Vista desde afuera es una casa más. Una casa que se pierde entre las otras y que pasa desapercibida. Una casa en el centro del barrio correntino de Laguna Seca. Sin embargo, detrás de su fachada común y corriente, sus puertas dan la bienvenida a un centro de contención para muchas personas. Es la Fundación Animar, que tiene el propósito de ayudar a chiques con necesidades educativas especiales.
Nació el 20 de julio y ya lleva cinco años brindando apoyo y contención. “Se trabaja toda la parte de apoyo psicológico, apoyo terapéutico, talleres educativos recreativos, con una población de cincuenta chicos en todos los niveles”, comentó Analía Catuogno, presidenta de la fundación a Nota al Pie.
Desde que se gestó la idea, hasta que se convirtió en realidad, pasó solo un año. “Hice la fundación con la finalidad de potenciar a cada uno de los chicos, de brindarles una calidad educativa donde ellos puedan auto valerse, tomar conciencia de que es necesario la educación para progresar”, apuntó Catuogno mientras relató parte de la historia de la institución.
Ella es docente, fue directora y coordinadora de tres colegios, esto la acercó mucho más a la realidad que viven las personas con necesidades educativas especiales. Desde entonces, decidió dedicar su tiempo y espacio para fundar “Animar”.
En este sentido, dijo que “la fundación tiene el nombre de animar, porque es una invitación para animarse a romper todos los obstáculos. Es volver a renacer y que esas barreras se vayan rompiendo para dar frutos, porque siempre hay inconvenientes”. Así contó que surgió la posibilidad de tener un centro educativo terapéutico, que entre planos y modificaciones en reiteradas veces lo logró.
Animar: un lugar para crecer
A lo largo de los cinco años, pasaron muchas personas por las instalaciones de la fundación. Cuenta con salas desde uno a los cinco años, educación temprana, reeducación del lenguaje, estimulación y reeducación postural. “Hubo casos de chicos con problemas motrices, que mediante todo un proceso mejoraron muchísimo”, señaló Catuogno.
Entre tantas historias, se destacan algunas, quizás, las más difíciles, pero que se convierten en impulso para seguir brindando mucho más de terapias. En el 2019, un nene no podía caminar. Su madre estaba angustiada por esta situación, y encontró en la Fundación Animar, el consuelo y la superación para su hijo.
“Tenía seis años, y terminó la salita adaptada de cinco. Pero lo más conmovedor fue verlo recibir su diploma paradito”, relató con entusiasmo Catuogno. La fundación reúne chiques de distintas edades, algunes concluyendo el nivel inicial, y otres culminando sus estudios secundarios.
Lenis del Valle Nicole Noel, es alumna de la fundación y este año egresó del sexto año. Este logro, se convirtió en motivo de orgullo para la familia Animar “porque ella comenzó con nosotros, y a pesar de las dificultades pudimos potenciar muchas cosas”, explicó la docente. La realidad de Nicole, es quizás, la de muchas personas, porque ella había repetido el año y se encontraba con pocas opciones: el turno noche o cambiarse de colegio.
Por estos días, Nicole, da clases de danzas árabes a chiques desde los cuatro años. Está a tan solo dos años de recibirse como profesora de danzas, y aseguró sentirse muy contenta por el apoyo que recibió por parte de la fundación. Comenzó desde chiquita, por un incentivo de su abuela, y lo que empezó como un hobby está a punto de convertirse en su profesión.
De esta manera, la fundación asiste a adolescentes con dificultades de aprendizaje, y les motiva a seguir. Además, cuentan con un convenio con el Instituto de Formación a Distancia, en donde se les brinda la posibilidad de continuar con una carrera a corto plazo. El acompañamiento es prolongado y se convierte en satisfacción cada vez que une de elles logra un objetivo.
Si bien la fundación no puede expedir un título, cuenta con un convenio con el Instituto Río Paraná, “en donde los chicos que tienen ausentismo no tuvieron la posibilidad de terminar el secundario, lo hacen a través de la fundación y por eso trabajamos mancomunadamente”, dijo Catuogno.
Seguir animando durante la cuarentena
La estricta cuarentena significó adaptar todas las cosas a la virtualidad. En muchos casos la fundación continuó trabajando a través de video llamadas de WhatsApp, sin embargo, también aseguraron que hubo casos en los que se necesitó mucho más que comunicación virtual.
Por su parte, Nicole relató un caso que implicó desafiar a las restricciones sanitarias y privilegiar la salud de una de sus alumnas. “Ella tiene 15 años y por toda esta situación tuvo un periodo de crisis. Entonces, yo tenía que solucionar ese problema y evitar que ella se hiciera daño y por eso abría 15 minutos la fundación para que no se sienta invadida por un virus”, relató.
Asimismo, la docente agregó que “me prevalecía más que ella no se hiciera daño, y tratar de salvar a una adolescente que negarle esa posibilidad de venir a pesar de encontrarnos en pandemia”. Esos 15 minutos fueron muy importantes para que la joven pudiera sentirse acompañada y comprendida. Pero lo más importante fue para la fundación que pudo decir “presente” en el momento en que una de sus alumnas más lo necesitó.
Otro de los grandes desafíos de la fundación es luchar contra las barreras que impiden la inclusión y la tolerancia. En una sociedad que no está preparada, hay pocos centros que se preocupen y ocupen verdaderamente para que la situación cambie, y se normalicen un montón de cosas. El problema más evidente con que el que la institución lidia diariamente es la discriminación y la falta de aceptación que sufren sus alumnes.
