En el día de hoy, la provincia de Santa Cruz conmemora los 100 años de las trágicas huelgas patagónicas en las que fueron asesinados varios obreros. Por esta razón, Nota al Pie entrevistó a la profesora de historia, Rosana González, quien nos relató cómo se llegó a este trágico suceso en la historia Argentina.
Por otro lado, en el marco del centenario, mañana se concretará el acto central en el cenotafio. Este se encuentra frente a la Estancia Anita, a casi 30 kilómetros al sur de El Calafate.
Según informaron desde Télam, las acciones fueron coordinadas por organismos del Estado y sindicales que actuaron en conjunto con las universidades de la Red Patagonia Cultural de Chile. Así lo detalló el gobierno de Alicia Kirchner, gobernadora de Santa Cruz.
Antecedentes
Un primer punto a tener en cuenta es que “en el territorio de Santa Cruz se desarrollaron la mayoría de los episodios de esta huelga patagónica”, puntualizó la profesora. Agregó que “la población estaba integrada por una mínima de población de nativos, y la mayoría eran chilenos, españoles, austrohúngaros, yugoslavos, ingleses, alemanes y uruguayos”.
El primer choque importante “se dio en noviembre de 1914 con la policía local, la cual tuvo lugar en San Julián”. Añade que allí “hubo una huelga de cuatro estancias que eran propiedad de los ingleses”.
Por otro lado, también señaló que “en 1915 comenzó también otra revuelta importante, sumado a la de Puerto Deseado en 1918”. No obstante, en esta última, “los choques fueron más importantes donde hubo huelguistas heridos y muertos”, resaltó González.
También mencionó que, a raíz de esto, las autoridades chilenas pidieron a la Argentina que informara si existían tropas argentinas en la zona. De esta forma, solicitaron la colaboración para poder solucionar el tema de la frontera.
Cabe destacar, que “la Primera Guerra Mundial, provocó una crisis económica en Argentina, donde cayeron los precios de la lana”. Esto “afectó negativamente a las haciendas ovejeras de la región de la Patagonia sur, principalmente en la provincia de Santa Cruz”
La intervención de Yrigoyen y la figura de Varela
Por consiguiente, “el presidente Yrigoyen intervino la Gobernación, la cual mantenía vinculaciones con la Sociedad Rural Argentina de Santa Cruz”. Mientras que, por otro lado, “en la Federación obrera local crecía la figura juvenil de Antonio Soto”.
De esta manera, en noviembre de 1920, la Federación Obrera de Río Gallego declaró la huelga general. “La Liga Patriótica reclutó, como lo hacía siempre, rompe huelgas en Buenos Aires”, agregó González. Estos “fueron enviados por vía marítima a Santa Cruz y protegidos por la policía a caballo”.
Posteriormente, en diciembre de 1920 desembarcaron en Puerto Deseado y el tres de enero de 1921 se produjo un incendio agrede en río gallegos. Este “destruyó un depósito de la propiedad de un comerciante que se destacaba por su oposición a las peticiones obreras”, resaltó la historiadora.
Además, la profesora explicó que “Yrigoyen impartió una orden al teniente coronel Héctor Benigno Varela, el jefe del regimiento 10 de caballería”. Esta con la finalidad de que se “marchara a Santa Cruz con su cuerpo y que solucione la situación”
En consecuencia, “los grupos de obreros y peones armados se rindieron sin ofrecer resistencia, excepto algunos grupos”. Motivo por el cual, Varela y la Federación Obrera de la sociedad rural de Santa Cruz realizaron un convenio. En este, “se exigía, además de un aumento módico de sueldos, condiciones de trabajo elementales”. Entre ellas: la provisión por los patrones de comida suficiente; velas; un máximo de 3 peones por dormitorio; botiquines en las estancias.
Dichas condiciones, González menciona que “el teniente coronel las encontró justificadas y moderadas, por lo cual las aceptó”. No obstante, al poco tiempo en Santa Cruz reaparecieron las dificultades, ya que los propietarios y administradores de estancia no cumplían el convenio.
Poco después, se declaró nuevamente la huelga: “El conflicto recrudeció y se recurrió nuevamente a Varela. Sin embargo, esta vez las órdenes fueron a abrir fuego apenas se divisara a los huelguistas”, hizo hincapié González
Esto conllevó al asesinato de varios dirigentes en los enfrentamientos, y de aproximadamente 1.500 peones de campo en las huelgas patagónicas.
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