Por los octavos de final de la Copa Libertadores, Boca cayó por penales 3-1 ante el Atlético Mineiro. Esta resolución se dio tras sendos empates en cero y dos goles invalidados al equipo de la Ribera.
El partido de anoche llegó con una alta carga emocional por lo ocurrido en la Bombonera. En la ida, el árbitro colombiano Andrés Rojas anuló un gol lícito de Boca a los 34 minutos del primer tiempo, a instancias del VAR.
El tanto era convertido por Diego “pulpo” González, y tras varios minutos de reclamos del equipo brasilero, el árbitro revisó la pantalla y revirtió el fallo.
El árbitro fue suspendido indefinidamente por Conmebol. La misma suerte corrió Derlis López, a cargo del VAR.
Anoche en el estadio Mineirao se repitió la misma secuencia. Tras un aparente lícito gol del “chelo” Weigandt para Boca, el VAR entró en acción.
Después de siete minutos de revisión y la tensión generalizada, el árbitro uruguayo Esteban Ostojich fue llamado por el VAR (comandado por el chileno Julio Bascuñán) para tomar la decisión final.
Los primeros tumultos se hicieron presente en la zona donde el árbitro debía deliberar. Por ello se fueron expulsados el entrenador de arqueros del Xeneize, Fernando Gayoso, y un asistente del Mineiro.
Tras la ejecución del tiro libre, según la tecnología, Diego González parte adelantado por ínfimo margen y el juez corrobora su intención de participar en la jugada y anula el gol.
Caos en zona de vestuarios
El plantel del conjunto argentino estaba enfurecido por lo acontecido y tras varias discusiones, estalló la situación.
En un momento, según videos, el integrante del Consejo de Fútbol de Boca, Raúl Cascini, reaccionó ante personal de seguridad del estadio y arremetió con golpes. Ahí se desmadró la situación.
A la gresca su sumaron varios integrantes de la delegación xeneize. Entre los más activos se observó a Leandro Somoza intentando lanzar una valla, Javier García volteando las mismas, Cristian Pavón y Sebastián Villa lanzando objetos (parlante incluido). Carlos Izquierdoz y Marcos Rojo tirando trompadas, este último hasta amenazó con un matafuego en mano.
Ante la debilidad de la seguridad del estadio, debió intervenir la policía reprimiendo con gas pimienta que dejó afectado al plantel de Boca.
Por otra parte, desde el vestuario de Mineiro, el presidente Sergio Coelho lanzó un botellazo al otro bando.
Al finalizar los enfrentamientos, varios integrantes del conjunto argentino debieron prestar declaración en la delegación policial. El plantel pasó la noche en Bell Horizonte.
Versión del local
A través de Twitter, el Atlético Mineiro contó lo acontecido. Expresan que Boca se dirigió al vestuario visitante y luego al de los árbitros, donde no pudieron hablar con los jueces.
Ante esta situación, decidieron “invadir el vestuario de Mineiro, en donde había jugadores, cuerpo técnico y dirigentes”. Agregaron que «en el camino, atacaron a todos, además de romper bebederos y barandas protectoras”.
“El saldo fue de varios heridos, afortunadamente sin ninguna gravedad”. De este modo, informaron que se llevaron al visitante para un informe sobre daños al patrimonio y agresión.
Descargo de Boca
En el día de la fecha, el Presidente, Jorge Amor Ameal, brindó un comunicado por la página oficial.
Hacen hincapié en “dos fallos inexplicables anulando goles lícitos que destruyeron el espíritu deportivo del torneo más prestigioso del continente”.
Asimismo, que interpretaron “de manera maliciosa e intencionada la tecnología VAR”. Y hablan de “manejo tendencioso”.
Por último, acusan al Mineiro de fogonear “con expresiones violentas y amenazantes durante varios días hasta llegar a los lamentables hechos”.