
Les trabajadores del Hospital Garrahan realizaron este viernes una jornada de protesta en respuesta al veto presidencial a la Ley de Emergencia en Pediatría, que había sido aprobada en el Congreso para atender la crisis del sector. Médiques, enfermeres y personal administrativo se sumaron a paros parciales y movilizaciones dentro y fuera del hospital.
La convocatoria incluye un paro de 48 horas, además de un ruidazo nacional programado para las 20 horas, que se realizará en simultáneo con otras instituciones educativas y sanitarias. La medida busca generar visibilidad sobre la situación del sistema de salud infantil y la necesidad de políticas urgentes.
Les profesionales denunciaron que el veto presidencial pone en riesgo la atención de miles de niños que dependen del hospital. Señalaron que la Ley buscaba garantizar recursos financieros y humanos para enfrentar la sobrecarga del sistema pediátrico.
El sector sanitario alerta que las condiciones laborales y la falta de presupuesto (sueldos congelados en $797.061 y jornadas que superan las 60 horas semanales), afectan directamente la calidad de la atención. Por eso, consideran imprescindible mantener la presión sobre el gobierno y exigir soluciones concretas.
La protesta contó con el respaldo de universidades y asociaciones profesionales, que se sumaron a la convocatoria del ruidazo. La participación masiva en las calles y espacios públicos reforzaron la visibilidad de esta demanda.
Entre las medidas adoptadas, se incluyeron interrupciones parciales de actividades, asambleas informativas y acciones de difusión en redes sociales. Todo esto apunta a mantener el foco sobre la defensa de la salud pública y la pediatría de calidad.
Además, las autoridades del hospital reiteraron su compromiso con les pacientes, aunque advierten que la falta de recursos limita la capacidad de atención. Por ello, llamaron a la sociedad a acompañar la jornada de protesta y manifestar su apoyo al sector y esperan una solución en los próximos días del Congreso nacional.