El documental “Viedma, la capital que no fue”, realizado por el viedmense Jorge Leandro Colás profundiza sobre el ambicioso proyecto de Raúl Alfonsín, cuyo ex mandatario se propuso trasladar la Capital Federal al distrito de Viedma-Carmen de Patagones.
El mismo fue estrenado en marzo de este año en la 24º Edición del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI) y, posteriormente, en el circuito comercial. En tanto, ahora llegará con nuevas funciones al Centro Cultural San Martín que se realizan de jueves a domingos en Sarmiento 1551, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
“Viedma, la capital que no fue”
El largometraje de Colás se constituye así como un viaje histórico a finales de la década de 1980, cuando se rompió el sueño de muches argentines y ante una propuesta que no sólo buscaba federalizar el país, sino también descentralizar el Estado.
El documental narra los casi tres años del vanguardista proyecto de Alfonsín, cuya idea de reubicación de la capital separó las aguas y despertó un intenso debate con pros y contras de gran parte de la sociedad.
En tanto, el mismo se construye a partir de entrevistas a corresponsales, periodistas y figuras políticas locales. Además, cuenta con videos originales de la Televisión Pública y regional de Rio Negro.
Más allá de que la meta del expresidente era promover el desarrollo de otras regiones del país y descentralizar el Estado, la realidad fue que el proyecto trastabilló desde un principio.
Esto último no sólo por los desafíos económicos, como la necesidad de grandes inversiones en infraestructura y servicios públicos, sino también por los políticos, con un cambio de gobierno en el que asumió el Peronismo, y, finalmente, no logró concretarse.
Además, el documental refleja los posibles beneficios y desventajas que el traslado habría tenido en Carmen de Patagones y otras regiones circundantes, así como también cómo el desplome del proyecto impactó no sólo en lo comercial, sino también en el espíritu y la esperanza de cada habitante de la zona.
La mirada interna
La película documental comienza con una introducción al año 1986, momento en el que todo es fiesta y sobresale el entusiasmo regional ante la propuesta de convertirse en la capital del país. Aunque también cabe destacar que desde hacía varios años la Argentina atravesaba graves problemas inflacionarios.
Sin embargo, poco a poco, empieza a vislumbrarse la desconfianza y el desamparo que se olfateaba en la idea de Alfonsín, y, posteriormente, el abandono del mismo junto a la frustración de aceptar que aquel sueño no se concretó.
La historia está contada con mucho respeto y cuenta con una mezcla de melancolía y añoranza. Su director Colás le imprime ciertos sentimientos propios, vividos en primera persona al ser oriundo de la ciudad de Viedma, y quien conoció la noticia con tan sólo seis años de edad.
A su vez, su documental parte del relato de Gonzalo Álvarez Guerrero, escritor e hijo de Osvaldo Álvarez Guerrero, gobernador radical de Río Negro entre 1983 y 1989. Luego aparecerán les habitantes de la zona, quienes revelarán que no sólo fue una idea, sino que el proyecto en Viedma se vivió y se sintió como un gran suceso.
Y es en ese aspecto que el film se irá hilando en tres grandes ejes: lo político, social e histórico.
Respecto a la parte arquitectónica, la misma implicaba la construcción de cinco puentes que unirían ambas ciudades en los márgenes del Rio Negro. Viedma se presentaba así como eje administrativo, con edificios públicos, área de embajadas y zonas residenciales.
Por su parte, Carmen de Patagones, al ser más alta, aparecía como una ciudad jardín más orgánica, con un proyecto donde se tenía en cuenta la energía solar, una red de bicisendas y una peatonal.
Lo social tenía que ver con les habitantes de la región, qué les sucedía a elles y a su vida cotidiana. Aunque también apareció la llegada de les nueves vecines, quienes se mudaron a la zona tras el anuncio con el objetivo de consolidar su futuro y comenzar a trabajar en el proyecto.
La mano negra de la familia Macri
Alfonsín visitó la zona proyectada unas siete veces durante dos años. Cada vez que viajaba le hablaba a la población y recorría pueblos aledaños a la capital de Viedma.
En una de aquellas visitas, durante un discurso del expresidente, se vislumbra como perdido entre una multitud de gente a Franco Macri. Y más de une espectadore se preguntará qué hacía dicho personaje público en el sureño lugar. No obstante, más adelante el documental lo revelará.
En efecto, el proyecto fue más diseño e investigación que realidad. Sólo se construyó un barrio de monoblocks para viviendas, el cual se suponía que iba a ser habitado por obreros que llegarían a Viedma para construir la nueva Capital.
Esta obra se licitó y se adjudicó a grandes empresas constructoras. Una de ellas fue Sideco Americana S.A, empresa de la familia Macri que se especializaba en el desarrollo y construcción de proyectos inmobiliarios. Sin embargo, como todo en donde está incluida la familia Macri, no podía escapar a la regla: negocio para la mafiamilia y estafa para la comunidad.
La construcción de ese barrio de monoblocks prometía edificar unas 3.000 viviendas, pero arrancó con desconfianza. En el documental Horacio Massaccesi, gobernador de Río Negro entre 1987 y 1995, fue une de les entrevistades y describió el proyecto: “Eran como unos monoblocks tipo Avellaneda, pero en la Patagonia”.
Otras vecinas del barrio describieron al complejo habitacional como unas “pajareras”, cuyas viviendas se caracterizaban por estar mal diseñadas y ser copias de barrios precarios bonaerenses.
Así, el proyecto original se redujo de 3.000 a 1.016 unidades. Y lo poco que se construyó no fue lo pactado, tampoco se usaron los materiales proyectados ni en calidad y durabilidad.
Por último, el complejo de los monoblocks fue finalizado por un intendente local para que la gente los pueda habitar. Sin embargo, aunque el mismo sigue en pie, les habitantes cuentan con graves problemas edilicios. Y dicho número terminó dando al lugar a su nombre informal “Las 1016”, que en realidad es el Barrio Ceferino.