
Este viernes, en la base militar Elmendorf-Richardson —cerca de Anchorage, Alaska— se llevará a cabo la esperada cumbre entre Donald Trump y Vladímir Putin. El encuentro tendrá comienzo con un cara a cara entre los mandatarios, al que seguirá la incorporación de delegaciones de alto nivel para un desayuno de trabajo. Posteriormente, se espera una rueda de prensa conjunta antes de que la delegación rusa se retire del territorio estadounidense.
El eje central del diálogo será la crisis en Ucrania, con especial atención a negociaciones sobre un alto el fuego, posibles concesiones territoriales y otros elementos del conflicto. El Kremlin también identificó como temas clave el fortalecimiento de la paz, la seguridad internacional y el desarrollo de la cooperación económica y comercial entre Rusia y Estados Unidos, aún sin aprovechar plenamente.
Un escenario cargado de historia y memoria compartida
El escenario escénico es particularmente simbólico: junto al lugar del encuentro se encuentra un cementerio donde reposan once militares —nueve pilotos— y dos ciudadanos soviéticos que fallecieron entre 1942 y 1945 intentando trasladar aviones suministrados por EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial, un recordatorio del pasado de cooperación en el contexto del 80 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi y la Japón imperialista.
En paralelo, líderes europeos expresaron su inquietud por la realización de esta cumbre sin la participación de Ucrania. Insisten en que cualquier solución debe pasar por el consenso con Kiev y que no puede avanzarse en acuerdos sin un alto el fuego previo.
Contexto e implicancias de la cumbre
La elección de Alaska, y específicamente de una base militar, añade dramatismo geopolítico y resonancia histórica a la cita. Más que una foto, es una puesta en escena estratégica. En términos diplomáticos, el encuentro podría ser decisivo para fijar las bases de un eventual alto el fuego, pero las advertencias europeas subrayan que sin Kiev en la ecuación, cualquier avance corre el riesgo de ser unilateral.
Trump ya advirtió sobre dos posibles desenlaces: una reunión exitosa que dé lugar a una cumbre ampliada con Ucrania y Zelenski, o «consecuencias muy graves» si el diálogo no cumple expectativas. En ese marco, Europa ya adelantó que impondrá nuevas sanciones si Rusia no acepta comprometerse con la paz.