugar y también a vecines linderos al depósito.
Una campaña a pura lectura
A pesar de la situación que tuvo que atravesar la editorial, Pablo Campos confiesa que “después de unas horas de no saber bien qué hacer, fue que pensamos en cómo comunicar lo que estábamos viviendo y cómo pedir ayuda”
“Así nació la campaña, el texto y el video con el que salimos a promover el mensaje que queríamos dar, lo que queríamos contar. El texto habla de los años y del tiempo que llevamos en la producción de libros”, agrega el integrante de la editorial.
Por último, sostiene que “el catálogo es la identidad de un sello y eso no se quemó, es por eso la campaña: porque con la ayuda de todos los que están colaborando vamos a imprimir de nuevo todos esos libros que quedaron atrapados en el fuego”.