
Cada 19 de agosto se conmemora el Día del Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), una enfermedad grave que afecta sobre todo a menores de 5 años. Se trata de una afección potencialmente severa, que constituye la principal causa de insuficiencia renal aguda en la infancia en Argentina.
La fecha rinde homenaje al natalicio del Dr. Carlos Gianantonio, quien contribuyó a su diagnóstico y tratamiento. En este día se busca visibilizar la enfermedad y que la población conozca los síntomas, pero especialmente cómo prevenirla mediante una correcta manipulación de los alimentos y el buen lavado de manos.
Al respecto, la Dra. Valeria El Haj explicó que “la mayoría de los casos registrados en el país son provocados por una cepa de la bacteria Escherichia coli productora de toxina Shiga (especialmente la E. coli O157:H7). Esta toxina daña los vasos sanguíneos, en particular los del riñón, lo que desencadena el cuadro clínico”.
Por eso, la prevención es importante. “Cocinar completamente las carnes, evitar productos no pasteurizados, higienizar correctamente frutas, verduras, utensilios y superficies, y lavarse las manos frecuentemente, sobre todo luego de ir al baño, cambiar pañales o tener contacto con animales, son medidas fundamentales para reducir el riesgo de infección”, sostuvo.
Síndrome Urémico Hemolítico: síntomas y diagnóstico
El SUH se caracteriza por una destrucción de glóbulos rojos (anemia hemolítica), descenso de plaquetas (trombocitopenia) y fallo en la función renal. Esta combinación puede generar complicaciones que afectan a los riñones y a otros órganos como el sistema nervioso central.
Uno de los primeros síntomas es una diarrea acuosa que puede incluir sangre. A esto pueden sumarse vómitos, dolor abdominal, decaimiento, fiebre leve o ausente, palidez progresiva, disminución del volumen urinario y cambios en el estado de ánimo como irritabilidad o somnolencia. En los casos más graves, pueden presentarse convulsiones o trastornos neurológicos. Frente a cualquiera de estos signos, es fundamental acudir al médico.
En cuanto al diagnóstico, la Dra. Valeria El Haj explicó que se realiza mediante estudios de sangre, que permiten detectar anemia y descenso de plaquetas, y análisis de función renal que evalúan niveles de urea y creatinina. “También se solicita un coprocultivo para identificar la presencia de la bacteria. Si bien no existe un tratamiento específico, el abordaje incluye internación, control estricto de la función renal, hidratación intravenosa, y en casos severos, transfusiones o diálisis”, agregó la especialista de Ospedyc.
SUH en Argentina
En nuestro país, el SUH es una enfermedad de notificación obligatoria. La detección temprana y la atención adecuada permiten una recuperación en la mayoría de los casos, aunque pueden persistir secuelas. Informarse, actuar a tiempo y adoptar medidas de prevención cotidianas son herramientas fundamentales para cuidar la salud, especialmente de los más chicos.
La dra. detalló que la infección se transmite a través del consumo de carne mal cocida, sobre todo picada, productos lácteos o jugos sin pasteurizar, frutas y verduras contaminadas, agua no segura o por una higiene deficiente de manos, utensilios y superficies. “También es frecuente la transmisión de persona a persona entre niños, especialmente en espacios como guarderías o jardines”, destacó.
En ese sentido, mencionó que “los niños pequeños, los adultos mayores y las personas con inmunocompromiso constituyen los grupos de mayor riesgo”.