-De ahora en más vamos a realizar silencio-, pidió el guía turístico que se encarga de la visita en el Bosque Energético en la ciudad de Miramar. Le hablaba a unas veinte personas que lo seguían, en la entrada a un grupo tupido de pinos.
-Vamos a acercarnos a los árboles. Si quieren pueden abrazarlos o recostarse en ellos- prosiguió en su explicación. Y allí, les visitantes que estaban junto a él se acercaron a los grandes troncos. Algunes de forma risueña, se tomaban fotos al realizar esa nueva experiencia. Otres cerraban los ojos, y la paz se expandía en sus rostros cuando sus brazos rodeaban la corteza de los árboles.
El lugar en cuestión se encuentra en Miramar, localidad costera de la provincia de Buenos Aires. Allí hay un espacio verde que parece interminable: el Vivero Dunícola Florentino Ameghino. Con sus quinientas hectáreas ofrece infinitas posibilidades para hacer trekking, andar en bicicleta o simplemente pasar el día en la naturaleza.
Detrás de este predio (o a continuación a través de sus caminos arbolados) se encuentra el Bosque Energético. Se puede visitar libremente o con el acompañamiento de une guía turistique. El motivo por el que muches turistas se acercan a visitarlo son las supuestas propiedades electromagnéticas del lugar.
¿Qué sucede en el Bosque Energético?
Si bien el predio es muy extenso, hay un cúmulo de pinos en donde se reúne la mayor cantidad de gente. Está casi junto a la entrada del lugar, por lo que se ve desde afuera. Allí la visita guiada seguía su rumbo. Ya libres del impacto inicial, les turistas se dispersaron en esa arbolada, intentando sentir la energía del sitio.
Hay que reconocer que ese sector del predio tiene un aura especial. Los árboles están torcidos hacia un costado, ¿quizás por los vientos fuertes que provienen del mar? Sus copas apuntan hacia el centro de la arbolada, y forman un techo de ramas al estilo de las catedrales góticas, que impide ver el cielo.
Debajo, les visitantes probaron las diferentes teorías. Dicen que si se coloca una rama de forma horizontal sobre la punta de otra clavada en el suelo de manera vertical (en forma de T), la superior no se cae. Muchas personas lo intentaron, pero solo algunas lo lograron.
La visita guiada también incluye un momento de meditación. Por eso, se observaba a grupos de gente recostades sobre los gruesos troncos. Algunas chicas se tomaban de las manos y juntas miraban hacia el cielo.
Las teorías
¿Realmente las energías del lugar son diferentes que en otros sitios? Es difícil de determinar. Al lugar acudieron científicos, artistas, psiquiatras para estudiar el fenómeno.
Los árboles que conforman el bosque se plantaron en 1924. El objetivo era crear una barrera ambiental que frenara la arena proveniente de la playa, e impidiera su llegada a las nacientes construcciones de la zona.
Al preguntarse cuáles son las causas de las supuestas propiedades electromagnéticas, las teorías son muchas. Una de ellas dice que en la zona cayó un meteorito, por lo que hay partes del bosque completamente magnetizadas. Según les guías del lugar esto no es cierto. La caída se produjo, pero en el norte de la ciudad.
Como todo lugar con vibras mágicas, hay relatos que aseguran la presencia de gnomos, hadas u OVNIS en el Bosque Energético. También las teorías dicen que debajo de la tierra están los restos de un cementerio indígena. Pero lo cierto, según aseguran les guías del lugar, es que las propiedades electromagnéticas de la zona se dan por el contenido de hierro que tiene la arena allí.
Creer o no creer, esa es la cuestión
Si se piensa que al ingresar al bosque la energía que cada une trae va a cambiar de repente se está equivocade. Pero el ambiente pacífico que se genera entre la infinidad de árboles, el canto de las aves y el sonido de las ramas meciéndose a causa del viento causan una mejora en el estado de ánimo.
Las experiencias son variadas. En la visita guiada, Graciela de La Plata se sentía muy feliz. “Intenté colocar las ramitas”, contó con alegría. “La primera vez no lo logré, pero después de algunos intentos la rama superior comenzó a girar sobre la de abajo. Luego se quedó quieta, ¡y mantuvo el equilibrio!”
Por otra parte, su esposo Guillermo era más descreído. Fue allí a acompañar a su mujer, pero no se sumergió en la energía del lugar. “Acá hicieron trampa”, decía, al observar los palitos clavados de forma horizontal en trozos de corteza de árbol.
Más allá del hecho científico, hay algo que se puede comprobar. Es la mente la que determina las acciones de las personas. Y el Bosque Energético, con su impronta y lo que se cuenta en el boca en boca, genera una predisposición. Quienes van allí con la creencia de que su energía se verá afectada, así lo sienten. ¿Y quién puede juzgarles? Es válido cuando se trata de la búsqueda del bienestar emocional.