
La Corte Suprema de Justicia de la Nación condenó al Estado Nacional, a la provincia de Jujuy y a dos empresas petroleras, a ejecutar un plan de cese y recomposición del daño ambiental generado por la actividad petrolera dentro del Parque Nacional Calilegua y en un pozo lindero. Esto fue posible gracias a la causa impulsada por vecinos del área protegida.
En este marco, Greenpeace celebró la decisión por la que reclamaba desde hace más de diez años. Noemí Cruz, coordinadora de la campaña de Bosques de la organización, expresó que se trata de un fallo histórico por que el que lucharon junto a guardaparques, vecinos, comunidades indígenas y organizaciones sociales. “Es absurdo, ilegal y peligroso que haya petroleras operando dentro de un Parque Nacional, esperamos que se remedien los graves pasivos ambientales”, sostuvo.
En el fallo, el máximo tribunal ordena a la Provincia de Jujuy, a las sociedades Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (JEMSE) y Jujuy Hidrocarburos Sociedad Anónima Unipersonal (J.H. S.A.U.) a cumplir con el plan antes mencionado en un plazo que tiene como fecha límite para su conclusión el 31 de diciembre del año 2030.
Además, se condenó “al Estado Nacional a responder solidariamente en la efectiva implementación y ejecución del plan” y determinó que “la Administración de Parques Nacionales deberá supervisar la implementación y ejecución”.
Mediante un comunicado, Greenpeace explicó que la legislatura jujeña anuló en 2015 las concesiones hidrocarburíferas otorgadas dentro del área protegida, en respuesta al reclamo colectivo. “Sin embargo, en la resolución 576 del año 2018, la Administración de Parques Nacionales, en acuerdo con el gobierno de Jujuy, suspendió la afección del área del Yacimiento Caimancito, hasta tanto se realice su remediación ambiental, lo que favoreció a las petroleras”, detalló.
Frente a ello, la organización y la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas presentaron un amparo ante la Corte Suprema para que se declare su inconstitucionalidad y nulidad. La acción buscó impedir la desafectación arbitraria de 1.000 hectáreas del área protegida.
En cuanto a su importancia, Noemí Cruz resaltó que “el Parque Nacional Calilegua protege uno de los ambientes de mayor biodiversidad de Argentina, como lo es la Selva de Yungas, concentra la mitad de las aves del país y especies en peligro de extinción como el yaguareté”.
Creado en 1979, el Parque Nacional Calilegua abarca 76.306 hectáreas. Allí se registraron 123 especies de árboles, 103 especies de helechos y licofitas, 120 de mamíferos y 24 de anfibios. Existen innumerables enredaderas, orquídeas, arbustos, bromelias y variadas formas de insectos e invertebrados. Muchas de las especies presentes se encuentran en peligro de extinción, como la taruca, el yaguareté y el águila poma. Otras constituyen significativas rarezas como la rana marsupial y el surucuá aurora. También habitan ardillas rojas, monos, corzuelas, lobitos de río, pecaríes, zorros de monte, tucanes y el coendú.