El hecho ocurrió el 5 de abril del año 2007 en la provincia de Neuquén. En ese entonces, un grupo de docentes se manifestaba contra el gobierno provincial en reclamo de un salario y condiciones dignas de contratación. Allí, el gobierno de Jorge Sobisch ordenó la represión que terminó con la vida de Carlos Fuentealba.
Luego de 14 años del hecho, les policías que estuvieron a cargo o participaron de la represión han sido imputados. La justicia determinará si serán elevados a juicio o finalmente sobreseídos por el Juez de garantías de la denominada Causa Fuentealba 2.
El autor del asesinato, José Darío Poblete, recibió una condena en 2008 de prisión perpetua. Sin embargo, la búsqueda de justicia por el docente en manos de la violencia institucional ha sido un largo proceso que continúa hasta el día de hoy.
Los hechos que condujeron a la tragedia
Aquel día, una agrupación de docentes de Neuquén decidió en asamblea cortar la Ruta Nacional 22, en reclamo de mejoras en la situación laboral. Jorge Sobisch, entonces gobernador de Neuquén, ordenó a la policía que evite el corte de ruta.
Les efectives llegaron a la manifestación con gases lacrimógenos, balas de goma y camiones hidrantes. Ejercieron una violenta represión contra les docentes, que tuvieron que escapar del lugar para refugiarse, pero fueron perseguides.
Fuentealba se retiraba de la manifestación en el asiento trasero de un auto cuando el cabo José Darío Poblete arrojó un proyectil que atravesó el vidrio del vehículo y le impactó en la nuca. El docente fue sometido a dos operaciones, pero, lamentablemente fallecería por el hundimiento de cráneo.
La causa Fuentealba 2
El juez de Garantías, Lucas Yancarelli, ahora deberá tomar la decisión de elevar a juicio la causa o bien dictar el sobreseimiento de los 14 imputados por los cargos de abuso de autoridad y encubrimiento.
La querella solicita la apertura de juicio a Carlos Zalazar (entonces jefe de la policía), Moisés Soto (subjefe), Adolfo Soto (superintendente de Seguridad Metropolitana), Jorge Garrido (jefe del Departamento de Seguridad Metropolitana), Mario Rinzafri (director de Seguridad), y los policías Aquiles González y Julio César y Benito Matus.