Estas imágenes podrían ser titulares de noticias actuales. Sin embargo, no lo son. Pertenecen a notas escritas entre el 2016 y el 2021 por diferentes medios de comunicación nacionales. Desde hace años, la Comunidad Yaku Kachi Bajo Hondo del Pueblo Guaycurú sufre violentos intentos de desalojo. Sus tierras se ubican en el este de la provincia de Santiago del Estero.
Entre el 12 y 13 de junio de este año, la Infantería provincial trató de expulsar a les habitantes del lugar con más de 50 efectivos. La orden había sido emitida por la jueza Rosa Hortencia Falco en 2019. Si bien finalmente el desalojo no se llevó a cabo, el hostigamiento a la Comunidad del Bajo Hondo continuó.
“El domingo 13 y lunes 14 de junio, personal del empresario Orlando Canido cortó más de dos kilómetros de alambre. Robaron varillas y postes como respuesta al desalojo no ejecutado por orden de la jueza Rosa Falco”. Así denunciaron les vecines de la zona en las redes del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE). La situación se tensa cada vez más.
“Ni un metro más. La tierra es nuestra”
Eso declaran les componentes de la Comunidad Yaku Kachi, resistiendo una situación que se repite hace varios años. Desde 2004 que intentan ser desalojades, junto a otras comunidades de la zona.
A quien denuncian por esta acción es al empresario Orlando Canido, dueño de la marca de gaseosas Manaos. Se lo acusa, entre otras cosas, de querer desmontar más de cuatro mil hectáreas de bosque nativo en Santiago del Estero.
Estas tierras son reclamadas por la comunidad indígena Yaki Cachi Bajo Hondo. Según la Ley Nacional de Bosques, “todo proyecto de desmonte o manejo sostenible de bosques nativos deberá reconocer y respetar los derechos de las comunidades indígenas originarias del país que tradicionalmente ocupen esas tierras”. Por eso, en 2014 se suspendió el proyecto que el empresario planeaba para esa zona.
Sin embargo, el MOCASE señaló que desde entonces se dan los atropellos sobre los territorios de las comunidades. Denuncian ataques que incluyen incendios, disparos a vehículos, contaminación de los pozos de agua y hasta un tiro en la pierna a un campesino. Los perpetradores son grupos armados que elles aseguran, están a las órdenes de Canido.
En 2016 hubo una seguidilla de actos violentos. El integrante de la comunidad de Bajo Hondo Fabián Orellana, relató en ese año el conflicto al medio iProfesional. Allí declaró que “los ataques comenzaron el 6 de julio con gente armada, con Orlando Canido presente. Para desalojar a las familias tiraron nuestras pertenencias a la calle y quemaron las casas”.
En la misma nota, Paulo Aranda de MOCASE, sostuvo que “los grupos de tareas han ofertado plata por mi cabeza, por la de otro compañero y la de mi hija”. Pasaron cinco años desde ese entonces, y el accionar sigue siendo el mismo.
¿Quién es Orlando Canido?
Alrededor del dueño de la empresa de gaseosas Manaos, circulan una serie de rumores y causas que en nada ayudan a su imagen. En cuanto a la ocupación de tierras, se lo acusa de usurpación de campos de manera ilegal.
“Siempre se interesa por tierras de buen potencial y ocupadas por comunidades. Una vez que toma posesión física del lugar, el empresario reemplaza el monte por soja o algodón”, denunciaba Paulo Aranda en aquella nota de 2016. En ese año también, la asociación ambientalista Greenpeace lo acusó de querer desmontar más de cuatro mil hectáreas de bosque nativo en Santiago del Estero.
Además, en febrero de 2018 la AFIP realizó allanamientos a oficinas y a la planta productiva de su reconocida marca de gaseosas. Fue en el marco de una investigación por una presunta defraudación impositiva por más de $900 millones.
La situación actual de la Comunidad Yaku Kachi
Las personas de la Comunidad siguen luchando por la permanencia en sus tierras. Si bien la policía de la provincia de Santiago del Estero no realizó el desalojo el pasado 12 de junio, las amenazas continuaron. Denuncian a “los matones de Orlando Canido” como las causantes de las mismas.
Aseguran que destruyeron parte del alambrado de la comunidad y provocaron la huida de los vacunos de las familias. “Durante la tarde les hemos encontrado y cobardemente huyeron en la camioneta”, manifestaron. Ante los hechos violentos, los integrantes de la comunidad ya radicaron la denuncia en la policía de Quimilí, a más de 80 kilómetros del territorio en conflicto.También, afirman que había intenciones de concretar el desalojo junto a la policía este martes 15 de junio. “Si esto llega a suceder, la situación será más tensa de lo que en estos momentos se encuentra”, declararon desde las redes sociales de MOCASE.