
Pablo Grillo, el fotoperiodista herido en la cabeza por un disparo del gendarme Héctor Guerrero, volvió a terapia intensiva tras complicaciones en su salud. A través de la cuenta de Instagram @Justiciaporpablogrillo, sus familiares explicaron que el joven se encuentra clínicamente estable pero neurológicamente está en una meseta. “No está teniendo la evolución que se espera”, lamentaron en el comunicado.
En ese sentido, detallaron que en la última tomografía realizada se observa que “el ventrículo cerebral derecho (por donde pasa el líquido cefalorraquídeo) estaría dilatándose más que el izquierdo”. Y agregaron que la teoría del personal de salud es que la válvula que controla el LCR no funciona como debería. “Hoy le van a cerrar la válvula manualmente con una pequeña incisión”, informaron este martes.
Pese al cuadro clínico, los seres queridos de Pablo aseguraron que él sigue luchando y está con fuerzas. “El cariño que le hacen llegar a él lo siente y lo necesita”, expresaron con un agradecimiento.
Grillo fue sometido a su séptima operación, que duró más de tres horas, el miércoles 13 de agosto. “Se colocaron las placas en ambos hemisferios y todo resultó como se esperaba”, mencionó entonces su familia. Al día siguiente, sostuvieron que transitaba “un postoperatorio normal”. Sin embargo, el cuadro cambió con el correr de los días.
En este marco, la familia de Grillo comunicó que la jueza federal María Servini postergó la indagatoria al efectivo de Gendarmería autor del disparo. Estaba prevista para el próximo martes 2 de septiembre, pero fue aplazada para el miércoles 17.
En tanto, se espera el informe pericial que reconstruyó el disparo de Guerrero directo a la cabeza del fotoperiodista, violando los protocolos de uso de las armas. El hecho ocurrió el 13 de marzo en el contexto de una represión ordenada por la ministra de seguridad, Patricia Bullrich, frente a una marcha de jubilados.