En este sentido, la presidenta de la fundación reflexionó que: “a la discapacidad no hay que tomarla como algo malo y muchos de los chicos sentían eso”. Contó que otro de los casos que la desafío en el plano personal y profesional tenía que ver con un niñe introvertido que dejó de ir a la escuela por un caso de violencia.
“Ese caso representó para mí un desafío, porque él solamente hablaba con personas con las que él quería, y yo tenía que buscar la solución de cómo insertarlo, ingresó y ahora está en prefectura”, comentó.
Una fundación hecha de logros y coraje
Todes les alumnes que la Fundación Animar acompaña representan desafíos para les docentes que deben ayudarles y asegurarles un presente y futuro mejor en una sociedad que muchas veces demuestra su carencia en materias de inclusión. Además, Catuogno contó que el alumno que logró ingresar a la fuerza, tenía intenciones de devolverle algo a la fundación que tanto lo ayudó.
En uno de esos días el joven regresó a la fundación e hizo una propuesta creativa a su directora: -¿Qué puedo hacer por los chicos?, preguntó. -Hace un dibujo, le respondió Analía.
Actualmente esos dibujos continúan sobre las paredes blancas de la casa que alberga a los estudiantes. El joven tenía una libreta en la que dibujaba todos sus diseños y de ahí surgió la intención de dejar plasmado a Lilo & Stitch sobre aquellos muros que dividen los espacios.
Estar cara a cara con la realidad
Ante cada situación la fundación intenta estar a la altura de las circunstancias. Cotidianamente se encuentra cara a cara con una realidad que es dura y difícil de afrontar. Pero las intencionalidades de sus directivos son mucho más fuertes y le hacen frente con entereza.
“No estábamos preparados para hacer rehabilitación, pero me tocó tirarme a la pileta sin saber si había agua o no, con un chico que tenía problemas de adicción”, dijo la presidenta de la fundación. Hoy ese chico es policía, pero para la fundación también le significó ser fuerte ante los ataques que sufrieron a partir de entonces.
Además, agregó que “nos tiraban cosas, nos robaron y todo eso por intentar rehabilitar a una persona y somos el blanco fácil para los ataques. Entonces nos tocó armarnos de coraje”. Ante todas estas situaciones Analía Catuogno pone en primer lugar su labor como docente y dice “me gusta lo que hago, entonces a base de afecto y con templanza se pueden lograr muchas cosas”.
Familia, fundación y el alumne
La forma en que la fundación lleva adelante sus trabajos dependen de tres ejes: la fundación, la familia y el alumne. Entonces, “si algunas de esas uniones se rompen, nosotros tenemos que fortalecer esa unión”. En este marco, Catuogno aseguró que muchas veces la aceptación no es lo primero que aparece. Y añadió que ante esto es primordial “entender que primero está la persona, después la discapacidad, porque muchas personas lo entienden al revés. Esa es mi premisa y eso es lo que profeso y trato de transmitirles a los otros docentes”.
Sin embargo, también aseguró que Corrientes no está preparado para hablar de discapacidad, porque unos de los principales problemas siguen siendo la ausencia de rampas en lugares públicos, y a eso se debe sumar otras discapacidades que demandan intérpretes o especialistas.
Por ejemplo, la profesional relató que “en estos 19 años de docencia, he encontrado muchas barreras escolares, y no en los alumnos, sino en los directivos. En el docente que no está preparado, en el docente que no tiene las herramientas necesarias para una inclusión”.
Talleres de formación
Gustavo Elias es docente del taller de gastronomía y además secretario de la fundación. “Yo enseño a los chicos cómo se hacen las comidas, cómo surgen las preparaciones y los ingredientes”, dijo a Nota al Pie. Las preparaciones que realizan son comercializadas en distintos paseos y ferias gastronómicas, que les permite tener ingresos económicos.
Elias, aseguró que sus clases son muy particulares, ya que no se dictan de manera muy estructuradas, sino que se caracterizan por ser dinámicas e interactivas. Y añadió que “enseño cómo se hacen las comidas típicas y siempre parto desde la historia, de cómo surgen y cómo se producen”.
La historia funciona como marco del cual surgen los personajes y datos que se desencadenan en recetas. En este sentido, Elias explicó que “lo mío va más a modo de cuento para que se imaginen, dónde se originó, y cómo se mezclan esos distintos productos. Lo que está bueno es que son historias nuestras, son historias de los guaraníes, historias de acá para que vean y sientan nuestra cultura”.
Así las recetas que inventa reciben nombres tradicionales o vinculados con la lengua guaraní. Y como si todo esto fuera poco, en su stand de venta se presenta con una escultura del pombero o del lobizón. “Tenemos cosas lindas, y eso es lo que trato de inculcar a los chicos de acá, para que sepan que nosotros tenemos nuestras cosas”, comentó el docente.
Desde la fundación aseguraron que todas las recetas y preparaciones “son para darle las herramientas, que sean autosuficientes, para prepararles para el mañana. Para que si no hay plata no salgan a robar, sino que emprendan”. Además, relataron que les chiques están muy contentos con todas las recetas y que siempre las replican en sus casas.
La fundación se anima a todo. Se anima a crecer y a confiar en un futuro mucho más inclusivo. Las palabras finales de su fundadora se refieren a que “hago todo esto por amor, por pasión, y por agradecer a la vida. Por algo estamos acá, tenemos que dejar huellas emocionales. Si no tenemos afectividad no podemos lograr nada y ahí nacen los fracasos. Y si uno está emocionalmente bien se rompe con todas las barreras, en mí siempre prevaleció el no verme a mí, sino ver al otro”.