
En tiempos donde Estados Unidos refuerza su intervención en América Latina, es necesario evaluar qué resistencias posibles se erigen de este lado del globo. Sobre todo en materia ambiental, ya que nuestro territorio posee recursos naturales que están en la mira de las grandes potencias mundiales.
Esa línea siguió el seminario “Regenerando la trama agua – ciudad. Teorías y experiencias para pensar la crisis climática desde América Latina”, que desarrolló el proyecto de investigación «Construir resiliencia desde el sur global. Estrategias latinoamericanas frente al cambio climático: Retejiendo lazos entre agua y ciudad”.
El equipo de trabajo pertenece al Centro de Investigaciones Urbanas y Territoriales, de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata. (FAU-UNLP).
En dicha sede, este martes 16 de diciembre compartieron los avances de su estudio junto al público en general, que reflexionó cómo trasladar el pensamiento teórico latinoamericano y ambiental a las experiencias de la vida cotidiana.
Pasar de la idea a la acción
El proyecto «Construir resiliencia desde el sur global. Estrategias latinoamericanas frente al cambio climático: Retejiendo lazos entre agua y ciudad”, reúne disciplinas como la arquitectura, la geografía, el paisaje y las ciencias biológicas. Su meta principal es construir un archivo documental de experiencias latinoamericanas que se orienten a la reducción de desastres. Y además que, desde una perspectiva situada, se trabaje en el rescate del agua urbana mediante estrategias diversas, para poner en perspectiva regional las acciones frente al clima.
Por eso, en el seminario compartieron los avances de su primer año de trabajo. En él, recuperaron conceptos del pensamiento ambiental latinoamericano, que luego aplicarán en casos de experiencias concretas en el continente.
De esta manera, retomaron palabras como vulnerabilidad, riesgo y resiliencia, pensamiento decolonial y justicia ambiental. Así, les integrantes del proyecto afirmaron que “tiene que haber una producción del conocimiento desoccidentalizada”.
A su vez, explicaron que el ambiente es una integralidad que se debe pensar desde una producción propia, al recuperar saberes y prácticas de las comunidades originarias, los ecofeminismos y las perspectivas multiespecie.
En tanto, compartieron la explicación del autor argentino Walter Mignolo, quien plantea que la colonización se da mediante tres esferas: el lenguaje, la memoria y el espacio.

El caso de La Plata
En su intervención, les investigadores del proyecto indagaron en cómo el colonialismo (o imperialismo), opera en las formas urbanas aunque ya no existan las colonias.
Eso llevó al público presente a expresarse sobre el nuevo Código Ordenamiento Urbano (COUT), que aprobó el pasado martes 2 de diciembre el Concejo Deliberante de La Plata, Buenos Aires.
Diversas organizaciones civiles y sectores de la sociedad cuestionan esta medida, que sólo tuvo un mes de debate. El COUT reemplazará la Ordenanza N° 10.703, vigente desde 2010, y regulará cómo y dónde se puede construir en la ciudad durante los próximos 50 años.
El foco de la discusión pasó por dos puntos clave: las alturas máximas y el Coeficiente de Unidades Funcionales (CUF), parámetros que definen la rentabilidad de cualquier desarrollo inmobiliario y, por lo tanto, el perfil urbano que tendrá el Gran La Plata.
En el seminario “Regenerando la trama agua – ciudad. Teorías y experiencias para pensar la crisis climática desde América Latina”, les asistentes se preguntaron qué pasará con la gente que vive en los diversos municipios del partido.
Asimismo, denunciaron que el debate se realizó sin participación ciudadana, y que generará, entre otras cosas, un corrimiento de la población. Aseguraron que su génesis va en línea con lo que sucede a nivel país en materia ambiental.
Además se preguntaron, ¿qué se puede hacer desde la Universidad? ¿Cómo combinar los grandes lineamientos teóricos que se vieron en el encuentro con las acciones de menor escala de la vida cotidiana? ¿De qué forma incorporarlos en la vida política?
Para ello, determinaron que es necesario entrecruzar la mayor cantidad de esferas posibles. “Para que algo sea sostenible no puede depender de nadie, y para que sea rico necesita muchas miradas”, agregaron.
Por último, establecieron que existen alternativas al colapso ambiental, como la educación popular ambiental, la autonomía comunitaria, la agroecología y la puesta en valor de la perspectiva indígena. En conclusión, una mirada que sea más ecocéntrica que humana.

