El patrimonio económico actual que genera China equivale a un tercio de la riqueza mundial total. En búsqueda de una respuesta de por qué semejante poderío, Santiago Martínez y Micaela Mendelevich, del programa “El Algoritmo Escondido” de Radio Con Vos, entrevistó a Gustavo Girado, quien es magíster en relaciones internacionales y un estudioso de este país.
Autor del libro «Un mundo Made in China, la larga marcha de un nuevo orden global«, editado por Capital Intelectual, Girado declaró que eligió China porque lleva más de 30 años de investigación en el tema. “No fue voluntario, fue lo que había para hacer en un momento que trabaje en el Ministerio de Economía”, expresó.
En dicho libro, explicó que lo que ocurre con el gigante asiatico no encuentra antecedentes. Girado indicó que “se trata de un país que hace mucha política para ser independiente. China fue dependiente en el momento que triunfó la revolución, pero tras años de políticas públicas con planes quinquenales, ha logrado revertir la situación”.
Cambiando el paradigma
La clave, según el escritor, está en apostar por el conocimiento: “Ellos tratan de generar conocimiento propio a través de la innovación que ellos llaman indígena y con eso ellos van creando su propio conocimiento”.
Respecto a lo tecnológico, el estudioso explica que a fines del Siglo XX (puntualmente en el 98´), el país oriental creó leyes para desarrollar tanto el sistema científico como el tecnológico.
Sin embargo, debido a que no tenían recursos humanos inventaron la forma de canjear conocimiento por mercado. Años atrás las empresas trasnacionales occidentales querían lo único que China tenía para darles: su mercado.
Las trasnacionales que van allí son obligadas a abrir su paquete de conocimiento. Es decir, si una empresa quiere trabajar en China tiene que compartir su conocimiento y allí recién puede progresar. Para instalarse en su mercado transferir tecnología es una obligación.
¿Por qué no somos China?
El especialista, además, fue consultado acerca de por qué nuestro país no puede progresar a los mismos niveles que China. Allí explicó que cada país “es bueno en algo”, es competitivo en algún área. En el caso de Argentina, se destaca en la elaboración de productos agroalimentarios de clima templado.
En la misma línea, China, al igual que Japón o Corea del Sur han cambiado la manufactura por alimento. La diferencia está manifestó Girado “en que, con países del hemisferio norte occidental, Argentina tiene una relación de centro-periferia. En el cual a vos se te impide progresar porque nuestro país tiene un rol determinado en dicha relación”.
“Con China, en cambio, se da la situación de que somos complementarios. Tiene lo que nuestro país también posee y vende; pero no le alcanza, entonces va por la soja, el carbón, el cobre, etc.” gráfico con respecto a la relación económica de nuestro país con el país asiático. En definitiva, expresó el economista, “debe consolidar su crecimiento interno para no pasar nuevamente por el cuestionamiento del orden político que lleva adelante la revolución”.
“Tratar de ser eso implica poner por delante un proyecto colectivo por sobre el proyecto individual”, gráfica Girado. “Cada vez que Argentina trató de ser dependiente de los productos primarios ha habido un golpe de estado”, manifestó.
Así sucedió en 1930, 1955 y 1975. Cada vez que Argentina tuvo una redistribución de ingresos más equitativa hubo una parte de la sociedad civil, con capital concentrado, que se vincula con el poder militar que se vincula con el poder militar y hubo alteración del orden constitucional.
La situación actual del gigante asiático
La situación de China es diferente. Fue parte de un imperio hasta 1911, cuando cayó, y en 1949 un partido político fundó la República Popular China. “Allí el pensamiento que reina es que el Estado se coma el partido y no al revés”, manifestó el especialista.
El autor de «Un mundo Made in China…” , también se refirió a la cultura local. Además de hacer hincapié en que su cultura se diferencia de la de nuestro país, dijo que allí existe la libertad de expresión como en parte del mundo, donde también se persigue a quienes piensan distinto.
Girado especificó que el país ha acabado con la pobreza extrema, a lo largo de los años erradicó la indigencia: pusieron millones de militantes a trabajar en ello. Además, explicó que son un país joven y siguen su propio modelo por lo que no tienen un ejemplo a seguir.