El ministro de Economía de la Nación Argentina, Martín Guzmán, mantuvo dos reuniones durante diciembre y enero con representantes de la Confederación General del Trabajo (CGT) y sectores empresarios en la sede sindical de la calle Azopardo 802 de la Capital Federal.
El objetivo de las mismas fue escuchar las directrices para lograr un acuerdo del pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), contraída por el ex gobierno de Mauricio Macri de 44,5 mil millones de dólares. Si bien, la central gremial apoyó el rumbo de las negociaciones que lleva adelante el Gobierno Nacional y la gestión de Guzmán, desde su perspectiva debe ser a través del crecimiento y no del ajuste.
Declaraciones de Sola
En este sentido, el Secretario General del Seguro y Secretario de Prensa de la CGT, Jorge Sola, en diálogo con Radio Gráfica expresó que «provoca nuestro apoyo que el propio gobierno de Alberto Fernández decida que la negociación sea a través del crecimiento y no del ajuste».
Asimismo, el secretario de la Confederación Sindical señaló que se hace necesario convencer al FMI que se pospongan algunos pagos hasta que el país pueda terminar de crecer “con una Argentina estabilizada económica y socialmente. Eso es lo que el ministro (Guzmán) ratificó y eso es lo que todos entendimos”.
Por otra parte, Sola declaró que se anima a decir que el sector empresario (que estaba presente), también entendió que, en función de la importación y exportación, existe una gran necesidad de disponer de dólares.
Perspectivas del acuerdo
Según informó el Diario Rio Negro, Guzmán se encargó de explicitar los obstáculos en el contexto de la negociación con el fondo. Tanto, en la reunión del último jueves en la CGT, como en la del miércoles pasado ante les gobernadores provinciales, donde afirmó que las diferencias con la entidad internacional tienen como eje el ajuste fiscal.
Además, explican que el ministro se sinceró al expresar que un impedimento se centra entre un “programa de crecimiento, versus uno de ajuste», pero que el Gobierno no va a firmar un acuerdo semejante, que impida la recuperación económica. Se propondrá un plan plurianual basado en la expansión de la economía, el cual se empezaría a pagar en el 2026.
Conclusión
Cabe destacar que, por el momento, la negociación se sostiene sobre declaraciones y apoyos institucionales, pero, en definitiva, aún no se concretó la reunión definitiva con el staff del FMI. De este acuerdo concreto surgirá el texto final que el Gobierno Nacional enviará al Congreso Nacional (antes de fin de año) y será sometido a revisión por les gobernadores.
Es difícil pensar que un acuerdo favorable para el país no venga de la mano de un pedido de ajuste fiscal y actualización de tarifas públicas. Inevitablemente, es la receta económica acostumbrada del FMI.
Esta demanda, casi siempre, lleva a una reducción del gasto público y por consiguiente un deterioro de las clases más bajas (expresadas en salarios de informalidad, jubilaciones, pensiones y planes sociales). Aún, en un contexto de una inflación controlada.
Otra incógnita para tener en cuenta es cuál va a ser la postura de la oposición de Juntos por el Cambio, la actitud de las organizaciones sociales y demás instituciones de la sociedad civil ante el acuerdo final.
De momento, el proyecto del Gobierno cuenta con el apoyo de la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, y del Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa.
El Ministro de Economía llegó a la reunión de la calle Azopardo acompañado por el Ministro Nacional de Trabajo, Claudio Moroni, entre otres funcionaries. Allí, fue recibido por Hector Daer y Pablo Moyano, máximos dirigentes de la Central Sindical.
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