
Israel interceptó y detuvo en las últimas horas a más de 400 activistas que viajaban en la Flotilla Global Sumud, también conocida como «Flotilla de la Libertad», comandada por la activista Greta Thunberg, con el anuncio oficial de que serán deportados a Europa como parte de un proceso que desde Tel Aviv califican como «legal y justo».
Al mismo tiempo, una nueva flotilla de barcos ya zarpó hacia Gaza, desafiando las advertencias israelíes de impedir cualquier intento de romper el bloqueo marítimo. Los primeros abordajes comenzaron la noche del miércoles en aguas cercanas al litoral de Gaza; en tanto para el jueves, casi la totalidad de los 42 barcos fueron interceptados por la Marina israelí.
Las autoridades informaron que les detenides, entre ellos parlamentarios, periodistas y activistas de unos 45 países (entre ellos, la diputada del FIT porteño, Celeste Fierro), fueron trasladados a prisiones en el sur del país, principalmente al complejo penitenciario de Saharonim. En su mayoría, aceptaron la deportación expedita para salir del país cuanto antes.
Rechazo internacional y nuevo intento hacia Gaza
La decisión israelí de deportar a les activistas ha generado críticas diplomáticas de varios países, que exigen garantías de acceso consular, protección jurídica y respeto a los Derechos Humanos. Suiza, por ejemplo, presentó una protesta formal por no poder visitar debidamente a sus ciudadanos retenidos.
Por su parte, críticos del bloqueo israelí denuncian que la acción constituye una violación del derecho internacional humanitario y un obstáculo al acceso humanitario para Gaza. Pese al despliegue israelí, esta mañana zarpó desde distintos puertos europeos una nueva flotilla, integrada por alrededor de nueve a once barcos con ayuda médica, periodistas y ciudadanos de múltiples nacionalidades.
Las autoridades israelíes advirtieron que impedirán cualquier ingreso en lo que denominan “zona de combate activo” y que detendrán a los tripulantes si intentan acercarse a Gaza. Los acontecimientos marcan un nuevo capítulo en la escalada diplomática y humanitaria del conflicto en Oriente Medio, con tensiones entre el control de fronteras, la legalidad internacional y la urgencia del acceso humanitario hacia la Franja de Gaza.