Los movimientos sociales que participaron fueron FOL (frente de organizaciones en lucha), FPDS (Frente popular Darío Santillán), MTD Aníbal Verón, FOB La Libertaria, entre otros; reclamaron mejoras salariales.
Destacaron que contribuyen con tareas diarias a sectores donde asisten día a día a comedores, merenderos, copas de leche y también cumpliendo con tareas de desinfección, limpieza y asistencia a víctimas de violencia de género.
Nota al pie conversó con el vocero del FPDS (Frente Popular Darío Santillán) Esteban Marconi, acerca de la lucha que llevan a cabo por el salario: “por un lado tiene que estar la recuperación salarial para que no se pierda en la inflación”.
Sin embargo, desde el Gobierno Nacional no hay una respuesta ante los aumentos que se vienen dando desde el inicio de la pandemia. Marconi manifestó: “según los cálculos que tenemos de una persona que cobra $10.800, el Consejo del Salario tendría que aguantar el salario mínimo vital y móvil en un 50%”.
A pesar de las trabas salariales que se vienen dando, el FPDS lanzó hace un mes y medio una campaña nacional denominada “paren la mano, bajen los precios” planteada en tres etapas en donde se le reclamaba al gobierno nacional la derogación del decreto 1184 del año 1991, que plantea una regulación del mercado interior y exterior en donde se le quita al Estado Nacional intervención en el mercado.
Sueldos por el piso
El salario mínimo vital y móvil es de $21.600 y para no entrar en la pobreza se necesitan un mínimo de $54.207. Desde el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) denunciaron que: “Con $360 por día no podemos darle de comer a nuestros hijos e hijas y aclararon que el salario actual de los cooperativistas es de $10,800.
Además, desde otros puntos específicos como el Monumento a la bandera en Rosario, también continúan con el “polentazo nacional” luchando ante el aumento inflacionario que impacta en el salario de les trabajadores cooperativistas.
Cabe destacar, que los movimientos sociales denunciaron al Consejo Nacional de Salario que había acordado un aumento del 28% mientras que la inflación del año pasado cerró con un 36%, por lo que los alimentos, insumos necesario para las familias son los que sufrieron el mayor impacto inflacionario.
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