Este sábado 15 y domingo 16 de mayo, se llevaron a cabo elecciones en Chile para votar a les convencionales constituyentes, quienes conformarán la Asamblea encargada de redactar la nueva Constitución. A su vez, el pueblo chileno eligió a alcaldes, concejales y gobernadores regionales.
Aproximadamente 48 escaños consiguieron los independientes, mientras que la coalición de centro derecha Chile Vamos obtuvo 37 escaños; necesitando al menos 52 para intervenir en el contenido de la nueva Constitución.
La lista Apruebo, que contiene a los principales partidos de centro izquierda, obtuvo 25. Por su parte, Apruebo Dignidad, compuesto por el Partido Comunista, el Frente Amplio y los Regionalistas Verdes, alcanzó 28 escaños.
Los independientes, junto a las listas Apruebo Dignidad y Apruebo, rebasan los dos tercios de los 155 escaños de la Convención. Ésta tiene 17 cupos reservados para los pueblos indígenas y también, como dato valioso, se aplicará la paridad de género.
Los resultados parecen mostrar un nuevo horizonte en Chile con la posibilidad de cambiar la Constitución de raíz; una Constitución redactada durante la dictadura cívico militar del dictador Augusto Pinochet en 1980, quien se mantuvo en el poder desde 1973 hasta 1990.
La nueva Constitución estará llena de hojas en blanco sin ningún texto en concreto para comenzar a armarla desde cero. Quien la escribirá será Francisca Linconao, una mujer mapuche defensora de su “rewe”, un altar utilizado por la comunidad mapuche en varias ceremonias.
Un nuevo horizonte de incertidumbre y esperanza
La rebelión popular de 2019 dio cuenta de una crisis social, económica, política y de representatividad de hace años en Chile. Cabe preguntarse si los resultados de las elecciones actuales suponen un cambio profundo para el pueblo chileno o acuerdos entre partidos que no signifiquen acciones sustanciales para el país.
En diálogo con Nota al Pie, el director del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI), Isaac Rudnik, dio su opinión al respecto. “Hay que ver ahora cuáles son las orientaciones de cada uno de estos sectores; en general, da la impresión, de que se orientan más a ser alternativas por izquierda”, opinó.
Siguiendo la idea, el especialista agregó que esta orientación “le daría a la Asamblea constituyente una conformación que nos hace pensar en que efectivamente Chile pueda tener una Constitución cualitativamente diferente a la que tiene hasta ahora”.
Para el director del ISEPCI la irrupción de los sectores de izquierda y los sectores independientes, expresa “una aspiración popular de que se construya otro modelo político y otro modelo productivo”. En este sentido, aseguró: “Yo tengo esperanza de que no sea una nueva etapa de concertación y articulaciones con la derecha”.
Por último, en relación a la irrupción de nuevas alternativas comentó que “muestran el inconformismo generalizado con las fuerzas políticas que, desde el regreso de la democracia hasta hoy, gobernaron y no dieron respuesta a las necesidades, a las aspiraciones de una gran mayoría de la población”.