La investigaciรณn por los violentos ataques a la sede de los tres poderes el 8 de enero de este aรฑo, a dรญas de la asunciรณn del presidente Lula Da Silva, continรบa su avance. El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, sumรณ otras 250 personas procesadas, por lo que ya son 1.045 el total, de los cuales 253 estรกn detenidos.
Segรบn pudo saber la agencia de noticias Tรฉlam, estos รบltimos procesamientos son producto de la quinta oleada de denuncias presentadas por la Procuradurรญa General. Las deliberaciones se hacen a puertas cerradas y de manera online. De los 11 jueces, siete votaron a favor de la imputaciรณn y tan solo uno en contra.
Ademรกs, el mรกximo tribunal estarรญa evaluando la situaciรณn de los llamados โautores intelectualesโ de los ataques. Los instigadores de los actos fueron presos un par de semanas y liberados luego, por lo que comparecerรกn ante la justicia en libertad.
Por otro lado, se investiga a los autores materiales de los episodios de violencia. En ese apartado, hay 239 personas denunciadas. Cabe recordar que las denuncias estรกn siendo analizadas en dos procesos judiciales distintos.
Lo que sigue
Los pasos que seguirรก la mรกxima corte del paรญs ya estรกn diagramados. La prรณxima semana analizarรกn la sexta y รบltima tanda de denuncias. Se trata de 131 personas englobadas en el proceso de instigaciรณn y planeamiento de la invasiรณn.
Lo importante de este รบltimo grupo es que podrรญa ser incluido el ex presidente Jair Bolsonaro. El mismo, desde el regreso de su autoexilio en Estados Unidos a finales de marzo, tiene que enfrentar mรกs de 30 causas abiertas que lo dejarรญan sin poder participar en futuros procesos electorales.
El jueves, en tanto, se instalarรก la Comisiรณn Parlamentaria Mixta de Investigaciรณn (CPMI) del Congreso, que harรก su propia investigaciรณn sobre los ataques, con un plazo de seis meses de trabajo.
El cuerpo tendrรก 32 integrantes, repartidos por igual entre diputades y senadores, y contarรก con las mismas facultades de investigaciรณn que la Justicia, por lo que pueden convocar a autoridades, solicitar documentos y romper el secreto por el voto de la mayorรญa de los miembros.
El intento de golpe
El 8 de enero de este aรฑo, miles de simpatizantes de distintos sectores de ultraderecha asaltaron las sedes de los tres poderes en un intento de forzar un golpe de Estado al por entonces prematuro gobierno de Lula Da Silva.
Los ultraderechistas irrumpieron de manera violenta y saquearon los edificios del Congreso brasileรฑo, el Palacio de Planalto (sede del Poder Ejecutivo) y el Supremo Tribunal de Justicia en Brasilia. Sin reconocer el resultado de las elecciones y con la excusa de un supuesto fraude, daรฑaron gravemente los edificios asaltados.
En su momento, Lula da Silva declarรณ: โQuien hizo esto serรก encontrado y castigado. La democracia garantiza el derecho a la libre expresiรณn, pero tambiรฉn exige que las personas respeten las instituciones. No hay precedente en la historia del paรญs de lo que hicieron hoy. Por eso deben ser castigadosโ.
Por otro lado, el principal apuntado, Jair Bolsonaro habรญa repudiado las acusaciones y seรฑalรณ: โLas manifestaciones pacรญficas, en el marco de la ley, son parte de la democracia. Sin embargo, las depredaciones e invasiones de edificios pรบblicos como las ocurridas hoy, asรญ como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la reglaโ.