El Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos (CIPDH–UNESCO) elaboró un informe general de la incidencia del cyberbullying en toda la región, sobre la población de niñes y adolescentes. Del estudio se desprende que Argentina ocupa el segundo lugar de América Latina, sólo por detrás de México, seguida por Honduras, Costa Rica y Chile. En tanto, Brasil ocupa el sexto puesto, Perú el séptimo y Uruguay el octavo lugar entre los países más afectados durante el último año.
La Directora Ejecutiva del CIPDH, Fernanda Gil Lozano, señaló que “en lo que va del año, ya se registraron alrededor de 6.000 denuncias por ciberacoso, con un promedio de 25 causas judiciales abiertas por día a lo largo y a lo ancho del país”. Desde 2012, la cifra asciende a casi 30.000 casos denunciados.
Asimismo, el trabajo refleja que “el 80% de las víctimas de bullying virtual son niñas”. En cuanto a lo presencial, el 60 % de les afectades son varones. El informe de la CIPDH–UNESCO contabiliza que “dos de cada cuatro casos de maltrato escolar o bullying se manifiestan a través de plataformas digitales”. Además, afirman que con la pandemia y la utilización de nuevas tecnologías, se incrementaron los hechos en todo el país.
Números alarmantes
El estudio se llevó a cabo entre el 1 de septiembre y el 1 de octubre. Incluye estadísticas oficiales del Ministerio de Justicia de la nación sobre delitos informáticos en todo el país. A su vez, entrecruza datos de organismos nacionales e internacionales de lucha contra el acoso virtual.
Según las estadísticas, “los hechos de ciberacoso se incrementaron casi un 50 % durante los últimos 18 meses”. Hacia fines de 2019, uno de cada cuatro casos de acoso escolar o bullying se manifestó a través de plataformas digitales. Actualmente, dicha proporción se ubica en dos de cada cuatro. Los números también aumentan con la edad: a partir de los 12 años, el 54,5% de los casos de bullying son por vía digital.
Otro dato a destacar es que el dispositivo más utilizado para este tipo de acoso son los smartphones. La aplicación preferida es WhatsApp, utilizada en el 74,3 % de los casos.”Instagram, Facebook, Twitter, Zoom y Telegram se reparten, en ese orden, el 25,7 % restante”, explicó el trabajo.
Respecto a quienes padecen esta problemática “el 90 % de las víctimas reconocen que el asedio se da de manera cotidiana. El hostigamiento, casi siempre, se perpetúa durante varios meses”. También, se informó que “el 60 % de los hechos no son denunciados en tiempo y forma por vergüenza o por falta de información”.
Otro dato que arrojó el estudio, indica que “el 86,7 % de los casos se corresponden con grooming y pornografía infantil”. Son “perpetrados por pedófilos que aprovechan la tecnología para establecer contacto con menores desde perfiles o cuentas falsas”.
Incremento de los casos en pandemia
Según la UNESCO, mientras los países se encuentran en distintas fases en su respuesta a la pandemia de COVID-19, la vida y la educación de los niñes y jóvenes de todo el mundo se desarrolla cada vez más en línea. Pero, si bien el acceso a Internet proporciona oportunidades de comunicación y aprendizaje, también los expone cada vez más a la violencia online.
“El acceso obligado a la tecnología que produjo el aislamiento devenido de la pandemia por el Covid – 19, produjo que muchos menores de edad permanecieran horas ante los smartphones, las tablets o computadoras. Esto causó una notable exposición frente a este tipo de delitos”, afirmó Gil Lozano.
Un día contra la violencia y el acoso escolar
Los Estados que integran la UNESCO designaron el primer jueves de noviembre de cada año como el Día mundial de lucha contra la violencia y el acoso en los colegios. Esto incluye también el bullying digital. Reconocen de este modo que la violencia en el entorno escolar bajo todas sus formas atenta contra los derechos de niñes y adolescentes.
Según la UNESCO, es fundamental “sensibilizar a las personas a escala mundial acerca del problema de la violencia en línea y el ciberacoso, sus consecuencias y la necesidad de ponerles fin”.
También hace “un llamado a los alumnos, los padres, los demás miembros de la comunidad educativa, las autoridades encargadas de la educación y los diversos sectores y asociados, incluido el sector de las tecnologías”. ¿El fin? Poner atención a este problema. Y así invitarles a “contribuir a la prevención de la violencia en línea, con miras a garantizar la seguridad y el bienestar de niños, niñas y jóvenes”.
Abordar las cuestiones de seguridad en internet
La directora del CIPDH expresó en este sentido que “si bien es fundamental el rol de los padres para luchar contra estos delitos”, también “el sistema educativo tiene una misión fundamental ante esta problemática. Su obligación es abordar las cuestiones de seguridad en Internet, de ciudadanía digital y de utilización de tecnologías”.
Y agregó que “los colegios deben brindar a los niños, niñas y jóvenes las capacidades y conocimientos necesarios para identificar la violencia en línea. Así, protegerse contra las diferentes formas en que puede presentarse, ya sea por parte de sus compañeros o de los adultos”.