La realidad económica, social y política actual sigue generando daños en la economía del país. En la Ciudad de La Plata, esta realidad se manifestó en la convocatoria inminente de un grupo de manteres en la intersección de la calle 51 entre 7 y 8.
En principio, el objetivo del mismo era convocar de manera urgente a los medios. Para así visibilizar la problemática que viven actualmente este grupo de trabajadores.
Desde el 29 de junio, Control Urbano, en nombre de la Municipalidad presidida por Julio Garro, se encuentra privando a les trabajadores de poder realizar su labor diaria de poner una manta para poder llevar, al menos, el alimento a sus hogares.
Según ha comentado Silvina, una de les personas afectadas por este hecho: “la Municipalidad permite trabajar a nuestros compañeros senegaleses, pero no permite que otros trabajadores de procedencia extranjera, como también argentinos podamos trabajar; dividiendo y alentando la discriminación”.
En dichos para el medio web El Editor Platense, la mujer declaró: “queremos que nos dejen laburar, nos comimos el frío, el Sol, días sin trabajar y sin nada de comida. Queremos que nos den una solución, que baje el encargado de los operativos y que nos digan el motivo de por qué no podemos vender. Hace más de tres semanas que no podemos hacerlo».
Pese a la negativa del municipio, el grupo se acercó a la intersección con el objetivo de poder asentarse y ofrecer sus productos. Penosamente, y tras minutos de tensión, Control Ciudadano obligó tanto a les senegaleses como a les que allí se autoconvocaron a levantar sus mantas. El día de mañana, deberán acercarse hasta 20 y 50 para solucionar este conflicto.