
El Centro Islámico de la República Argentina (CIRA) manifestó su “más enérgico repudio” al ataque israelí contra la Flotilla Global Sumud, un convoy humanitario compuesto por casi 50 embarcaciones y 500 activistas internacionales que navegaba con destino a Gaza. Según la organización, la interceptación en aguas internacionales constituye un “atropello al derecho internacional” y un acto de hostigamiento contra iniciativas de solidaridad con el pueblo palestino.
Desde el CIRA denunciaron que este operativo militar “viola flagrantemente el derecho marítimo internacional” y refuerza el bloqueo sobre la Franja de Gaza, considerado ilegal por múltiples organismos internacionales. El prosecretario de la entidad, Martín Saade, advirtió que se trató de “un ataque ilegal contra activistas desarmados cuyo único propósito era llevar un mensaje de solidaridad y asistencia humanitaria”.
El dirigente agregó que la presencia en la flotilla de personalidades como Greta Thunberg y Mandla Mandela refleja el carácter universal del reclamo. “No es una causa aislada ni sectaria: es un pedido global por la dignidad y la vida de un pueblo sitiado. Argentina no puede mirar para otro lado frente a estos atropellos”, afirmó.
Entre las personas detenidas se encuentran dos argentinos, Celeste Fierro y Ezequiel Peressini, dirigentes políticos y sociales que integraban la misión. Desde sus redes sociales, Fierro había compartido imágenes y mensajes previos a la interceptación, donde advertía sobre los riesgos de la travesía y reiteraba la necesidad de romper el bloqueo sobre Gaza.
El CIRA exigió al gobierno argentino “garantizar la seguridad e inmediata liberación” de sus compatriotas, al tiempo que reclamó a los países de la región presentar una condena oficial al accionar de Israel. Además, llamó a la comunidad internacional a establecer corredores humanitarios permanentes para evitar que la ayuda a Gaza dependa de operaciones de alto riesgo.
La organización islámica subrayó que la flotilla no transportaba armamento, sino carga humanitaria simbólica, y que su objetivo era visibilizar la situación crítica en la Franja de Gaza. “Israel no solo impide la entrada de ayuda vital, sino que criminaliza y agrede a quienes intentan suplir la inacción de la comunidad internacional”, sostuvo Saade.
Finalmente, el CIRA reiteró su compromiso con la defensa de los derechos humanos y convocó a organizaciones sociales, religiosas y políticas a expresarse frente a lo sucedido. “Romper el silencio es un paso imprescindible para terminar con el asedio sobre Gaza y proteger a quienes, con coraje, se solidarizan con un pueblo que sufre”, concluyó el comunicado.