
La Confederación General del Trabajo (CGT), reforzó su posicionamiento frente a la inminente reforma laboral que impulsa el Gobierno de Javier Milei. En un encuentro con diputados de extracción sindical, la conducción renovada de la central obrera expresó su rechazo a cualquier iniciativa que implique retrocesos en materia de derechos laborales y anticipó que trabaja en alternativas “superadoras” para una modernización del trabajo con ampliación de garantías.
Con la presencia del triunvirato integrado por Jorge Sola (Seguros), Cristian Jerónimo (Vidrio) y Octavio Argüello (Camioneros), la CGT remarcó que solo está dispuesta a discutir “más derechos, no menos”, en un contexto económico que describió como recesivo, con cierres de pymes y pérdida de empleo formal. Los dirigentes señalaron que el Gobierno aún no presentó un proyecto concreto, pero advirtieron que cualquier intento de reforma sin consulta previa “chocará con la pared de siempre”.
La conducción también reclamó ser convocada a un diálogo institucional para discutir la modernización laboral. Sola subrayó que los cambios en las reglas de trabajo no producirán mejoras automáticas y sostuvo que deben escucharse “a los dos sectores que más entienden del tema: los que invierten y los que ponen el laburo”. En esa línea, Jerónimo planteó que una negociación integral debe incluir temas como el reparto de ganancias.
Encuentro con diputados sindicales por la Reforma Laboral
La reunión realizada en la sede de Azopardo reunió a dirigentes de la CGT con los diputados Sergio Palazzo, Vanesa Siley, Mario “Paco” Manrique, Hugo Yasky y Hugo Moyano (h), que asumirá su banca el 10 de diciembre. Los legisladores expusieron el escenario parlamentario y coincidieron en la necesidad de construir acuerdos transversales con otros bloques para frenar una reforma que consideran regresiva.
Desde el sindicalismo hubo consenso en mantener una postura unificada frente a la iniciativa oficial y en avanzar con un “contraproyecto” que contemple los cambios en los procesos productivos y en las modalidades de trabajo, pero incorporando derechos y evitando cualquier flexibilización. Los dirigentes también remarcaron inconsistencias en el plan económico del Gobierno y cuestionaron la falta de soluciones estructurales.

Los diputados sindicales destacaron que la defensa del trabajo debe extenderse más allá del peronismo y plantearon que existen sectores empresariales y pymes dispuestos a respaldar acciones en defensa del empleo y la producción. También incentivaron a la CGT a profundizar el diálogo con esos actores para fortalecer el frente común.
La central obrera manifestó su disposición a utilizar todas las vías institucionales y de protesta para resguardar los derechos laborales. En ese marco, sostuvo que la resistencia a eventuales cambios regresivos se dará en tres frentes simultáneos: la calle, la Justicia y el Congreso. El encuentro concluyó con un acuerdo para continuar articulando acciones entre la dirigencia gremial y el bloque de Fuerza Patria.
El nuevo posicionamiento de la CGT se da en un momento clave para el Gobierno, que busca acelerar una reforma laboral de alcance todavía incierto. Mientras crecen los trascendidos sobre posibles modificaciones, la central obrera se reorganiza para incidir en el debate y marcar límites claros: modernización sí, sino implica pérdida de derechos.

