El pasado miércoles estrenó «Este es mi Shakespeare«, una de las obras más intrigantes de la cartelera porteña. En ella, Leandro Calderone, autor y director ofrece una mirada fresca y personal sobre la obra del gran dramaturgo inglés. La original propuesta entrelaza la vida del protagonista con las comedias y tragedias de William Shakespeare. Las funciones son los miércoles a las 20:30 hs, en el Galpón de Guevara, Guevara 326, CABA.
La función inicia con el propio autor en escena, quien a manera de monólogo explica cómo se le ocurrió la obra. Así el público se entera que en su adolescencia, tras robar un libro de Shakespeare a los catorce años, se enfrenta a la complejidad de las obras del clásico autor. Aunque en un principio confiesa que encontraba las historias indescifrables, su obsesión por entenderlas lo llevó a vivir experiencias que revelan sorprendentes paralelismos entre su vida y las historias shakesperianas. A través de este proceso, el protagonista descubre que la obra completa de Shakespeare es un espejo del mundo, un «Aleph» que ofrece respuestas y reflexiones sobre la condición humana.
Así Leandro Calderone ha tejido una dramaturgia que combina tres historias clásicas de la literatura internacional con vivencias personales. Esta adaptación se convierte en un juego de espejos, donde lo cotidiano se encuentra con lo teatral. La obra se divide en tres partes, cada una explora diferentes facetas de la vida del protagonista, como sus recuerdos de adolescencia, la trágica historia de su amiga trans y su infancia, cada una vinculada a obras de Shakespeare como «Romeo y Julieta» y «La violación de Lucrecia».
Un recorrido autobiográfico atrapante
La dirección de Calderone muestra una inteligencia escénica remarcable. El montaje minimista utiliza un recurso escenográfico extraordinario, como un placard móvil que funciona como metáfora de los espacios internos del protagonista. Cada desplazamiento, cada apertura y cierre del mueble representa un viaje hacia la revelación personal.
El elenco construye una atmósfera colectiva impecable. Payuca sobresale con cada una de sus interpretaciones, transformándose en más de una en el núcleo emotivo de la propuesta. Karina Hernandez y Andrés Passeri aportan frescura y dinamismo a cada personaje. El resto del conjunto actoral como Adriana Ferrer, José Frezzini y Ariel Mele, completa un trabajo de ensamble coherente y potente, donde se vislumbra química.
La iluminación de Lucía Feijoó genera climas que potencian la narración. Mientras que la escenografía, diseñada por Gonzalo Córdoba Estevez, utiliza un placard móvil que se transforma en un elemento central de la puesta en escena. Este objeto, que se arma y desarma como un rompecabezas, también simboliza la naturaleza cambiante de las historias contadas. La escenografía minimalista permite que la atención del público se centre en las actuaciones y en la narrativa, aunque algunas transiciones entre las historias podrían beneficiarse de un mayor dinamismo.
Gran capacidad de equilibrar lo profundo con el humor
«Este es mi Shakespeare« es una propuesta teatral que invita a la reflexión sobre la vida y el arte. A través de la experiencia personal de Calderone, los espectadores son alentados a explorar sus propias conexiones con la obra de Shakespeare. El director logra equilibrar lo serio y lo divertido, creando un espacio donde el público puede reír y reflexionar al mismo tiempo. Sin embargo, el desenlace de la obra se siente un tanto débil en comparación con la fuerza de las historias previas. Este final, aunque emotivo, no logra cerrar con la misma contundencia que el resto de la obra.
Igual es destacable la audacia de un guionista de televisión que se atreve a trasladar su visión al teatro, merece reconocimiento y admiración. La obra, de seguro a más de uno le representará una montaña rusa de sentimientos y humor, y les recuerda que las historias, ya sean clásicas o contemporáneas, siempre tienen algo nuevo que enseñarnos. Una propuesta para reírse, emocionarse, y en ocasiones, no se pude evitar las lágrimas.