
Desde esta mañana se realizó una movilización encabezada por la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR) contra el desmantelamiento del sistema de reciclado que impulsa el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.
Se reclama ante la suspensión del transporte de casi 3500 recuperadores urbanos, lo que atenta contra un sistema de casi 20 años y con reconocimiento internacional.
En paralelo, el gobierno porteño amenaza con multas de casi un millón de pesos para quienes revisen la basura mientras se incumple sistemáticamente con la Ley de Basura Cero, sancionada en 2005.
La marcha de la FACCyR se congregó desde las 10:30 en Av. San Juan y Av. 9 de Julio y se dirigió hacia la sede del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana frente a Parque Lezama, para pedir una reunión de urgencia con el ministro Ignacio Bastroicchi.
Desde la FACCyR explicaron que la suspensión del transporte de los cartoneros “afecta casi al 70% de los recuperadores formalizados y representa un recorte salarial de más del 20%”.
Estos recicladores perciben apenas 390 mil pesos mensuales, a los que habría que descontarles el transporte público a partir de la suspensión de la movilidad para aquellos que se trasladan desde el Conurbano a CABA.
Esta Federación nuclea a trabajadores de la economía popular dedicados a la recolección de elementos reciclables en todo el país y es integrante de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).
La FACCYR remarcó que: “se vulnera un derecho adquirido hace 18 años”. En tanto, destacaron que este enfoque de “reciclaje inclusivo” fue reconocido por organismos de la talla de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En concreto, señalan que se rompe de forma unilateral con lo establecido por la Ley de Basura Cero al tiempo que se provoca un aumento de basura en la vía pública, mientras que se aumenta la precarización del sector.
En consecuencia, exigen la restitución del sistema de transporte gratuito o un esquema en modo de compensación acorde, además del cese del hostigamiento y criminalización contra los trabajadores.
Además, remarcaron: “Persiguen y meten presos a los cartoneros independientes. Los cartoneros no contaminamos, reciclamos”.
Jorge Macri y la criminalización de quienes buscan en la basura
Tras el ataque del gobierno porteño contra las cooperativas de recicladores urbanos, se puso el foco en las personas que buscan en la basura.
En el día de ayer, el jefe de Gobierno, Jorge Macri, anunció a través de X que le ordenó a la Policía Federal que al encontrar “a alguna persona o grupo de personas removiendo basura de los contenedores y ensuciando nuestra ciudad, les exijan que limpien y ordenen todo de inmediato”.
Por su parte, la vocera del gobierno porteño, Laura Alonso, fue más allá: “Hasta $900 mil de multa si te gusta hurgar la basura en la Ciudad. Sí, leíste bien”, con la particularidad de hablar sobre presunto “gusto” por revolver basura.
Y añadió: “La orden es clara: quien saque bolsas de los contenedores y deje todo tirado, limpia en el acto o lo paga caro. Se terminó la impunidad para los “recicladores””. Las detenciones a personas por el simple hecho de vivir en la calle no son novedosas bajo la gestión de Jorge Macri, con ya varios casos en su historial.
Por otro lado, y en consonancia con el descuido por la basura de la ciudad, existe una tendencia en la reducción de la cantidad de puntos verdes.
Según información oficial, en 2021 existían a 80 Puntos Verdes mientras que para 2022 y 2023 se redujo casi a la mitad, con 41 en la lista. Para este 2025, figuran tan solo 22.
Desde el gobierno sostienen que la merma en Puntos Verdes responde a que la población utiliza en mayor medida los cestos verdes.
Otro punto de relevancia es el vínculo de los Macri con el negocio de la basura, el cual fue posible gracias a negociados con el Estado genocida de la última dictadura militar.
En esa época, fue Franco Macri el beneficiario de una larga lista de licitaciones, entre las que se incluyó la recolección de residuos en CABA, para la cual se creó Manliba (Mantenga Limpia Buenos Aires), empresa que no ve con malos ojos la proliferación de la basura.
El GCBA incumple con la Ley de Basura Cero
Mientras que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires atenta contra los recicladores de residuos pertenecientes a la economía popular, incumple sistemáticamente con la Ley 1854 de Basura Cero.
Se trata de una iniciativa que la legislatura porteña aprobó por unanimidad en 2005 que tenía por objetivo una reducción progresiva de los residuos que se entierran en el CEAMSE.
La medida estuvo direccionada a reducir los residuos que se generan y a la recuperación y reciclado de los mismos. Esta ley tenía dos puntos claves: la prohibición de la incineración de basura y metas de reducción de residuos a enterrar.
La ley fijaba una reducción escalonada del 30% para 2010, del 50% para 2012 y del 75% para 2017. El fracaso fue tal a lo largo de los años de gobierno del PRO, que en 2017 ni llegaron al objetivo propuesto para 2010, con apenas una reducción del 26%.
En consecuencia, y bajo la gestión de Horacio Rodríguez Larreta en 2018, se reconfiguró la ley anterior con la aprobación de la 5966, la cual, además de habilitar la incineración de residuos de modo contaminante, se plantearon metas más accesibles: 50% para 2021, 65% para 2025 y 80% para 2030.
Para flexibilizar dichas metas, se cambió el año base original de la ley de 2004 por el 2012, siendo este último uno de los años más altos en residuos.
Acorde a un informe del Observatorio del Derecho a la Ciudad, en la actualidad tampoco se cumplen las nuevas metas programadas, ya que de las 5.800 toneladas de residuos que gestiona la ciudad por día se entierran 846 mil toneladas al año cuando las mismas no deberían pasar las 745 mil.
En conclusión, Jorge Macri incumple con la Ley Basura Cero al mismo tiempo que ataca a las cooperativas de reciclaje y disminuye año tras año los Puntos Verdes en la Ciudad. Además, amenaza a quienes revisan la basura y “ensucian la ciudad”, cuando el gobierno parece retirar los esfuerzos por limpiarla y descontaminarla.