
La Maison Ferrés desplegará su universo sonoro en una noche que promete música, baile y emoción. Con temas propios, clásicos de Bajofondo y una puesta en escena que late desde lo colectivo, la banda invita a una experiencia que va más allá del sonido. En diálogo con Nota al Pie, Martín Ferrés anticipó los detalles del show y celebró el presente del grupo.
En el centro de la Avenida Corrientes, donde confluyen las marquesinas del teatro y el pulso incesante de la cultura urbana, se abrirán las puertas del Espacio Arena para recibir a La Maison Ferrés. La cita es este jueves 7 de agosto, a las 20:30.
Pero no será una presentación más, sino que representará la consolidación de un proyecto sonoro que nació del cruce entre el arraigo y la experimentación, entre la raíz folclórica y el vértigo de lo electrónico.
Martín Ferrés, compositor y bandoneonista con historia en el mítico grupo Bajofondo, encabeza esta propuesta que busca sonar, pero también contar.
La Maison Ferrés está conformado por artistas con universos propios que, al unirse, generan una identidad poderosa. Además de Ferrés en bandoneón y Leandro Vega en programación, completan la formación Luciano Coniglio en guitarra eléctrica, Pablo Martín en bajo, Iaia Portillo en batería y bombo legüero, y la reciente incorporación de Lu Cutuli en violín.
La Maison Ferrés propone una fusión potente de estilos y raíces, ¿Cómo se traduce esa búsqueda sonora en la puesta en escena del show que van a dar en el Paseo La Plaza?
La puesta en escena es muy importante para nosotros. No es solo un concierto, es una experiencia donde cada tema tiene su propia atmósfera, su color, su intensidad. Por supuesto estos primeros shows podremos concretar solo algo de todo lo que tenemos pensado. Trabajamos mucho con la iluminación, el movimiento en escena y los climas para intentar que el público entre en el mundo de La Maison.
Después de tantos años con Bajofondo, ¿Qué descubriste como artista al encarar un proyecto propio como La Maison Ferrés?
Descubrí una nueva manera de expresarme. En Bajofondo siempre estuve entregado al grupo, a un lenguaje colectivo que me formó profundamente. Pero al encarar La Maison Ferrés me encontré con mis obsesiones, con mis preguntas. De cualquier manera, a mí me gustan las tribus, me gusta ser parte y no ser “solo”. ¡Uno se divierte más con amigos! La Maison fue y sigue siendo un proceso muy liberador.
En un contexto donde muchas expresiones culturales están siendo puestas en discusión o directamente atacadas, ¿Qué valor tiene para vos subir al escenario con una propuesta que reivindica la fusión, lo colectivo y lo identitario?
¡Tiene un valor enorme! En estos tiempos donde se quiere simplificar todo, donde lo diverso incomoda, donde lo colectivo se ve como una amenaza, subir al escenario con esta propuesta es un acto político. La Maison Ferrés es un espacio donde conviven distintas tradiciones, lenguajes, generaciones. Y eso es justamente lo que somos como cultura: una mezcla viva. Sostener eso, celebrarlo, ponerlo en escena con orgullo, es una manera de resistir desde la belleza, la emoción y el arte.
Cuando la gente descubra lo nuevo de LMF, ¿Con qué se va a encontrar?
Una propuesta honesta, intensa y con mucha identidad. Una banda de artistas talentosos que mezcla el bombo legüero con el sintetizador, el bandoneón con el drum and bass. Paisajes sonoros que van desde la raíz más profunda hasta lo urbano y lo electrónico. Pero, sobre todo, se van a encontrar con una historia porque La Maison Ferrés también es un relato, un universo que se despliega en cada show, en cada canción. Y eso, creo, es lo que más conecta con la gente.